Covid-19: oportunidad para la educación digital inclusiva

Compartir

Covid-19: oportunidad para la educación digital inclusiva

La necesidad de transformar el sector de la educación parece en estos momentos un reto atrasado. El cierre de las escuelas en todo el mundo provocado por la Covid-19 ha puesto de manifiesto los retos a los que se enfrentan las escuelas, los profesores y los estudiantes para garantizar la continuidad de la educación fuera de las aulas. En este artículo, Magdalena Brier, directora general de ProFuturo, reflexiona sobre los retos inminentes a los que ProFuturo se enfrenta.

Este artículo forma parte de una serie de opiniones publicadas en la página web de la OCDE, donde expertos y líderes internacionales reflexionan y proponen soluciones al escenario planteado por la irrupción de la pandemia. El artículo puede consultarse en inglés en este enlace. 

En el mes de septiembre, ProFuturo participó en un debate sobre la escolarización en tiempos de Covid-19 promovido por el foro de la OCDE. En compañía de expertos en educación y otros profesionales, tuvimos la oportunidad de debatir cómo la pandemia está cambiando la educación y a la vez abriendo una oportunidad para repensar la escolarización.

Hemos aprendido que la súbita interrupción de las clases en todo el mundo demuestra que la mayoría de escuelas no estaban preparadas para ofrecer a los estudiantes educación a distancia, y que no todos los profesores tienen la formación o las habilidades necesarias para enseñar a distancia.

Aunque la educación digital no puede sustituir a la escolarización tradicional, en ProFuturo creemos que, además de mantener las lecciones más allá de las paredes del aula -cuando el mundo está encerrado o cuando otras barreras limitan la educación presencial- puede mejorar la calidad de la educación.

Más allá de llevar la tecnología al aula

La digitalización de la educación no sólo consiste en introducir la tecnología en el aula. Lo más importante es mejorar la alfabetización digital para ayudar a los profesores, estudiantes y escuelas a desarrollar las habilidades del siglo XXI necesarias en nuestra era digital. Deberíamos aprovechar esta oportunidad para acelerar esta digitalización.

Precisamente, este es el mayor objetivo de  ProFuturo: reducir la brecha educativa en el mundo, llevando una enseñanza de calidad a los niños en entornos vulnerables a través de la tecnología y de experiencias innovadoras de enseñanza-aprendizaje. Nos centramos en los profesores como activadores del proceso de aprendizaje, y utilizamos estas herramientas para promover el desarrollo de sus habilidades pedagógicas y digitales; les ayudamos a que puedan integrar la tecnología en el aula y preparar a sus estudiantes para prosperar en el siglo XXI.

Para mitigar el impacto de la crisis de la COVID-19 en la educación, durante el cierre de escuelas hemos abierto todos nuestros cursos de formación de profesores y recursos educativos a disposición de todos y de forma gratuita. Con el fin de llegar a más personas, también los pusimos a disposición de los ministerios de educación de los países en los que opera ProFuturo y a las instituciones internacionales para que los incluyan en sus plataformas educativas. También reforzamos la capacitación en materia de innovación, TIC y competencias digitales a nuestros asociados locales para que puedan apoyar a los maestros y estudiantes a distancia.

Aunque el uso de la tecnología ha permitido a muchos estudiantes continuar con el año escolar durante el confinamiento, también ha puesto de manifiesto la brecha digital preexistente en muchas partes del mundo. Existen disparidades en el acceso a la tecnología y en la conectividad de los estudiantes de distintos orígenes socioeconómicos, y las desigualdades en la educación afectan de manera desproporcionada a los más vulnerables. Es necesario digitalizar la educación, pero la transformación debe ser inclusiva para garantizar que nadie se quede atrás.

En ProFuturo creemos que la educación digital es una herramienta poderosa que puede derribar las barreras geográficas y socioeconómicas y transformar el mundo. La tecnología puede llegar a niños que de otra manera no tendrían acceso a la educación, y adaptar la enseñanza a los diferentes entornos para ofrecer igualdad de oportunidades de aprendizaje a todo el mundo. La digitalización de la educación puede contribuir a reducir la brecha educativa en el mundo y apoyar el desarrollo de los países y la igualdad social.

En los últimos meses, hemos utilizado todas las herramientas posibles para seguir llegando a los que no están conectados, asegurando la continuidad de la formación de los profesores incluso en zonas remotas sin conexión a Internet o acceso a dispositivos tecnológicos. Hemos desarrollado presentaciones interactivas, podcasts, lecciones de audio y vídeo para la radiodifusión y la televisión, foros Whatsapp, así como distribución de libros de trabajo impresos puerta a puerta.

Siete meses después de la crisis -y sin un claro final- no tenemos dudas de que la transformación educativa es irreversible. En estos momentos, es nuestra responsabilidad colectiva asegurarnos de que satisfaga las necesidades de los profesores y los estudiantes y no deje a nadie atrás. El reto de transformar el sector educativo y asegurar que nadie se quede atrás es inmenso, pero creemos que podemos hacerlo si trabajamos juntos.

También te puede interesar