ProFuturo inició su andadura en Guinea Ecuatorial el pasado 3 de abril. Además de la presentación a las autoridades, tres miembros del equipo de Formación y Soporte permanecieron durante 10 días en el país para iniciar la formación y puesta a punto de los equipos con los que comenzar a impartir las clases de Aula Digital en 27 centros educativos de forma inminente.
A María Fernández, Amaya Villachica y José Manuel Carrillo se les unió en Najat El Mozouri como formadora de apoyo. Tenían ante sí una tarea que, a simple vista, puede parecer sencilla pero que encierra no poca complejidad. A las dificultades de conectividad nada desdeñables en el país centroafricano, había que añadir la a veces difícil receptividad por parte de un profesorado que, en muchas ocasiones, se encuentra cansado porque debe atender varios empleos para poder llevar un salario con el que mantener a la familia y, en la mayoría de los casos, con notables carencias de formación en las habilidades tecnológicas que deben utilizar para impartir las clases.
Todos los contenidos y metodologías educativas que se les proporciona son digitales. La tecnología por sí misma, sin embargo, no es capaz de transmitir el conocimiento, así que la capacitación de los docentes y su formación en las nuevas competencias para transmitirlas a los niños son la clave de bóveda para que los alumnos aprendan y desarrollen las habilidades necesarias. En estos primeros pasos, dado que el mayor reto para el equipo de ProFuturo era conseguir ilusionar e involucrar a los educadores en unas nuevas metodologías que les resultan extrañas y ajenas y que les supondrían un esfuerzo adicional, María, Amaya, José Manuel y Najat se dedicaron a fondo para trabajar la motivación del profesorado.