¿Sabes qué pasa cada vez que usas Google Maps o la aplicación de tu banco? ¿Tienes idea de qué estás autorizando cada vez que aceptas las cookies de una web? ¿Has permitido, sin saberlo, que graben tus conversaciones? ¿Sabemos distinguir un anuncio publicitario de un contenido informativo? Las nuevas tecnologías han ampliado mucho el abanico de medios que utilizamos para informarnos pero, sobre todo, han multiplicado hasta el infinito la cantidad de información “consumible”. Hoy, en solo dos días, creamos la misma cantidad de información que la creada en los últimos 2.000 años.
Esta inmensa masa de información tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Una de sus mayores ventajas es la accesibilidad. Nunca antes como ahora había sido tan fácil acceder a un volumen semejante de conocimiento. Lo que hace unas décadas llevaba años de búsqueda e investigación, hoy lo tenemos a golpe de clic en unos segundos. Sin embargo, producir y consumir contenidos es un ejercicio de responsabilidad que debemos aprender a ejercer, de la misma manera que aprendemos, por ejemplo, a caminar de forma segura por la calle o a comportarnos cívicamente.
Hoy en día, aprender a consumir contenidos de forma responsable es casi tan importante como aprender a leer y escribir. Sin embargo, ponemos en manos de los más pequeños dispositivos digitales sin explicarles absolutamente nada de lo que implica su uso. Entre otras cosas porque la mayoría de nosotros tampoco somos conscientes de ello. La alfabetización mediática e informacional es el conjunto de conocimientos que necesitamos para poder acceder hoy en día a los medios y a la información.
En esta entrevista, realizada el pasado mes de mayo, Mariaje González Flor, experta en alfabetización mediática e informacional, directora y fundadora de Criterio MIL, nos habla de qué competencias debemos adquirir para considerarnos mediáticamente alfabetizados y de cómo enseñar a los más jóvenes a manejarse con soltura por los medios que dominan la actual sociedad de la información.