Pedagogías innovadoras en África: cómo fomentarlas

Todas las niñas y niños son alumnos activos con el mismo derecho a aprender. El aprendizaje también debe ser participativo y divertido y adaptarse a las necesidades de desarrollo de cada alumno. En África, el proyecto Innovative Pedagogies Project aboga por la introducción de pedagogías inclusivas, participativas y adaptativas en sus sistemas escolares. Comenzando en Ghana, Kenia y Ruanda pretenden identificar lagunas y buenas prácticas y fomentar el diálogo y la acción política. Lo vemos.

Pedagogías innovadoras en África: cómo fomentarlas

A medio camino hacia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, es bastante poco probable que podamos alcanzar la meta del ODS 4: garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa para todos.

Por ejemplo, solo en África subsahariana, 61 millones de niños de entre 6 y 11 años no van a la escuela. Además, muchos de los que están escolarizados no llegan a terminar. De hecho, solo lo hacen uno de cada tres niños en primaria, el 41% del primer ciclo de secundaria y el 23% del segundo ciclo de secundaria (UNICEF & Unión Africana, 2021).

Los resultados que obtienen aquellas niñas y niños que van a la escuela en esta región tampoco resultan muy alentadores: casi el 87% son incapaces de leer y comprender un texto sencillo a los 10 años. En promedio, la proporción de niñas y niños que alcanzan el nivel mínimo de competencia al final de la escuela primaria es solo del 35% en Lectura y del 22% en Matemáticas (UNICEF & Unión Africana, 2021).

Pedagogías innovadoras en África¿Qué está sucediendo? ¿Por qué no aprenden las niñas y niños los que necesitan? ¿Cómo podemos revertir esta situación? Para averiguarlo, La Education Commission, en colaboración con los gobiernos y socios locales de Ghana, Kenia y Ruanda, junto a la Lego Foundation, han puesto en marcha el Innovative Pedagogies Project. Este proyecto pretende destacar la gran importancia de las pedagogías inclusivas, participativas, adaptativas y lúdicas en la educación, y crear conciencia y voluntad política en torno a la adopción de estas pedagogías.

“Muchos niños no aprenden porque la enseñanza que reciben no es atractiva o no se ajusta a sus necesidades”, explican en la Education Commission. Esto es espcialmente cierto en el caso de estudiantes con discapacidad, las niñas, los pertenecientes a alguna minoría étnica o religiosa o aquellas y aquellos marginados por cualquier otro motivo. Por eso es imprescindible desarrollar e implantar pedagogías inclusivas, participativas y que se adapten a las necesidades específicas de todas y todos los estudiantes.

En este artículo explicaremos qué son este tipo de pedagogías y cómo se están implantando en algunos países del África subsahariana.


Muchos niños no aprenden porque la enseñanza que reciben no es atractiva o no se ajusta a sus necesidades.

¿Qué es una pedagogía innovadora?

El proyecto define estas pedagogías como pedagogías inclusivas, participativas, adaptativas y lúdicas que satisfacen las necesidades de todas y todos los alumnos sin excepción. Tienen lugar en el aula y cuentan con el apoyo de la escuela y de todo el sistema, que proporciona las políticas y estructuras adecuadas, así como el liderazgo necesario para llevarlas a cabo. Estos son sus componentes:

  • Pedagogía inclusiva. Promueve una enseñanza que responde a las necesidades de todos los alumnos: niñas, niños, niños con discapacidad, diversidad cognitiva, diversidad étnico-religiosa, diversidad socioeconómica y aquellos que corren el riesgo de ser expulsados de la escuela.
  • Pedagogía participativa. Recurre a prácticas pedagógicas innovadoras para hacer del aprendizaje una experiencia agradable y motiva a los alumnos a implicarse en su proceso de aprendizaje. Esto incluye, por ejemplo, el aprendizaje a través del juego, que se ha asociado con la mejora del desarrollo intelectual, social, emocional y físico de los niños.
  • Pedagogía adaptativa. Se refiere a los enfoques de instrucción en el aula alineados con las necesidades específicas de desarrollo de los alumnos; enseñar de una manera que priorice y se adapte a las necesidades únicas de aprendizaje de los diversos alumnos.

Para funcionar adecuadamente, deben implementarse en tres niveles:

  • A nivel de sistema. Los funcionarios nacionales, los responsables operativos y los formadores de profesores proporcionan la estructura propicia.
  • A nivel de centro y comunitario. Los líderes escolares dirigen el día a día.
  • A nivel de aula. Los profesores proporcionan el apoyo directo.

El proyecto

El objetivo del proyecto fue evaluar en qué medida se han adoptado las pedagogías inclusivas, participativas y adaptativas a nivel de sistema, escuela y aula en los tres países participantes; identificar lagunas que dificultan su adopción y buenas prácticas que sirvan de base para su adopción en otros contextos y reunir a los principales actores del sistema para desarrollar planes de acción pertinentes.

Para poder alcanzar estos objetivos, el proyecto incluyó tres componentes clave a escala nacional:

  1. Estudio documental e investigación rápida sobre el terreno. En esta fase, los equipos nacionales revisaron los documentos estratégicos nacionales del sector educativo y llevaron a cabo observaciones escolares, entrevistas a informantes clave y observaciones de clases en aulas de primaria.
  2. Dos diálogos políticos nacionales. Se convocaron dos diálogos políticos con los principales actores del sector educativo. En el primero, los participantes completaron una rúbrica de diagnóstico para evaluar en qué medida las pedagogías de la AIE y sus factores facilitadores se encontraban dentro de los sistemas de educación primaria. El segundo diálogo se convocó para triangular las conclusiones de la investigación rápida y las respuestas a la rúbrica, así como para facilitar el desarrollo de un plan de acción nacional para hacer que la educación sea más inclusiva, atractiva y adaptable.
  3. Un diálogo final entre países. Este diálogo ofreció la oportunidad de aprender de los gobiernos de los distintos países y de mantener el impulso para la acción.


El Innovative Pedagogies Project pretende destacar la gran importancia de las pedagogías inclusivas, participativas, adaptativas y lúdicas en la educación, y crear conciencia y voluntad política en torno a su adopción.

Lecciones aprendidas

¿Qué conclusiones se desprenden de las diferentes fases y componentes de este proyecto?

Muy presentes en las políticas nacionales. En los tres países del proyecto, las leyes, las políticas y los planes nacionales están en su mayoría alineados con las pedagogías innovadoras y las apoyan. En general, las leyes y las políticas hacen especial hincapié en la utilidad de los principios y conceptos relacionados con estas pedagogías, como el derecho a una educación de calidad para todos, la inclusión, las prácticas de enseñanza y aprendizaje activas y atractivas, el aprendizaje socioemocional y las habilidades para la vida, como el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Por término medio, el 90% de las partes interesadas de los tres países indicaron que sus políticas afirman la necesidad de las pedagogías inclusivas, participativas y adaptativas.

Menos presentes en la práctica diaria del aula. A pesar de un contexto político favorable, los enfoques pedagógicos innovadores todavía no se aplican de forma integral en las escuelas y las aulas. Por término medio, sólo el 38% de las aulas observadas mostraban indicios de aplicar todos los elementos de las pedagogías de la AIE.

Los docentes, muy interesados. Los profesores parecen ser los más partidarios de los enfoques pedagógicos participativos y motivadores, aunque la frecuencia de su uso varía de un país a otro. Casi todos los docentes observados en Ghana (94%) utilizaron pedagogías que motivan e involucran a los alumnos, en comparación con el 43% de los docentes en Kenia y el 63% en Ruanda.

Adaptación desigual a las necesidades de los alumnos. Los profesores hacen esfuerzos incipientes, aunque desiguales, por adaptarse a las necesidades de los distintos alumnos. Por ejemplo, casi todos los profesores de Ghana (81%), Kenia y Ruanda (70%) informaron de que utilizaban diversas formas de evaluar a los alumnos antes y después de la clase, pero pocos utilizaron esta información para diferenciar la enseñanza o centrarse en los alumnos que parecían tener dificultades con un apoyo adicional.

Los alumnos, con poco margen de elección. Los alumnos no suelen poder elegir cómo abordar el contenido de las clases. En todos los países del estudio, rara vez se les dio la opción de expresarse o de elegir qué leer, cómo trabajar (si individualmente o en parejas) y en qué trabajar. En Ruanda solo el 9% de los profesores permitía a los estudiantes elegir cómo contestar a un problema. En Ghana solo el 19% permitió a sus alumnos elegir si trabajar en parejas o individualmente y el 15% elegir en qué problema querían trabajar. En Kenia solo el 33% les dio opciones sobre qué leer, si trabajar en pares o individualmente o cómo responder al problema.

Faltan competencias y recursos. Los profesores y los directores de los centros escolares están deseosos de llevar a la práctica las políticas nacionales en materia de pedagogías innovadoras, pero no siempre disponen de las competencias o los recursos necesarios para hacerlo. En todos los países, las partes interesadas insistieron en la necesidad de una mayor formación -tanto previa como en el puesto de trabajo- asociada a estas pedagogías, así como de recursos en el aula para proporcionar un apoyo inclusivo e individualizado.

¿Y ahora qué? Un plan nacional para impulsar la acción

Ahora, basándose en los hallazgos del proyecto y aprovechando el impulso de los diálogos políticos nacionales e internacionales cada país ha formulado un plan de acción en consulta con múltiples partes interesadas, incluidos funcionarios ministeriales, funcionarios de la administración local y profesores. Aunque cada plan se basa en el contexto nacional y en las carencias específicas detectadas durante el proyecto, las acciones se ajustan a objetivos similares en los tres niveles del sistema: (1) a nivel nacional: proporcionar una orientación política suficiente respaldada por una formación y unos recursos adecuados (2) a nivel escolar y comunitario: proporcionar la infraestructura y los mecanismos necesarios para apoyar entornos de aprendizaje seguros y adaptables para todos los alumnos y (3) a nivel de aula: garantizar un uso coherente de las pedagogías, los recursos y los enfoques de gestión del aula que beneficien a todos los alumnos.

A estas alturas, la comunidad educativa, las administraciones públicas y el resto de entidades involucradas en el sector son plenamente conscientes de que la innovación es el elemento clave para acelerar la mejora en la calidad de los aprendizajes de niñas y niños en todo el mundo, especialmente cuando está mediada con lo digital. Esto es especialmente cierto en entornos vulnerables, donde la creatividad y el ingenio deben suplir la falta de recursos para optimizar cada euro invertido en educación. Por ello, resultan imprescindibles iniciativas como esta, que indagan sobre las posibilidades de un cambio profundo en el paradigma pedagógico, en las formas de enseñar y de aprender, tanto para acertar con las motivaciones intrínsecas del alumnado como con con las necesidades del mundo actual. Si, además, añaden el conocimiento de las realidades y problemáticas concretas de los países donde se insertan con la creación de un potente foro de comunicación y debate con todos los actores protagonistas del sistema, mucho mejor.

Desde este Observatorio, seguiremos de cerca los avances en análisis futuros que profundicen en aspectos vinculados con políticas de autonomía y flexibilización de centros y docentes, incentivos a la innovación o refuerzos a las carreras profesionales (por ejemplo, formación continua contrastadas y mejora de condiciones), que hacen que la innovación sea algo más que un deseo.

Si quieres conocer más detalles sobre el proyecto, puedes acceder aquí.

Referencia

Education Commission. 2023. Innovative Pedagogies Project. Policy Brief.

También podría interesarte