La educación es un derecho fundamental de todas las personas, incluidas aquellas afectadas por conflictos y desastres naturales. Las situaciones de emergencia afectan especialmente a los niños y niñas, a quienes muchas veces se niega una educación de calidad.
Por ello, en 2018 empezamos a adaptar nuestro programa de educación digital a contextos de crisis con el objetivo de favorecer el acceso a una educación integral de calidad a niños y niñas que se han tenido que desplazar forzosamente y que se encuentran en situación de refugio, tanto en campos como en centros de refuerzo y asentamientos informales en entornos urbanos o rurales.