Este ha sido el caso de las escuelas rurales. Ed Mizpa Leiva, desde la escuela rural 21 de Mayo en Itropulli (Región de los Ríos, Chile), nos ha querido contar cómo en su centro implementaron un plan para desarrollar el aprendizaje en los hogares. A este plan lo llamaron La escuela lleva a tu casa, y consiste en llevar guías y materiales hasta los hogares de los estudiantes, sorteando la dificultad de no contar con internet. Para ello, han implementado la metodología ABP (Aprendizaje Basado en Proyecto). La implementación de esta metodología ha tenido un impacto positivo en la comunidad, ya que ha permitido el diálogo constante entre docentes.
Desde al año 2018, el centro se encuentra en un proceso de mejorar las prácticas docentes, que tienen un impacto en los aprendizajes de los estudiantes; este año correspondía la implementación de esta metodología ABP. En una primera instancia se había descartado, pero tras analizar nuestro contexto decidimos llevar a cabo esta metodología de forma remota con nuestros y nuestras estudiantes.
Comenzamos con la planificación de los contenidos y el diseño del proyecto por parte de los equipos docentes, definiendo temas, preguntas desafiantes y producto a lograr, teniendo como referente los intereses de los estudiantes. Una vez diseñados los proyectos, se elaboran actividades, que luego son impresas, se incluye material de librería u otro necesario, se organiza el material en bolsas y se organizan los recorridos, logrando llegar a la totalidad de nuestra matrícula: 300 estudiantes.
Hasta ahora, se han implementado tres proyectos: uno relacionado a la contingencia respecto al COVID-19, otro sobre artes y el tercero sobre pueblos originarios.
Los proyectos se diferencian por la dificultad de cada nivel, velando por la pertinencia de lo curricular y de dar respuesta al sello de la institución educativa, el cual busca entregar una formación integral que considere el desarrollo de lo académico, del plano artístico y de los valores, además de velar por el medio ambiente a través de una mirada de respeto y valoración a nuestros pueblos originarios.
El segundo proyecto ABP fue exclusivamente de artes: se incluyeron las asignaturas de música, artes visuales, mapudungun, inglés y educación física, más los talleres de fotografía, instrumentos y danza. Este proyecto tenía como objetivo desarrollar la expresión y creatividad visual, musical y corporal, a través de la creación de diferentes manifestaciones artísticas relacionadas con una danza tradicional, valorando la diversidad cultural y las diferentes formas de expresión.
Lo señalado con anterioridad permite visualizar que se han abordado todas las asignaturas en este periodo y con esta metodología. La implementación de esta metodología ha tenido un impacto positivo en la comunidad, ya que ha permitido el diálogo constante entre docentes, enriqueciendo sus prácticas, principalmente la reflexión, que se ve reforzada con la información obtenida a partir de la evaluación formativa que se aplica a los estudiantes. Esto permite una retroalimentación de los aprendizajes logrados, así como conocer su percepción respecto a las actividades.
Para los estudiantes y su familia, esta metodología ha permitido continuar un proceso que rescata su entorno rural, estimulando la creatividad y el trabajo colaborativo entre el niño y los adultos, además de mantener una comunicación constante con docentes y educadores diferenciales del establecimiento.
Como comunidad 21 creemos firmemente en nuestra misión de formar ciudadanos y ciudadanas con una mira inclusiva, respetuosa del medio ambiente, fraternal con la multiculturalidad e integral en todo su quehacer. Construir una mejor sociedad depende de todos nosotros.
