El siguiente artículo ha sido escrito originalmente para WISE ed.review. Para leer el artículo original en inglés, haga clic aquí.
D. Berlin Fang Director de Diseño de Instrucción en la Universidad Cristiana de Abilene
Cuando nos trasladamos de Oklahoma City a Abilene, Texas, mis hijos estaban tristes por dejar a sus amigos y profesores. A mi hija, por ejemplo, le encantaban las clases que le daba su profesor de violín, Dr. Hong Zhu. Decidimos usar Skype para seguir las clases, lo que parecía una idea descabellada para unas clases de música. Sólo queríamos darle una oportunidad y ver qué pasaba. Un año y medio más tarde, las clases continúan y mi hija se ha convertido en uno de los mejores instrumentistas entre sus compañeros en la ciudad, la «reina del violín» según la llaman algunos de sus compañeros de clase. Como veis, el uso de Skype no es simplemente mostrar perros bailando en una alfombra. Crea un aula en el aire. Esto mismo es válido para muchos otros tipos de tecnologías de consumo.
Somos la clase de padres que a veces la gente no mira con buenos ojos por nuestro laissez faire en el uso de la tecnología por parte de los niños. Todo es por una buena causa, solemos decir. Al ser tecnólogo educativo yo mismo, veo la tecnología como neutral, con sus más y sus menos en función de cómo se utiliza. Tengo una fuerte convicción de que es un error alejar a los niños de la tecnología. Si lo hace, los priva de la oportunidad de prepararse para el futuro.
Igual que hay que entrenar para competir en cualquier juego, la ciudadanía digital es un conjunto de habilidades que requieren de práctica para desarrollarse. No es un certificado emitido automáticamente a una persona cuando él o ella cumpla 18 años. Conocimientos y habilidades relacionadas con la etiqueta digital, seguridad, derechos y responsabilidades son todos adquiridos a través del uso tutelado y la mejora incremental.
Además, algunas aplicaciones son tremendamente útiles para aprender, liberando a los profesores y padres de una mayor participación en profundidad en el desarrollo infantil. Mis hijos usan un juego del iPad para estudiar estados y capitales. Mi hija encuentra canciones en Youtube antes de que ella practique algunas canciones. Ambos hijos hacen usos de Khan Academy para estudiar temas difíciles en matemáticas y ciencias. ¿Cuándo fue la última vez que vio a unos niños buscando excusas para estudiar algo? Ellos están comenzando a hacerlo ahora porque unos tipos realmente impresionantes convierten las charlas científicas en espectáculos interesantes a través de Scishow. Con tales recursos disponibles, tenemos razones para estar entusiasmados.
La tecnología por sí sola, por desgracia, no funciona en el aprendizaje. Los softwares educativos caros, si no se utilizan correctamente, crean distracciones e interrupciones. Las herramientas tecnológicas y la ciencia del aprendizaje deben ir de la mano. Mi hijo estuvo participando recientemente en un concurso de ortografía en su escuela. Le pedí que usara Quizlet para prepararse. Quizlet por sí sola repasaba, de forma cíclica, las 450 palabras que él practicaba. Un ciclo tan largo genera aburrimiento y fatiga. Había muchas palabras entre ellas que él ya conocía. Por tanto le pedí que hiciera unas tarjetas con las palabras que deletreaba mal la primera vez. También le pedí que espaciara sus sesiones de práctica. En lugar de estudiar durante una hora seguida, por ejemplo, le dije que lo hiciera durante tres sesiones, de 20 minutos cada una, utilizando Quizlet. Una de ellas antes de irse a dormir puesto que el sueño puede ayudar a fijar lo aprendido. Todas estas prácticas realmente le ayudaron para fácilmente bordar su participación en el concurso de su escuela. Le di algunas de estas sugerencias a raíz de los libros y artículos que he leído acerca de la eficacia del aprendizaje. Sin embargo, esto probablemente debería permanecer desconocido para ellos. He leído que palabras como «pedagogía» o incluso «educación» son, de alguna manera, contraproducentes de mencionar a la hora de enseñar a los niños. Simplemente hazlo. No uses este tipo de frases.
También averigüé cómo los niños pueden aprender a convertirse en «prodsumidores» (consumidores, así como productores) al utilizar la tecnología. El hijo de mi amigo Matt, Aidan Boisvert, utiliza MIT’s Scratch, un site de programación para niños, para programar aplicaciones para su clase. Otro amigo de tecnología educativa, el Dr. Jim Dvorak, pidió a sus hijos desarrollar un site llamado theFAQs, para ofrecer consejos técnicos sobre tecnologías de uso frecuente. La tecnología permite a los niños hacer algo bueno por el mundo que les rodea. Es su medio. Dejadles prosperar en ella.
Seguramente haya altibajos en el camino de la integración de la tecnología en la crianza de los hijos. A veces me gustaría poder tomar un martillo y romper sus dispositivos en pequeños pedazos cuando se pierden en su universo paralelo, completamente sordos a nuestras peticiones para que se levanten, cenen, se duchen o vayan a dormir. Luchamos tanto como cualquier otro padre de nativos digitales – niños que crecen después de que los dispositivos de mano inteligentes sean ampliamente utilizados. Sin embargo, los beneficios superan con creces el coste. Creo firmemente que hemos sobrepasado la etapa de lanzar preguntas «si» sobre la tecnología. Los padres deben estar más interesados en preguntar cuándo, dónde y cómo utilizar la tecnología para desarrollar hábitos saludables en el mundo digital y capacitar a los niños para lograr algo bueno para ellos y los demás. Si no ayudas a los niños a utilizar la tecnología, otra persona lo hará, empujándote a un lado donde te gustaría haber sabido más o actuado antes.