Enseñar es dejar huella en los niños y niñas que pasan, año tras año, por los pupitres de las aulas. La labor docente es innegable como motor de cambio, como constructor de ideas. En ProFuturo lo tenemos claro: hay un poder transformador en la educación. ¿Pero quién tiene este súper poder? Los docentes, claro. 

La pandemia de la COVID-19 hizo que millones de alumnos y alumnas de todo el mundo se vieran obligados a abandonar los centros educativos y comenzar un nuevo tiempo de aprendizaje desde casa. Esta crisis constató una realidad: la necesidad de un modelo educativo que incorpore las nuevas tecnologías. Sin embargo, también corroboró otra: el papel fundamental de los docentes como transmisores del conocimiento. 

La adaptación de la enseñanza a los cambios provocados por la pandemia ha demostrado la capacidad de liderazgo y de asumir los cambios en la profesión docente. Este 5 de octubre queremos dar las gracias a este colectivo que afronta los retos mundiales de la educación a través de la pasión, la ilusión y el compromiso con los niños y niñas.

El papel de los docentes de ProFuturo

Desde los inicios de nuestra actividad en 2016, ProFuturo cree que los docentes son activadores del cambio educativo y por ello los ha convertido en la figura esencial de su programa de educación digital. Unos docentes con mejor formación, con habilidades tecnológicas y pedagógicas adaptadas a los retos del siglo XXI, son capaces de transformar el futuro a corto plazo de sus estudiantes.  

Los docentes no sólo construyen un futuro mejor para millones de niños de todo el mundo, sino que con su trabajo contribuyen a construir una sociedad más justa e igualitaria y un mundo mejor. Por eso, hoy queremos homenajear a los docentes de todo el mundo pero, en especial, a los 914.000 docentes que ProFuturo ya ha formado. 

La voz de nuestras historias

En este año atípico, desde ProFuturo hemos querido ponerles cara y darles voz a los docentes de nuestro programa educativo. A través de relatos de vida, personales y transformadores, queremos reflejar el poder transformador de la educación. Los últimos meses hemos recibido historias desde muchos rincones del planeta que queremos que sirvan de inspiración para otros profesores. 

George, Adriana, Elizabeth o Jean Marie pueden parecer simples nombres. Pero, detrás de cada uno de estos nombres, hay una historia de cómo el trabajo y el esfuerzo han conseguido mejorar la educación de cientos de niños. 

Detrás de George, coach educacional de Beirut, hay un relato de esfuerzo por no dejar a nadie atrás, incluso en situaciones de emergencia como es el caso de niños y niñas refugiados. Adriana, de El Salvador, es el ejemplo de como una vocación por la enseñanza se traduce actualmente en la semilla de cambio que siembra en todos sus alumnos. Elizabeth refleja la superación y es que, esta docente peruana, aprendió a utilizar las nuevas tecnologías desde cero para poder transmitir su conocimiento a los niños, niñas y profesores de su centro educativo. O por último, el docente ruandés Jean Marie, es muestra de entrega, pasión y dedicación ya que cada día hace un trayecto de 3 horas para llegar a la escuela en la que enseña. 

Estas son sólo algunas de las voces de las historias de ProFuturo. Nuestra misión es seguir contando qué pasa en las entrañas de nuestro programa educativo. Sabemos que detrás de las cifras, se esconden miles de relatos reales. Por eso, te invitamos a seguir descubriendo todo lo que nuestros docentes, de todo el planeta, tienen que contarnos. El trabajo de ProFuturo no sería nada sin ellos. Por eso, hoy os deseamos un ¡feliz #DíaMundialDeLosDocentes!