Educación para una ciudadanía digital, crítica, segura y responsable

¿Cómo enseñar desde el aula a hacer un uso seguro, crítico y responsable de las nuevas tecnologías?

Educación para una ciudadanía digital, crítica, segura y responsable

Desde hace unos años, el segundo martes de febrero se celebra en todo el mundo el Día de Internet Segura. Su objetivo: promover un uso seguro y positivo de la tecnología, especialmente entre niños y jóvenes. En el Observatorio hemos querido unirnos a la iniciativa publicando un artículo sobre la necesidad urgente de enseñar a los más pequeños a hacer un uso crítico, seguro y responsable de las nuevas tecnologías que, cada vez más, está cambiando sus vidas y condicionando su infancia.

Televisores inteligentes que incorporan cámaras, asistentes de voz que te escuchan, dispositivos móviles que te geolocalizan, cookies que ofrecen información de toda nuestra actividad online y electrodomésticos inteligentes que construyen una red de extracción de datos que lo dice absolutamente todo de nosotros: cuándo lavamos, cuándo y qué comemos, qué queremos e, incluso, qué podemos llegar a querer.

Es la tecnología. La queremos y la abrazamos como algo que ha revolucionado la humanidad en los últimos años y nos ha facilitado mucho la vida. Sus oportunidades han sido y serán extraordinarias. Pero tampoco podemos olvidarnos de que, como casi todo, también posee una cara oscura y mucho menos amable. Y las niñas y los niños son especialmente vulnerables a sus efectos nocivos.

UNA NECESIDAD URGENTE

Internet Seguro 01

© UNICEF/UN036675/Sharma

Internet nació como un sistema para que los científicos de todo el mundo pudieran compartir información. El 23 de agosto de 1991 se lanzaba al mundo la World Wide Web. En 1991 sus usuarios no alcanzaban el 1% de la población mundial. Hoy, 32 años después, son 4.950 millones de personas, esto es, lo que el 62,5% de la población mundial. Son datos del informe Digital 2022 realizado por We Are Social y Hootsuite.

Según UNICEF, los niños y adolescentes representan, aproximadamente, uno de cada tres usuarios. Un número mayor de pruebas empíricas revelan que los niños están accediendo a internet a edades cada vez más tempranas. En algunos países, los niños menores de 15 años tienen la misma probabilidad de usar internet que los adultos mayores de 25 años. Los teléfonos inteligentes están alimentando una “cultura del dormitorio”, y para muchos niños, el acceso en línea es cada vez más personal, tiene un carácter más privado y está menos supervisado (UNICEF, 2016). La tecnología digital ya ha cambiado el mundo y, a medida que aumenta el número de niños que se conectan en todos los países, está cambiando cada vez más su infancia.

El informe de UNICEF analiza cómo afecta la tecnología digital a las vidas de los niños y concluye que, de momento, el desarrollo tecnológico nos lleva la delantera en lo que a regulaciones e iniciativas se refiere. De momento, los más pequeños se encuentran expuestos a nuevos riesgos y peligros, como el uso indebido de su información privada, el acceso a contenidos perjudiciales y el acoso cibernético, al tiempo que millones de niños y niñas desfavorecidos han quedado atrás.

La presencia generalizada de dispositivos móviles ha hecho que el acceso online de los niños esté menos supervisado y sea potencialmente más peligroso. Llegados a este punto, ¿qué podemos hacer para proteger a niños y niñas de los riesgos que implica el mal uso de estas tecnologías? ¿Cómo preparar a las nuevas generaciones para que hagan un uso crítico, seguro y responsable de las nuevas tecnologías? ¿Qué hay que aprender para ser una personal “digitalmente competente”?

NO ES LA TECNOLOGÍA, SINO LA EDUCACIÓN

Internet seguraLos expertos coinciden en que el problema principal no es la tecnología sino la forma en la que se está educando al ciudadano del siglo XXI. Los jóvenes deben adquirir competencias digitales y aprender a usar la tecnología de forma segura, ética, crítica y responsable. Algunos estudios han demostrado que, si bien los más pequeños (nativos digitales) manejan con soltura las nuevas tecnologías, carecen de las habilidades técnicas, críticas y sociales necesarias para enfrentarse a los peligros que estas representan.

En este sentido, la docente Marcela Momberg, experta en el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, define competencias digitales como las competencias que un ciudadano o una ciudadana tiene que tener en esta era hiperconectada para poder existir en el espacio digital. Eso implica competencias para discriminar la información, para comunicarse, para autocuidarse, para crear en un espacio completamente diferente, para democratizar la información. Es una suma de competencias que permiten saber qué deberes y qué derechos tenemos en un espacio que está en continua transformación. Estas competencias deben ser generadas desde el aula, con el acompañamiento de los padres y el apoyo de las instituciones.

LOS NUEVOS DOCENTES DIGITALES

Ahora bien, la incorporación de la tecnología en la educación conlleva el reto de formar un nuevo profesional, un nuevo profesor que no solo sea capaz de integrar las nuevas tecnologías en su práctica pedagógica sino que, además, sepa orientar a sus alumnos en el uso crítico, seguro y responsable de las nuevas tecnologías. Lucía Dellagnelo, presidenta del Centro para la Innovación de la Educación Brasileña (CIEB), nos contó cómo los nuevos docentes deben desarrollar, entre otras, esas competencias vinculadas a la ciudadanía digital, como guía de esta ciudadanía digital para sus alumnos. Según esta experta, existen numerosos estudios que muestran que los estudiantes esperan recibir orientación de sus profesores sobre cómo comportarse en el ciberespacio, en el mundo cibernético. Cuáles son las responsabilidades y cuáles son las implicaciones de su presencia digital. El profesor tiene que estar preparado para liderar y promover las discusiones necesarias sobre estas implicaciones éticas y legales que el mundo digital trae hoy en día a todos sus usuarios.

¿Qué significa hacer un uso crítico de las nuevas tecnologías y qué debe hacer un docente para favorecerlo y fomentarlo?

El consumo de información siempre ha venido acompañado de la necesidad de hacer uso del pensamiento crítico. ¿Quién nos cuenta qué? ¿Cuáles son sus credenciales? ¿Por qué debo fiarme de esta información? El gran cambio que acontece con la eclosión de las nuevas tecnologías es que el volumen de información al que nos enfrentamos hoy, a diario, y el fácil acceso de todo el mundo a la producción y al consumo de esa información, multiplican por mil la necesidad de hacer un uso crítico de ella. Hoy es más necesario que nunca aprender a evaluar la credibilidad de la información que consumimos. Como productores de contenidos también debemos aprender a producir contenidos relevantes y apropiados, utilizando las fuentes correctas. ¿Cómo fomentar este uso crítico de las tecnologías desde el aula?

  • Promoviendo una lectura crítica de los contenidos digitales entre los alumnos y analizando en clase contenidos de webs, publicaciones e identificación de fuentes confiables.
  • Orientando en el uso consciente de las tecnologías digitales, como, por ejemplo, no compartir noticias sin verificar la procedencia.
  • Preparando actividades concretas que promuevan la lectura critica de la información, la comprensión de su intención, su público, su complejidad y los impactos que esta información puede tener en la vida de la comunidad.
  • Realizando actividades para que los alumnos busquen, interpreten y produzcan contenidos y recursos digitales en diferentes ambientes.
  • Involucrando a los alumnos en la creación de espacios para el diálogo y el intercambio de experiencias, ideas y opiniones y estimulándolos a asumir una actitud crítica sobre los roles e impactos que las tecnologías digitales tienen en la economía, en la política y en la sociedad.

¿Qué significa hacer un uso seguro de las nuevas tecnologías y qué debe hacer un docente para favorecer este uso seguro?

En el mundo digital, como en el analógico es muy importante saber cómo protegernos frente a posibles riesgos: proteger nuestros datos y nuestra información personal y evitar los fraudes, las páginas no seguras y la recepción de información maliciosa son algunas de las acciones que debemos interiorizar desde pequeños para hacer un uso seguro de las nuevas tecnologías. ¿Cómo puede un docente enseñar estos hábitos en sus aulas?

  • Presentando contenidos sobre los riesgos a los que pueden estar expuestos, y proponiendo a los alumnos medidas de seguridad preventivas y un uso atento de las tecnologías digitales para no comprometer su salud física o su vida social o escolar.
  • Enseñando a los alumnos estrategias para el uso seguro de las tecnologías, por ejemplo, cómo proteger sus datos o cómo crear y activar claves para que otras personas no logren usar sus dispositivos y cuentas personales.
  • Reflexionando y debatiendo con los alumnos estrategias para reconocer los impactos que tiene en sus vidas la participación en la cultura digital. También puede enseñarles activamente a identificar trampas o situaciones de incomodidad o riesgo y estimularles a crear materiales sobre el tema.
  • Involucrando a padres, alumnos y profesores en actividades sobre el uso seguro de las tecnologías digitales, promoviendo el desarrollo de métodos y estrategias para la autorregulación de forma proactiva.

¿Qué significa hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías y qué debe hacer un docente para fomentarlo?

La responsabilidad y el respeto hacia uno mismo y hacia los otros son actitudes vitales y comportamientos que nos ayudan a convivir en sociedad y nos convierten en buenos ciudadanos y mejores personas. Estos valores deben ser igualmente trasladados el mundo 2.0. Cuando nos convertimos en “personas digitales” interactuando en la red, debemos comportarnos con la misma responsabilidad y respeto hacia nosotros mismos y hacia los otros. Así, es preciso enseñar a niñas y niños cómo convivir positivamente en el espacio digital. ¿Qué puede hacer un docente sobre esto?

  • Proponiendo a los alumnos la realización de proyectos temáticos sobre el uso responsable de las tecnologías digitales.
  • Enseñando a los estudiantes estrategias concretas para el uso responsable de las tecnologías digitales e incentivándoles a comunicarse de forma ética en diferentes ambientes digitales.
  • Promoviendo en sus alumnos la reflexión sobre el tema, involucrándoles, por ejemplo, en debates sobre las implicaciones sociales, económicas y éticas del uso de las nuevas tecnologías.
  • Incorporando el uso responsable de las tecnologías digitales en el día a día del aula y promoviendo la creación y compartición de materiales sobre el desarrollo de una ciudadanía digital responsable.
  • Animando a sus alumnos a conectarse online con diversos ambientes y personas, ejercitando así la interacción y el debate consciente y ético.

Como hemos visto, la necesidad de formar ciudadanos digitales críticos y responsables es urgente. Cada vez más. Las escuelas y los docentes están en una situación privilegiada para promover el uso seguro, crítico y responsable de las nuevas tecnologías. Pero no es menos cierto que para desarrollar con éxito su labor docente, necesitan disponer de un marco claro que deben proporcionarle las políticas institucionales y las administraciones públicas. Nos encontramos ante una oportunidad histórica que gobiernos, docentes, instituciones privadas y organizaciones de la sociedad civil debemos aprovechar para desarrollar contenidos, recursos educativos y metodologías de trabajo en el aula que permitan a las próximas generaciones vivir en el mundo digital de la mejor manera posible.

 

REFERENCIAS

Dellagnelo, Lucia (2021). Entrevista Observatorio ProFuturo. Pendiente de publicación.

INTEF (2016). Uso de las tecnologías por niños de hasta 8 años. Un estudio cualitativo en siete países. Madrid. 2016.

Reig, D. y Vílchez, L.F. (2013). Los jóvenes en la era de la hiperconectividad: tendencias, claves y miradas. Madrid. Fundación Telefónica y Fundación Encuentro. Madrid. 2013.

UNICEF (2016). Estado Mundial de la Infancia 2017. Niños en un mundo digital. París. 2016.

We Are Social y Hootsuite (2022). Digital 2022.

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