Madagascar

ProFuturo aterrizó en Madagascar en el año 2016 de la mano de la Archidiócesis de Antsiranana, lo que nos permitió acercar la educación digital de calidad a la zona norte del país. Se trata de uno de los primeros países en los que implementamos nuestro proyecto. En él, los colectivos más vulnerables, en concreto las mujeres y los más pequeños, tienen un acceso muy limitado a los servicios básicos y están expuestos a múltiples riesgos como la explotación sexual. 

El año 2021 también supuso un hito para nuestro trabajo en este país, ya que ampliamos el proyecto en la zona sur tras firmar una alianza con la Fundación Agua de Coco.

El programa ha beneficiado a 3.954 estudiantes, ha formado a 113 docentes y está presente en 13 escuelas.

Madagascar

Beneficiarios

14.708 niños/as

376 docentes

36 escuelas

¿Con quién trabajamos?

¿Con quién trabajamos?

ProFuturo está presente en 13 escuelas de las regiones de Sava y Diana, en el punto noroeste de la isla. En cada una de ellas, hemos puesto en marcha nuestro Modelo Integral de Educación Digital, a través del cual se facilitan recursos educativos digitales de alta calidad, metodologías de enseñanza-aprendizaje innovadoras y formación docente. Los coaches ProFuturo, junto al equipo de la Archidiócesis de Antsiranana, liderado por Monseñor Ramaroson, se encargan de garantizar el correcto desarrollo del proyecto en los centros educativos. En su día a día, los coaches visitan las escuelas para acompañar a los docentes y así garantizar la correcta integración del modelo en cada caso particular. 

Una vez consolidado el proyecto en el norte del país, nuestro mayor reto ha sido acercar la educación a las escuelas de la zona sur. La parte meridional de Madagascar es uno de los entornos más vulnerables del mundo. El desabastecimiento eléctrico y las dificultades en la conectividad a internet han sido un auténtico reto a la hora de acercar nuestro programa educativo a estas escuelas y comunidades.

Por ello, en alianza con la Fundación Agua de Coco, decidimos adaptar a este contexto nuestro proyecto. El primer paso ha sido hacer realidad la “Sala ProFuturo” entablada en la Escuela de las Salinas (zona de Tuléar), que funciona como sede de formación para los más de 100 docentes procedentes de 30 escuelas próximas. Nuestro foco es la enseñanza de nuevas tecnologías y metodologías de aprendizaje, de manera que puedan aportar a sus alumnos una experiencia educativa transformadora y adaptada a las exigencias del siglo XXI. 

Además, con el objetivo de seguir acercando el proyecto a zonas remotas —como los de la Escuela de Los Zafiros, en Antshoamadiro—, la “Sala ProFuturo” acogió durante una semana a los docentes de dicho centro para que pudieran disfrutar de una formación intensiva y así llevar el proyecto también a este lugar. 

Contrapartes

Agua de Coco

Equipo

«Junto a la imagen de paraíso tropical, la realidad de Madagascar es muy dura. Los niños y niñas malgaches se enfrentan a unas condiciones de pobreza extrema en su vida diaria. Esto hace que las familias se vean obligadas a enviarles a trabajar principalmente en las minas o en las canteras de piedra, donde están expuestos a violencia, explotación sexual y enfermedades respiratorias. Poder ir al colegio es todo un logro por lo que, además, que el centro cuente con un proyecto como ProFuturo representa una mejora en el día a día en las escuelas y una herramienta clave para afrontar el futuro en un mundo cada vez más global y digital»

Isabel Pérez Coordinadora de ProFuturo en Madagascar

Isabel Pérez

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