“Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Es la primera acepción que el Diccionario de la Real Academia nos ofrece del término “resiliencia”. Adaptado al mundo digital, la resiliencia implica, por tanto, la capacidad de enfrentar desafíos y superar dificultades en el uso de tecnologías digitales.
¿Y esto cómo se hace? Para lograr resiliencia digital, necesitamos equipar a los individuos con habilidades para adaptarse y prosperar en un entorno tecnológico en constante cambio. Desafortunadamente, no estamos todos en el mismo punto de partida. Aquí es donde entra en juego el marco BRIDGES, desarrollado por World Education a través de su iniciativa CrowdED Learning y el EdTech Center, y diseñado para abordar la brecha digital, que no solo se refiere a la falta de acceso a dispositivos y conectividad a Internet, sino también a la falta de competencias digitales esenciales.
En este sentido, el marco proporciona una guía estructurada para desarrollar estas habilidades clave, incluyendo recursos y herramientas para educadores y formadores, que facilitan la implementación de programas de capacitación que pueden ser adaptados a diferentes contextos y necesidades.
El marco incluye 75 habilidades distribuidas en 10 dominios. A continuación, os contamos cuáles son estos dominios y algunas de las habilidades más importantes.
Comunicación
¿Sabes comportarte usando la netiquette? ¿Qué tal te llevas con Teams y con Zoom? ¿Sabes cuál es el propósito de las redes sociales y las usas convenientemente? Las habilidades de comunicación digital mejoran la interacción y la colaboración en la vida cotidiana, el trabajo y la educación, y permiten a las personas adaptarse a diferentes plataformas y contextos, garantizando una comunicación efectiva y respetuosa, además de facilitar la colaboración y el uso seguro de las tecnologías digitales.
Estas habilidades incluyen desde ajustar el tono de correos electrónicos en el ámbito laboral hasta respetar la diversidad en discusiones grupales en entornos educativos, pasando por trabajar juntos en proyectos compartidos utilizando herramientas digitales como carpetas de fotos, sistemas de almacenamiento en la nube y documentos colaborativos. La capacidad de realizar llamadas de voz y video por Internet, como a través de FaceTime o Zoom, es fundamental tanto en contextos personales, como profesionales y educativos, facilitando reuniones y clases virtuales.
Creación
Escribir código básico, comprender y usar datos, adaptar y reutilizar contenido digital existente, diseñar contenido digital, crear contenido «abierto», producir multimedia, revisar y adaptar contenido existente y construir sitios web… Las habilidades de creación mejoran la capacidad de los individuos para interactuar y contribuir en entornos digitales, adaptando y mejorando continuamente el contenido para satisfacer las necesidades cambiantes de diferentes audiencias y contextos.
¿En qué tipo de actividades se concretan estas habilidades en nuestro día a día? Por ejemplo, en la vida cotidiana, una persona puede crear historias, animaciones o juegos utilizando lenguajes de codificación simples; en el entorno laboral, puede escribir scripts simples para automatizar tareas repetitivas. En la escuela, los estudiantes pueden utilizar datos recopilados para crear representaciones visuales, como gráficos y tablas, mientras que los profesores pueden combinar su experiencia con sugerencias de herramientas de análisis de aprendizaje personalizadas para tomar decisiones informadas. La creación de contenido multimedia, como presentaciones de diapositivas con fotos familiares, y la construcción de sitios web sencillos, son otros ejemplos de cómo estas habilidades se aplican en la vida personal, laboral y educativa.
Propiedad del dispositivo
Cuando nos convertimos en propietarios de un dispositivo digital, ya sea este un móvil, una tablet o un computador, necesitamos adquirir y poner en práctica una serie de habilidades que los mantengan seguros y garanticen su longevidad y duración. Estas habilidades incluyen desde el mantenimiento básico y la búsqueda de soporte técnico hasta la seguridad y la resolución de problemas básicos.
Así, mantener los dispositivos tecnológicos implica entender los conceptos básicos de compra, eliminación, reciclaje, adición de aplicaciones y actualizaciones de software; también incluye la habilidad de localizar secciones de «ayuda» o «soporte» en sitios web cuando una aplicación o página no funciona correctamente, utilizar chatbots para encontrar información necesaria para resolver problemas técnicos y buscar soluciones en línea para problemas técnicos simples en dispositivos. Por último, estas habilidades implican crear contraseñas seguras, mantener la información de inicio de sesión confidencial, y ajustar configuraciones en el sistema operativo y navegador para mejorar la seguridad del dispositivo.
Habilidades de entrada
Las llamadas habilidades de entrada son aquellas que se consideran las básicas y fundamentales para poder realizar operaciones básicas con computadoras y dispositivos digitales, así como para mantener el mantenimiento rutinario y operar de manera segura en entornos en línea. ¿Cuáles son? Pues, por ejemplo, la búsqueda básica en Internet para encontrar información relevante y el manejo de herramientas básicas del navegador como la barra de direcciones y los marcadores, el uso del ratón y el teclado, la comprensión de los componentes y periféricos de la computadora, y la capacidad para guardar y encontrar documentos.
Habilidades de información
El marco BRIDGES de Resiliencia Digital señala que estas habilidades son fundamentales para desenvolverse y utilizar la enorme cantidad de información disponible en esta era, permitiendo a las personas ser consumidores y productores críticos y competentes de información. Entre las principales, se incluye el uso y aplicación de la información, lo que implica unir capacidad de comprensión y conocimiento para obtener conclusiones informadas; también abarca el acceso a diversas fuentes de información, tanto tradicionales como en línea, teniendo en cuenta y valorando también las herramientas de información clásicas para complementar y apoyar el uso de recursos digitales, y ser capaz de evaluar la credibilidad de la información encontrada en línea, así como la capacidad de comparar diferentes fuentes.
Aprendizaje permanente
Las habilidades de aprendizaje permanente son clave para que los individuos se mantengan actualizados y competentes en un entorno digital en constante evolución.
¿Cómo se concreta esto en la práctica? ¿A qué habilidades se refiere el Marco BRIDGES? Pues, por ejemplo, la capacidad de encontrar y utilizar recursos educativos es vital para la mejora continua de nuestras habilidades de aprendizaje. Adaptarse a nuevas tecnologías no solo significa aprender a usar nuevas herramientas, sino también integrarlas de manera efectiva en la vida diaria y profesional.
Establecer metas claras y reflexionar sobre nuestro propio progreso nos ayuda a identificar áreas de mejora y a desarrollar planes de acción para alcanzar nuestros objetivos. Esta práctica de autorreflexión y ajuste continuo de las estrategias de aprendizaje garantiza que las habilidades digitales se mantengan relevantes y útiles en diversos contextos.
Dispositivos móviles
Este tipo de competencias permiten a los individuos utilizar dispositivos móviles de manera eficiente y segura en diversos contextos. ¿Cuáles son? Por ejemplo, saber gestionar las apps para acceder a bienes y servicios a través de apps; comprender la diferencia entre Wi-Fi y datos móviles para gestionar el uso de datos y evitar costos adicionales; conocer las funciones básicas del móvil, e implementar prácticas de seguridad, como la creación de contraseñas fuertes y la actualización regular del software, para proteger los dispositivos móviles contra amenazas y riesgos.
Vida en línea
Estas habilidades son esenciales para que los individuos puedan aprovechar al máximo los recursos digitales disponibles, gestionar sus vidas cotidianas y participar activamente en la sociedad digital.
Las habilidades para la vida en línea permiten a las personas interactuar de manera efectiva y segura en el entorno digital, facilitando la realización de tareas cotidianas y la participación en comunidades en línea. Por ejemplo, la capacidad de encontrar y utilizar servicios sociales y de consumo en línea es crucial para acceder a recursos esenciales; acceder a recursos comunitarios en línea permite a los individuos conectarse con servicios gubernamentales y locales, promoviendo una mayor integración en la comunidad; usar la tecnología de manera responsable implica comprender su impacto en el medio ambiente y la sociedad y adoptar prácticas que minimicen estos efectos negativos. La habilidad para comprar en línea de manera segura y eficiente es fundamental en la era digital, al igual que conocer los derechos de autor y el uso adecuado del contenido disponible en línea.
Privacidad y seguridad
Contar con competencias de privacidad y seguridad te ayudarán a proteger tu información personal y navegar en el entorno digital de manera segura. Por ejemplo, saber reconocer y verificar sitios web seguros te permitirá realizar transacciones en línea sin riesgos, reconocer amenazas en línea, como el phishing, es esencial para evitar caer en estafas y proteger la integridad del dispositivo y la información personal, y limitar al máximo la compartición de datos personales ayuda a proteger tu privacidad como usuario. También es importante saber gestionar la reputación online, lo que implica ser consciente de la permanencia de las acciones en entornos digitales y tomar medidas para proteger y mejorar nuestra imagen personal en línea. Finalmente, entender las políticas de privacidad permite a los usuarios tomar decisiones informadas sobre cómo se utilizan y protegen sus datos personales por parte de los servicios y plataformas en línea.
Lugar de trabajo y productividad
Estas habilidades permiten a los individuos utilizar la tecnología para mejorar su productividad y desenvolverse adecuadamente en su trabajo. Empezando por la habilidad para buscar empleo online, que incluye no solo la creación de currículos y la búsqueda de ofertas laborales, sino también la aplicación efectiva a esas ofertas. Otras habilidades incluyen el saber gestionar proyectos en línea, lo que implica el uso de herramientas digitales para organizar y supervisar tareas, plazos y colaboraciones; crear presentaciones de diapositivas y documentos utilizando software especializado, lo que resulta esencial para comunicar información de manera clara y profesional, o gestionar redes profesionales en línea, lo que permite a los individuos establecer y mantener conexiones importantes que pueden beneficiar su desarrollo profesional y oportunidades de carrera.
La implementación adecuada de este marco es critica ayudará al cierre de la brecha de habilidades digitales, promoviendo una adaptación efectiva al entorno digital de todas las personas, independientemente de su contexto y su punto de partida, y empoderando a los individuos para afrontar los desafíos digitales con confianza.