Este año en ProFuturo celebramos el Día Mundial del Refugiado de una manera especial porque hemos ampliado nuestro modelo de refugiados a dos nuevos países: Ruanda y Tanzania. Nuestro trabajo contribuirá en 2021 a mejorar la educación de 16.800 niños y niñas que han visto interrumpida su educación al verse obligados a desplazarse de manera forzosa.
El trabajo en estos dos países se suma al que ya desarrolla ProFuturo en campos de refugiados y asentamientos informales en Líbano, Jordania, Malaui. En estos tres países hemos conseguido formar a 197 docentes y beneficiar a 7.280 niños y niñas.
Según datos de ACNUR actualmente hay 82,4 millones de personas desplazadas a la fuerza en todo el mundo. A día de hoy, hay el doble de personas desplazadas que en 2011, cuando el total era poco menos de 40 millones. Además, las niñas y los niños menores de 18 años representan el 42% de todas las personas desplazadas. Nos encontramos en un momento en el que el 1% de la población mundial ha tenido que huir de sus casas a causa de guerras, conflictos o desastres naturales.
En 2001 Naciones Unidas creó el Día Mundial del Refugiado para honrar a las personas refugiadas y desplazadas en todo el mundo cada 20 de junio. La efeméride busca reivindicar los derechos, necesidades y sueños de la población refugiada y fomentar la empatía y comprensión.
Nuestro compromiso con las personas refugiadas
Independientemente de la situación en la que se encuentren, todos los niños y niñas tienen derecho a la educación. Por eso, en 2017 en ProFuturo empezamos a adaptar nuestro Modelo Integral de Educación Digital a contextos de crisis aplicando un enfoque holístico alineado con los principios de la Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE). De esta forma, trabajamos con organizaciones que nos ayudan a cubrir otros aspectos que también son necesarios para garantizar el aprendizaje de calidad en un contexto de refugio: apoyo psicosocial, espacios de aprendizaje seguro o asistencia alimentaria y sanitaria.
La contribución de ProFuturo a la mejora de la educación en contextos de emergencia fue parte del Foro Global por los Refugiados, organizado por ACNUR en 2019 en Ginebra y forma parte del Dashboard que recoge todos los compromisos realizados por instituciones públicas y privadas que contribuyen a la consecución del Pacto Mundial de Naciones Unidas sobre los Refugiados. La ampliación de dicho compromiso fue comunicada públicamente el pasado mes de mayo en el marco de un encuentro global de empresas organizado por ACNUR internacional.
Ruanda y Tanzania
En Ruanda, de la mano de ACNUR, hemos empezado a implementar nuestro programa de educación digital en 6 campos de refugiados en las regiones de Mahama, Kigeme, Mugombwa, Nyabiheke, Gihembe y Kiziba. El objetivo prioritario es aumentar la calidad de la educación y facilitar la integración de los niños y niñas refugiados en el sistema educativo nacional. La alianza beneficiará a 10.541 niños y niñas y 373 docentes de 11 escuelas situadas en 6 campos de refugiados de Ruanda, en las regiones de Mahama, Kigeme, Mugombwa, Nyabiheke, Gihembe y Kiziba.
En Tanzania, estamos trabajando con Save the Children en la región de Kigoma, en ocho escuelas de educación primaria y dos centros móviles en los campamentos de refugiados de Nduta y Nyarugusu. El proyecto conjunto formará en 2021 a 190 docentes y contribuirá a mejorar la calidad de la educación de 6.293 burundeses y congoleños de entre 6 a 17 años.
Líbano, Jordania y Malaui
Líbano fue el primer país en el que ProFuturo implementó su modelo de intervención educativa adaptado a contextos de emergencias. De la mano del Servicio Jesuita al Refugiado (JRS) y Entreculturas desarrollamos un proyecto piloto en un centro de refuerzo escolar a las afueras de Beirut que atiende a refugiados sirios que ya están inscritos en el sistema educativo público libanés, en el que el idioma y currículo es distinto al de sus países de origen. En 2018 y gracias a la colaboración con la Fundación Kayany y la Universidad Americana de Beirut (AUB) ampliamos nuestra actuación al Valle de Bekaa, zona localizada a escasos kilómetros de la frontera con Siria y donde actualmente se encuentran la mayoría de asentamientos informales de refugiados sirios. ProFuturo también trabaja en una escuela en Akkar y en un centro de refuerzo escolar que se encuentra dentro de un campo de refugiados palestinos en Beirut. En total, estamos en 18 centros educativos del país, donde hemos formado a 131 docentes y contribuido a mejorar la educación de 2.668 niños y niñas.
En 2019 ProFuturo llevó el modelo educativo de emergencias al campo de refugiados de Dzaleka, a 30 kilómetros de la capital de Malaui y que acoge a 40.000 personas procedentes en su mayoría de la República Democrática del Congo. En colaboración con el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y Entreculturas, el programa ha beneficiado a 4.365 niños y niñas y a 53 docentes de la única escuela de educación primaria del campo de refugiados.
En Jordania trabajamos desde 2020 con 13 docentes y 247 alumnos iraquíes en una escuela de Amman con la Asociación Mensajeros por la Paz en una escuela en Marka, un barrio de Amman, donde se trabaja con alumnos iraquíes refugiados en el país. Ahora estamos ampliando nuestra actuación para incluir también a profesores jordanos.
Aprender árabe jugando
Para enseñar a leer en árabe a niños y niñas refugiados sirios e iraquíes, ProFuturo ha empezado a utilizar en las escuelas en las que trabaja en Líbano y Jordania el videojuego Antura and the Letters. Este recurso digital permite a los alumnos aprender a leer en árabe desde cero jugando. Junto a un avatar de un perro, aprenden a reconocer cada letra y su sonido. A partir de ahí empiezan a construir y leer palabras formadas por las letras aprendidas.