16 millones de docentes para garantizar la educación de calidad en África
Los sistemas educativos son tan buenos como lo son sus docentes. Esta gran verdad sobre el impacto de los docentes en la calidad de la educación nos la contaba en este post la CEO de Teach for Nigeria. Y en África la calidad de los docentes es muy pobre: profesores poco cualificados (en el mejor de los casos), desmotivados, mal remunerados y poco respetados y considerados deben enfrentarse, sin apenas recursos, a aulas superpobladas con estudiantes que casi siempre afrontan problemas muy graves de pobreza e inequidad.
La UNESCO ha calculado que, si queremos alcanzar los objetivos fijados por la Agenda 2030, el África subsahariana necesita 5,4 millones de docentes adicionales en la enseñanza primaria y 11,1 millones en la enseñanza secundaria.
En este contexto, la formación en cascada se presenta como una estrategia prometedora que puede impulsar el desarrollo profesional de los educadores en África y tener un impacto positivo en la educación de los estudiantes.
En este artículo veremos en qué consiste la formación en cascada, cómo ProFuturo ha implementado este enfoque, en colaboración con la organización internacional Teach for All, y qué aprendizajes pueden derivarse de la experiencia.
La formación en cascada: una estrategia efectiva para el desarrollo profesional docente
La formación docente en cascada es un enfoque en el que los conocimientos y las habilidades se transmiten desde un grupo de formadores capacitados a un grupo más amplio de docentes. Esta estrategia se basa en la idea de que los docentes pueden aprender de sus pares y que la colaboración entre colegas es una forma efectiva de desarrollo profesional.
¿Cómo funciona? El proceso de formación en cascada comienza con la selección de un grupo de formadores altamente capacitados que son los responsables de adquirir nuevos conocimientos y habilidades que luego transmitirán a sus pares. Una vez que los formadores han adquirido los conocimientos necesarios, comienza la fase de cascada. En esta etapa, los formadores comparten sus conocimientos con un grupo más amplio de docentes, que pueden ser de la misma escuela, de la misma región o incluso de todo el país.
ProFuturo y la formación docente en África
La Fundación ProFuturo cree firmemente en el poder de los docentes como agentes y motores fundamentales de la transformación de la educación. Por eso, en 2020, impulsan en colaboración con la organización Teach for All, el proyecto de Desarrollo Profesional Docente. Su objetivo: convertir a los docentes en agentes de cambio de sus comunidades educativas combinando la formación en cascada, la tecnología y la mejora de la gestión en el aula.
La iniciativa se ha implantado, de momento, en siete países del África subsahariana: Kenia, Sierra Leona, Sudáfrica, Zimbabue, Nigeria, Tanzania y Liberia y, durante los tres años de implementación, se ha formado a 37.522 docentes.
Con el objetivo de conocer la utilidad y aplicabilidad de estas formaciones y extraer conclusiones que sirvan de guía a futuros proyectos con metodologías y enfoques similares, ProFuturo y Empieza por Educar han analizado y evaluado la experiencia para recopilar las conclusiones, lecciones aprendidas y buenas prácticas de todo el proyecto.
La formación docente en cascada como elemento de transformación
A continuación, explicaremos las lecciones aprendidas en los tres años de implementación del proyecto.
Eficiencia del modelo de formación en cascada
La formación en cascada permite una distribución más eficiente de los recursos. En lugar de capacitar individualmente a cada docente, la formación se lleva a cabo en grupos más grandes, lo que reduce los costos y maximiza el alcance de la capacitación. Adicionalmente, y al potenciar que el docente formado sea a su vez formador, los aprendizajes son más robustos: aprender para enseñar es una “acción cognitiva” de mayor complejidad.
El modelo de formación en cascada de este proyecto está compuesto por dos tipos de docentes. Por un lado, se encuentran los docentes de Nivel 1, formados directamente por el equipo de las contrapartes locales siguiendo la metodología de Teach For All. Estos docentes son participantes de los propios programas de desarrollo existentes en las contrapartes locales (fellows). Los docentes de nivel 2, ya establecidos en sus centros educativos e integrados en el sistema educativo local, reciben formación a cargo de los docentes de nivel 1, basada en los materiales elaborados conjuntamente por Empieza por Educar (Teach for All en España) y ProFuturo. Esto otorga protagonismo a las contrapartes locales y a los docentes de Nivel 1, quienes también desarrollan sus capacidades de formación del profesorado.
De esta manera, se genera un efecto multiplicador que permite llegar a muchos docentes en diferentes lugares y contextos. Concretamente, durante los tres años de implementación del proyecto se formaron 37.522 docentes de los cuales 1.789 son Nivel 1 y 37.209 son Nivel 2. Esto demuestra la capacidad que tienen las formaciones en cascada y su efecto multiplicador.
Formación flexible, pertinente y adaptable al contexto
Los formadores que imparten la capacitación son docentes en ejercicio, que comprenden los desafíos y las necesidades específicas de la enseñanza en el aula. Esto les permite adaptar los contenidos y las estrategias de enseñanza a las realidades y demandas del entorno educativo en el que se encuentran los docentes participantes.
En este caso, se trata de una formación intensa basada en los principales pilares para implementar una docencia efectiva y adecuada para alumnos de cualquier etapa educativa. Consta de cinco módulos obligatorios (centrados en la visión y planificación de las clases, la cultura y gestión del aula y la verificación de la comprensión), con una duración mínima total de 15 horas, y de cuatro módulos extra que las contrapartes locales pueden incluir en sus formaciones, centrándose en aquellos módulos que puedan resultar más adecuados a su contexto.
En lo que se refiere al grado de satisfacción de los participantes con la formación obtenida, más del 88% considera que ha contribuido al desarrollo de distintas competencias y conocimientos que le permitirán ser un mejor profesor. También es elevada la percepción sobre la relevancia y utilidad de la formación alcanzando un 80% el porcentaje de docentes que cree que los contenidos han sido pertinentes.
Materiales pedagógicos de calidad y recursos actualizados
Libro de texto con toda la teoría, infografías resumen de cada uno de los módulos, presentaciones digitales explicativas…Se elaboraron materiales pedagógicos, analógicos y digitales, de utilidad en los diferentes contextos educativos locales y que cubren lagunas de las áreas de mayor desarrollo de la innovación educativa actual (competencias digitales, gestión de aula, construcción de relaciones positivas con el alumnado).
La calidad de los formadores
Uno de los desafíos clave de la formación en cascada es asegurar que los formadores seleccionados sean expertos altamente capacitados y posean las habilidades necesarias para transmitir conocimientos y estrategias de enseñanza de manera efectiva. En este caso, los resultados relacionados con la satisfacción con los formadores, su accesibilidad, capacidad de explicación y conocimiento sobre los módulos impartidos son altos en todos los casos: más del 88% considera que su formador ha sido accesible, más del 87% considera que su formador ha sido claro en sus explicaciones y más del 79% considera que su formador tenía un conocimiento riguroso acerca de la materia impartida.
Redes de colaboración entre pares
Esta estrategia promueve la colaboración y el intercambio de ideas entre los docentes, lo que fomenta el aprendizaje continuo y el desarrollo profesional. En este caso, trabajar con otros docentes parece haber sido una experiencia positiva para todos los participantes ya que la posibilidad de compartir reflexiones, dudas y propuestas ayuda y favorece la propuesta de nuevas ideas y metodologías.
Seguimiento y apoyo continuo a los docentes
Después de recibir la capacitación, es fundamental proporcionar a los docentes un seguimiento y apoyo continuo para que puedan aplicar los nuevos conocimientos en su práctica diaria. La falta de seguimiento puede llevar a que los docentes se sientan desmotivados o tengan dificultades para implementar las estrategias aprendidas. Es necesario establecer mecanismos de apoyo, como asesoramiento, observación en el aula o espacios de colaboración para resolver dudas y compartir experiencias, especialmente en los contextos vulnerables donde se desarrolla su actuación, a veces desprovistos de herramientas básicas de apoyo y refuerzo a la labor docente.
Capacidad de motivación
Muchas veces, la rutina de la docencia hace que la vocación pase a un segundo plano. Esta formación ha permitido a los docentes reencontrarse con su profesión y recordar metodologías olvidadas, particularmente al reforzarse con actividades de metacognición, de reflexión sobre sus procesos de enseñanza y de revisión de los aprendizajes en los alumnos (Siempre en y desde el aula).
Sinergias y colaboración público-privada-sociedad civil
El programa ha supuesto una importantísima vía de contacto de las contrapartes locales con representantes del gobierno a todos los niveles y otros agentes del sector educativo, ampliando la red y permitiendo que ambas organizaciones lleguen a más docentes y más escuelas.
En suma, este piloto compartido de desarrollo profesional docente muestra el potencial de la formación en cascada como estrategia transformadora para fortalecer la educación en África y otros entornos vulnerables. Con la actuación complementaria de dos entidades con fin fundacional común, se pudo proporcionar una capacitación efectiva, contextualizada y colaborativa, mejorando la calidad de la enseñanza y el aprendizaje.
Entre las conclusiones también se destacan los desafíos y espacios de mejora relacionados con la conectividad y la infraestructura limitada y con la implementación de las herramientas de monitoreo y evaluación, así como la evolución a futuro que tendrían que tener tal tipo de programas para que las dinámicas “en cascada” sean exponenciales”.
Sin embargo, con un enfoque integral y un compromiso sostenido con implicación de autoridades gubernamentales, sociedad civil y organizaciones privadas, la formación en cascada puede contribuir significativamente al desarrollo educativo en África y otros entornos vulnerables, empoderando a los docentes para que se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades y al servicio de las nuevas generaciones.