Educación en emergencias: nuestro modelo de refugiados

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Educación en emergencias: nuestro modelo de refugiados

La educación es un derecho fundamental de todas las personas, incluidas aquellas afectadas por conflictos y desastres naturales. Las situaciones de emergencia afectan especialmente a los niños y niñas, a quienes muchas veces se niega una educación de calidad. Por ello, en 2017 empezamos a adaptar nuestro programa de educación digital a contextos de crisis con el objetivo de favorecer el acceso a una educación integral de calidad a niños y niñas que se han tenido que desplazar forzosamente y que se encuentran en situación de refugio, tanto en campos como en centros de refuerzo y asentamientos informales en entornos urbanos o rurales.

Para que tenga lugar un aprendizaje de calidad en un contexto de refugio, es necesario que haya ciertos aspectos cubiertos como son el bienestar psicosocial de los niños y el que puedan estudiar en un ambiente seguro. Por eso, nuestro Modelo para personas refugiadas se basa en los estándares establecidos por la Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE) con el objetivo de:

  • Proporcionar un acceso a un lugar seguro para el aprendizaje proporcionando infraestructura y materiales educativo y sanitarios adecuados, además de seguridad alimentaria.
  • Mejorar la calidad de la educación a través de la introducción de la tecnología.
  • Fortalecer la resiliencia a través del apoyo psicosocial de niños y niñas, profesores y familias.

Para lograr este enfoque holístico, trabajamos en coalición con distintos agentes, gobiernos, ONG, expertos en educación y otras instituciones, que nos ayudan a complementar el Modelo Integral de Educación Digital de ProFuturo con estos componentes adicionales.

Hoy implementamos nuestro Modelo para personas refugiadas en Líbano, Malaui y Jordania.

Líbano, Malaui y Jordania

Líbano fue el primer país en el que implementamos este modelo de intervención educativa. Arrancamos en 2017 con un proyecto piloto en un centro de refuerzo escolar ubicado en Bourj Hammoud, un barrio a las afueras de la capital Beirut. Gestionado por el Servicio Jesuita al Refugiado (JRS), el centro atiende a refugiados sirios que ya están inscritos en el sistema educativo público libanés, en el que el idioma y currículo es distinto al de sus países de origen. En horario extra escolar ofrecemos a los alumnos refuerzo pedagógico, principalmente de idiomas (francés e inglés), y apoyo con los deberes.

En 2018, empezamos a trabajar también en el Valle de la Bekaa, ubicado a pocos kilómetros de la frontera con Siria y donde se han instalado la mayoría de los asentamientos informales de refugiados sirios. En colaboración con la Fundación Kayany y la Universidad Americana de Beirut (AUB), nuestro programa se implementa en 14 centros de aprendizaje gestionados por varias ONGs para cubrir las necesidades educativas de niños y niñas que, en la mayoría de los casos, no tienen acceso a la formación reglada.

En 2019, empezamos a trabajar en el campo de refugiados de Dzaleka, ubicado a 30 kilómetros de la capital de Malaui; este acoge a unas 40.000 personas, en su mayoría procedentes de la vecina República Democrática del Congo.

En colaboración con el Servicio Jesuita al Refugiado (JRS), implementamos el programa en el único colegio de educación primaria que hay en el campo de refugiados, donde estudian unos 4.000 alumnos. Proveemos equipamiento tecnológico y, a través de capacitación docente y metodologías de enseñanza innovadoras, ayudamos a alumnos de tercero y quinto de primaria a reforzar conocimientos en materias como matemáticas o inglés durante las horas lectivas. Además, en dos salas contiguas a la escuela, construidas recientemente por la ONG Manos Unidas, hemos puesto a disposición de los alumnos contenido digital y materiales interactivos para que puedan reforzar su experiencia de aprendizaje cuando no estén en el aula. En este espacio, también se atiende a personas adultas y a niños y niñas que no acceden a la educación formal.

Por su parte, en Jordania y junto a la Asociación Mensajeros por la Paz, en 2020 empezamos a implementar nuestro programa de educación digital en una escuela de Amman. Trabajamos con refugiados iraquíes en contextos de educación informal.

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