La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la educación, resultando en la pérdida de aprendizajes para millones de estudiantes en todo el mundo. UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial, han cifrado ese impacto en más de 1.600 millones de estudiantes afectados por la interrupción repentina de sus clases (The State of the Global Education Crisis: A Path to Recovery, 2021).
Aunque los países implementaron diversas estrategias para atender la crisis, su calidad y alcance fue desigual, lo que resultó en severas pérdidas de aprendizajes, especialmente entre aquellos niños y niñas pertenecientes a los grupos más vulnerables de la sociedad. Concretamente, las estimaciones de algunos organismos internacionales indican que el sur de Asia y América Latina son las regiones más afectadas por esta “disrupción educativa, en la que siete de cada 10 estudiantes han visto su proceso de aprendizaje severamente alterado (The State of Global Learning Poverty, 2022). La recuperación de los aprendizajes perdidos se ha convertido en un desafío apremiante para los sistemas educativos, que deben implementar estrategias efectivas para cerrar la brecha educativa y garantizar el desarrollo integral de los estudiantes.
En este contexto surge Kit Literacy+, un programa de la Fundación GLOT (Colombia), cuyo objetivo es la aceleración de aprendizajes de estudiantes de educación primaria. En este artículo, conoceremos la trayectoria de esta iniciativa, sus principios y características, y los resultados de la evaluación piloto que ha acompañado la implementación en Colombia de este programa, que busca consolidarse como un programa escalable para la reducción de brechas educativas en América Latina.
¿Por qué un programa de aceleración de aprendizajes en Colombia?
Los resultados de PISA (2018) indicaban que, aunque el desempeño de los estudiantes había ido mejorando a lo largo de los años, el estudiantado del sistema educativo colombiano obtenía un rendimiento menor a la media de la OCDE en Lectura, Matemáticas y Ciencias. De acuerdo con dichos resultados, en el caso de Lectura, la mayor parte de los estudiantes (cerca del 50%) se ubica en el nivel 2 de la medición, lo que significa que han desarrollado habilidades para comprender textos de una extensión moderada, identificar información explícita y reflexionar sobre el propósito de los textos. Sin embargo, solo el 1% del alumnado desarrolla habilidades asociadas a los niveles más complejos de lectoescritura, como son las habilidades para la comprensión de textos extensos, conceptos más abstractos o la capacidad de manejar y distinguir información implícita en los textos.
En Matemáticas ocurre un fenómeno similar, ya que cerca de un 35% se ubica en el nivel 2 de la medición, lo que se asocia a la capacidad de interpretar y reconocer representaciones matemáticas, sin la necesidad de instrucciones directas, y solo el 1% de los y las jóvenes se ubicó en los niveles superiores de la evaluación. Además, en términos generales, únicamente el 10% del estudiantado más desfavorecido logra desarrollar habilidades de niveles superiores y de mayor complejidad, porcentaje menor a la media OCDE (11%).
Para terminar de agravar la situación, al cerrar las escuelas, los estudiantes perdieron cerca del 40% de los aprendizajes programados para el año escolar. Este indicador es significativamente mayor en la población vulnerable, estimándose una diferencia cercana a 10 puntos porcentuales. La educación a distancia pudo mitigar estos resultados en parte, pero las diferencias en conectividad y acceso a dispositivos digitales hacen que su efecto haya sido desigual, especialmente en sectores rurales.
Tres principios para acelerar los aprendizajes
El programa Kit Literacy+ busca abordar el desafío del rezago escolar a través de acciones para la aceleración de los aprendizajes en las áreas de lectura, escritura y matemáticas para la educación primaria. Para ello, han desarrollado una metodología fundamentada en tres principios:
a) Enfoque de Enseñanza en el Nivel Correcto. La propuesta se inspira en los principios del Teaching at the Right Level (TaRL), un programa desarrollado por Pratham Education Foundation en India. Este enfoque se centra en que cada estudiante adquiera rápidamente habilidades esenciales de lectura y matemáticas de acuerdo a sus necesidades individuales, sin importar su edad o grado escolar. Esto implica una transformación del currículo tradicional, ya que los estudiantes se organizan en pequeños grupos y avanzan a medida que progresan en su aprendizaje.
Los implementadores del programa, que pueden ser docentes, directivos u otros profesionales de la educación formados en la metodología, desempeñan un papel activo en el diseño y aplicación de las actividades, adaptándolas a las necesidades de los estudiantes. En este sentido, la evaluación diagnóstica es personalizada e individual, y permite un avance ágil al siguiente nivel, en función del progreso de cada estudiante.
En el caso de Kit Literacy+, se realizó una adaptación de estos principios al contexto del sistema educativo colombiano, teniendo en cuenta los objetivos y lineamientos curriculares establecidos por el Ministerio de Educación para las áreas de lenguaje y matemáticas en los cursos de tercero a quinto de primaria (aproximadamente de 8 a 10 años).
b) Contextualización de las experiencias. El diseño de las actividades se vincula directamente con la realidad de los estudiantes, abordando sus temas de interés personales o colectivos. La incorporación de estas iniciativas se ha adaptado cuidadosamente a la realidad del sistema educativo colombiano y a las condiciones reales de implementación en las escuelas. Esto implica considerar aspectos materiales como equipos, infraestructura y recursos, así como las condiciones económicas y sociales en las que desarrolla el proceso educativo, como el grado de vulnerabilidad, la población atendida, la ubicación rural o el tamaño de la institución, entre otros).
c) Aprendizaje basado en juego. El juego se utiliza como una herramienta para captar la atención y la creatividad de los niños y las niñas, fomentando así el aprendizaje y despertando el deseo de aprender. Los docentes que han participado en esta iniciativa reconocen en el juego una práctica que vincula el proceso de enseñanza-aprendizaje con la vida cotidiana. Además, estas experiencias promueven la creación de nuevas prácticas pedagógicas.
El material didáctico se compone de un kit que incluye 15 juegos y una guía con propuestas de actividades adaptadas a diferentes niveles. Además, el documento proporciona orientaciones metodológicas para abordar los contenidos, con el objetivo de vincular las características del programa al currículum escolar.
La tecnología espacio de aprendizaje y fuente de información
El equipo de Fundación GLOT considera fundamental el desarrollo de capacidades en las escuelas para implementar esta iniciativa. Esto se logra mediante la formación de docentes y otros miembros de la comunidad educativa en la metodología del programa. El uso de tecnología no solo ha sido un componente importante para lograr estos propósitos, sino que, sobre todo, ha resultado ser un espacio de aprendizaje que ha permitido al equipo identificar oportunidades y barreras en el uso de estas herramientas.
Diana Suárez, fundadora y CEO de la Fundación, destacó que, en 2020, ya tenían la primera parte de la innovación basada en los principios de la metodología TaRL (Teaching at the Right Level), “pero sabíamos que nos faltaba un componente tecnológico que sirviera para comunidades no conectadas.” Esto los llevó a diseñar una estrategia de formación de docentes utilizando la plataforma Kolibri, de Learning Equality, una herramienta de soluciones abiertas y de funcionamiento offline, especialmente diseñada para entornos sin acceso a internet.
También se encontraron obstáculos relacionados con los recursos tecnológicos. En 2021, se llevó a cabo una evaluación de la estrategia de formación basada en la tecnología en colaboración con investigadores de la Universidad de Sussex. Suárez explica: “Testeamos la aplicación y su desempeño con los docentes. Fue un desafío enorme, ya que descubrimos que no era factible implementar la solución con ellos. Los equipos informáticos no eran compatibles con el programa y existía el riesgo de pérdida de datos.” Esta investigación cualitativa llevó a redefinir ciertos aspectos del programa. Además, surgieron barreras relacionadas con las habilidades digitales del profesorado y su resistencia al uso de herramientas tecnológicas, factores que están estrechamente ligados al contexto local.
En 2022, se implementó una formación híbrida para el grupo de docentes, combinando módulos virtuales y acompañamiento presencial. Además, se desarrolló una aplicación para salvaguardar los datos recopilados por el programa, especialmente los relacionados con la evaluación diagnóstica de los estudiantes. “Esto es muy valioso, ya que, primero, se entrega información a las escuelas sobre su estado y, segundo, los tomadores de decisiones pueden ver los datos de una región específica o un municipio”, menciona la CEO. Esta herramienta permite recopilar datos de forma anónima y sin conexión a internet, genera informes de forma automática y compara los resultados de los estudiantes con los estándares curriculares de Colombia, entre otras funcionalidades.
Generando evidencia para promover la escalabilidad
En 2020, el programa Kit Literacy+ obtuvo un reconocimiento en el Primer Concurso para la Justicia Educacional de América Latina, una iniciativa impulsada por Fundación SUMMA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este concurso tenía como objetivo identificar innovaciones educativas que brindaran soluciones para reducir las brechas en contextos de exclusión, y apoyar su mejora y evaluación de efectividad para promover su escalamiento. Así, en el marco del Global Trial Fund, liderado por el Education Endowment Foundation (EEF) del Reino Unido y en colaboración con SUMMA, se llevó a cabo una evaluación piloto del programa durante 2022.
Este piloto fue liderado por IPA (Innovations for Poverty Action en Colombia), quienes proporcionaron recomendaciones para mejorar la implementación del programa con miras a su expansión. Participaron 12 instituciones educativas en Antioquia, donde se capacitó a 114 docentes y directivos escolares en la metodología. El programa benefició a casi 800 estudiantes de tercer a quinto grado de primaria y tuvo una duración de ocho semanas.
Por su parte, la evaluación realizada por Fundación GLOT revela resultados alentadores. Por ejemplo, al inicio de la intervención, en tercer grado, solo uno de cada cuatro estudiantes alcanzaba los niveles mínimos de aprendizaje correspondientes a su grado, mientras que al final del proceso, esta cifra aumentó a tres de cada cuatro estudiantes. Además, el equipo destaca que los principios de la metodología han sido bien recibidos por las comunidades escolares, quienes valoran las estrategias basadas en el juego. Como conclusión, Diana Suárez menciona que este proceso ha sido un periodo de gran crecimiento para la fundación y señala algunos próximos pasos de la iniciativa: “Nos enfocaremos en realizar los ajustes necesarios para implementar el programa en otras comunidades rurales y tenemos un interés especial en llegar a las comunidades de migrantes en Colombia. Estamos trabajando para comprender la dinámica de estas poblaciones en movimiento y así poder ofrecerles este programa.”