Durante la pandemia de COVID-19, la educación a nivel mundial experimentó una transformación acelerada hacia la digitalización. Ecuador no fue la excepción, viéndose obligado a pasar de un modelo predominantemente presencial a uno virtual de un día para otro. Esta transición evidenció la urgente necesidad de formar a los docentes para que pudieran adaptarse a las nuevas exigencias.
En este contexto, el programa ProFuturo, impulsado por la Fundación Telefónica y la Fundación «la Caixa», emprendió una colaboración con el Ministerio de Educación de Ecuador para fortalecer las competencias digitales de los maestros y mejorar la calidad de la educación en el país. Un estudio reciente analizó los resultados de esta iniciativa. El artículo Strengthening Policies for Education, Innovation, and Digitization Through Teacher Training: Evaluating ProFuturo’s Open Model in Ecuador, publicado en la International Review of Research in Open and Distributed Learning, reflexiona sobre estos resultados y sus implicaciones para las políticas educativas.
Formación docente a gran escala
Entre 2020 y 2022, ProFuturo ofreció en Ecuador siete sesiones de capacitación en línea, impartiendo 198 cursos con una duración total de 1.241.211 horas. Más de 563.000 docentes se inscribieron en estos programas, de los cuales 218.054 fueron certificados.
Los cursos abarcaron una amplia gama de temáticas, desde competencias digitales hasta metodologías pedagógicas innovadoras, pasando por liderazgo, comunicación y ciudadanía digital. Según el estudio, el 30% de los cursos se enfocaron en pedagogía y metodologías, el 26% en habilidades digitales para docentes y el 13% en ciudadanía digital.
“La pandemia puso de manifiesto la apremiante necesidad de capacitar al personal docente. Mientras que en muchos casos las plataformas y los medios digitales lograron proporcionar una solución de emergencia para continuar con la escolarización, en cada contexto se hizo evidente la urgente necesidad de formar a los maestros”, explican los autores del artículo, Miguel Massigoge-Galbis, director de evaluación de Possible Lab y Núria Hernández-Sellés, investigadora del Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle.
Impacto en las aulas en Ecuador
El estudio analizó la percepción de los docentes sobre la utilidad de la formación recibida y su grado de transferencia a las prácticas educativas.
«Hasta el 98,8% de las evaluaciones indicaron la utilidad del modelo implementado por ProFuturo, que usa la tecnología como herramienta para mejorar la calidad de la educación», destacan los autores.
Además, se encontró que los docentes con más horas de capacitación fueron quienes más modificaron sus actividades pedagógicas tras participar en los cursos. Cuando se les preguntó específicamente sobre el nivel de transferencia a prácticas educativas concretas, el grado de transferencia fue en general alto, superando el 78,8%, a excepción de las actividades en las que los estudiantes crean y producen recursos digitales, que tuvieron un nivel de transferencia del 61,3%.
«Estos niveles de transferencia al aula dan fe de la convicción de los docentes sobre la utilidad de estas prácticas, tanto para mejorar las habilidades digitales de los estudiantes como para mejorar las competencias curriculares», concluye el artículo.
Mejora de competencias digitales docentes
Para medir el impacto de la formación de ProFuturo en el nivel de competencia docente, los investigadores analizaron los resultados de la herramienta de autoevaluación de competencias digitales, comparando a los maestros que habían recibido más de 150 horas de capacitación con aquellos que no habían participado.
Los resultados muestran diferencias significativas. Los docentes que completaron más de 150 horas de formación demostraron un mayor nivel de competencia digital en comparación con sus pares sin capacitación. “Esto demuestra los beneficios del programa y el papel fundamental que juega la formación docente en los procesos de transformación digital, especialmente en contextos de emergencia como la pandemia”, afirman los autores.
El estudio también reveló patrones interesantes en cuanto a los grupos que más se beneficiaron de la capacitación. Por ejemplo, los docentes de género masculino y los mayores de 50 años mostraron mayores niveles de mejora en sus competencias digitales tras la formación.
Lecciones para las políticas educativas
Los autores del artículo destacan que la colaboración entre el Ministerio de Educación de Ecuador y ProFuturo durante la pandemia sirvió no solo para mitigar los riesgos inherentes a la crisis, sino también para mejorar las competencias de los docentes y la transferencia de los aprendizajes a las aulas. “Ante la debilidad de las estructuras existentes para brindar capacitación a través de canales digitales a gran escala en un contexto de emergencia, la intervención de ProFuturo aportó la experiencia y la infraestructura necesarias para abordar este desafío», explican Massigoge-Galbis y Hernández-Sellés.
Sin embargo, los autores subrayan que estos procesos de transformación digital implican cambios estructurales profundos que requieren del diseño de estrategias complejas que involucren a múltiples actores del sistema educativo. “A menos que los responsables de desarrollar las políticas educativas aprovechen los beneficios potenciales de la investigación, el desarrollo y la innovación, y realicen los esfuerzos necesarios para implementar correctamente estos proyectos, la brecha educativa global seguirá creciendo», advierten.
En este sentido, el artículo destaca la importancia de que los gobiernos y las instituciones educativas aprendan de esta experiencia y empleen una planificación previa a las crisis que conduzca a la transformación del proceso educativo. “Estas colaboraciones entre el sector público y organizaciones especializadas pueden servir no solo para responder a situaciones emergentes, sino también para iniciar un proceso de aprendizaje institucional que fortalezca y capacite al sistema, dejando al país con la capacidad y autonomía necesarias para gestionarse de manera autónoma”, concluyen.
La experiencia de ProFuturo en Ecuador, ofrece varias lecciones valiosas de cara a fortalecer las políticas educativas y la formación docente en contextos de emergencia y en la transición hacia la educación digital. Estas lecciones no solo aplican a Ecuador, sino que pueden ser útiles para otros países en América Latina y regiones con condiciones similares. A continuación, presentamos algunas de ellas:
1. Importancia de la formación docente continua y en diversas competencias. La formación docente debe ser integral, abarcando no solo habilidades digitales, sino también metodologías pedagógicas innovadoras, comunicación, liderazgo y ciudadanía digital. Esto permite a los docentes desempeñar múltiples roles en el aula digital: como facilitadores, diseñadores instruccionales y gestores de tecnología. La experiencia de ProFuturo demostró que los docentes bien capacitados en estas áreas transfieren con más eficacia estas competencias a sus prácticas diarias.
2. Adaptabilidad y resiliencia ante emergencias. La pandemia reveló la necesidad de que los sistemas educativos sean flexibles y puedan adaptarse rápidamente. La colaboración entre ProFuturo y el Ministerio de Educación de Ecuador logró mitigar la interrupción educativa gracias a la rápida implementación de cursos y herramientas digitales. Este enfoque de respuesta rápida resalta la necesidad de contar con planes preestablecidos de contingencia educativa que puedan activarse en situaciones de crisis, y con la infraestructura digital adecuada para llegar a todos los docentes
3. Uso de tecnología como herramienta para el aprendizaje colaborativo. Una lección destacada es el valor del aprendizaje colaborativo en ambientes digitales. El estudio indicó que la mayoría de los docentes aplicó métodos colaborativos en sus aulas, lo cual favoreció un aprendizaje más inclusivo y activo. La capacitación en tecnologías colaborativas ayuda a los docentes a fomentar competencias como el trabajo en equipo y la comunicación, esenciales en un contexto digital
4. Valor de la autoevaluación y retroalimentación para mejorar las competencias. El uso de herramientas de autoevaluación permite a los docentes reflexionar sobre sus habilidades y ver su progreso, como fue el caso en la iniciativa de ProFuturo. Este proceso también ofrece datos valiosos para los sistemas educativos, ya que ayuda a identificar las áreas en las que los docentes necesitan más apoyo. La autoevaluación debería integrarse en los programas de formación docente para fomentar el aprendizaje continuo y la mejora profesional.
5. Desarrollo de modelos de colaboración público-privada. La experiencia de ProFuturo muestra cómo las colaboraciones público-privadas pueden ser cruciales para implementar rápidamente programas de formación a gran escala. Estas alianzas aportan no solo recursos económicos, sino también experiencia técnica, infraestructura digital y acceso a redes de conocimiento globales. Para otros países, fomentar este tipo de asociaciones podría ser un camino viable para fortalecer sus capacidades educativas y cerrar brechas digitales en zonas vulnerables
6. Descentralización de recursos y enfoque en la autonomía. Una lección relevante es la necesidad de descentralizar la formación y los recursos digitales para que lleguen a todos los contextos. En Ecuador, la mayoría de los docentes capacitados pertenecían a instituciones públicas, muchas de ellas en zonas rurales o con menor acceso tecnológico. Invertir en modelos que promuevan la autonomía en las comunidades educativas locales —capacitando a los docentes para autogestionarse— contribuye a un sistema educativo más resiliente y equitativo
7. Sostenibilidad a largo plazo y planificación preventiva. Los cambios en la educación no deben limitarse a soluciones de emergencia. La experiencia de ProFuturo destaca la necesidad de planificar políticas sostenibles a largo plazo que mantengan la formación docente actualizada y que integren la tecnología como parte de la práctica educativa habitual. Estas políticas deben incluir la infraestructura y los recursos necesarios, de modo que los sistemas educativos puedan responder eficazmente a futuras crisis
8. Atención a las diferencias demográficas en la formación docente. La capacitación ofrecida por ProFuturo evidenció diferencias en la mejora de competencias según el género, la edad y la experiencia previa de los docentes. Los mayores de 50 años y los hombres mostraron mayores niveles de mejora en competencias digitales tras la formación. Esto sugiere que los programas de capacitación deben diseñarse considerando las necesidades y características de diversos grupos, asegurando que todos los docentes puedan mejorar equitativamente sus competencias.
Referencias
Hernández-Selles, N. y Massigoge-Galbis, M. (2024). Strengthening Policies for Education, Innovation, and Digitization Through Teacher Training: Evaluating ProFuturo’s Open Model in Ecuador, International Review of Research in Open and Distributed Learning, 25(4):1-18. DOI:10.19173/irrodl.v25i4.7865