Romper el círculo de pobreza con educación digital

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Romper el círculo de pobreza con educación digital

Jambo Na Karibu! (¡Hola y bienvenido!) son las primeras palabras que uno escucha tras su llegada a Kenia. Un país conocido y reconocido por su biodiversidad, se trata también de una de las regiones del este de África más adelantadas en el uso de las TIC en la educación.

Jambo Na Karibu! (¡Hola y bienvenido!) son las primeras palabras que uno escucha tras su llegada a Kenia. Un país conocido y reconocido por su biodiversidad, se trata también de una de las regiones del este de África más adelantadas en el uso de las TIC en la educación.

Desde hace quince años, la educación primaria es gratuita para todos los estudiantes en Kenia y, según datos del Banco Mundial, esta política pública incrementó la asistencia a las aulas en casi un 40%. A pesar de todo ello, los niveles de alfabetización siguen siendo bajos, especialmente en las zonas rurales, y la calidad de la educación no es suficiente para garantizar los conocimientos básicos.

En mayo del pasado año, World Vision, la ONG de ayuda a la infancia y a los niños más pobres y vulnerables, visitó con ProFuturo escuelas en Nyamusi y Kegonga, para ver cómo se podía implantar el proyecto en ambas regiones. Esta es la experiencia sobre el terreno de Javier Ruiz, CEO de World Vision España.

Es una gran alegría y un privilegio poder ser parte de este proyecto de educación en las comunidades de Nyamusi y Kegonga, Kenia. La colaboración entre World Vision y ProFuturo nace de un objetivo compartido: conseguir que todos los niños y niñas del mundo puedan tener acceso a una educación inclusiva y de calidad.

A través de la integración de la tecnología en las aulas, los niños acceden a un contenido continuamente actualizado y se conectan a la realidad de otros países. Están más motivados y aprenden divirtiéndose e interactuando, con un ritmo de aprendizaje adaptado a cada necesidad. La educación es un derecho clave para garantizar el cumplimiento de todos los derechos de la infancia. Incluido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados por los líderes mundiales para 2030, la educación de calidad (ODS número 4) permite a cada niño y niña desarrollar todo su potencial y alcanzar sus sueños con un futuro lleno de oportunidades.

Me encantó ver en uno de los colegios de Nyamusi su visión escrita en la pared: «to be the best school in the region offering pupils with the holistic knowledge and skills to face challenges of present life» (ser la mejor escuela en la región en ofrecer a los alumnos el conocimiento holístico y las capacidades para enfrentar los retos de la vida actual). La frase tiene una riqueza extraordinaria. Escrito a mano y sobre los muros que la sostienen, describe en sólo dos líneas el papel de una escuela mejor que cualquier libro de teoría: los alumnos en el centro como presente y futuro de Kenia. La necesidad de adquirir conocimientos, pero también de desarrollar competencias personales y habilidades para la vida. El énfasis en la importancia de la educación para afrontar los retos de la vida presente además de ser la base de un mejor futuro. Finalmente, la búsqueda de la excelencia (¡ser el mejor colegio de la región!) con la mejor educación para cada niño y niña.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 17 señala la necesidad de construir alianzas si queremos promover un desarrollo sostenible. Este proyecto de colaboración por la educación digital entre World Vision y ProFuturo (fruto a su vez de la alianza entre Fundación Telefónica y Fundación Bancaria «la Caixa») es un claro ejemplo.

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