Aprendizaje socioemocional: cómo afrontarlo desde la escuela

En las últimas tres décadas, la prevalencia de problemas emocionales en niñas, niños y adolescentes (ansiedad, depresión, trastornos de la conducta…) ha ido aumentando progresivamente. Un estudio recientemente publicado por The Lancet, demuestra que los individuos nacidos entre 2000 y 2002 han adelantado sus problemas emocionales dos años con respecto a los nacidos una década antes. Según UNICEF, más del 20% de los adolescentes de todo el mundo sufren trastornos mentales y alrededor del 15% de aquellos que viven en países de ingresos bajos o medios ha considerado el suicidio.

¿Qué les pasa a nuestros niños? ¿Hemos inclinado peligrosamente la balanza hacia la educación intelectual descuidando el factor socioemocional? ¿Cómo podemos ayudarles?

En una sociedad cada vez más compleja, en la que la digitalización está modificando las estructuras familiares y comunitarias tradicionales, se requiere de una reflexión serena y profunda, sobre si el enfoque educativo y de cuidados de niños y adolescentes es el adecuado y, sobre todo, cuales deben ser las medidas y actuaciones a llevar cabo.

El aprendizaje socioemocional juega un papel fundamental en el desarrollo integral de los niños y niñas, incluyendo, por supuesto, su salud mental. Va más allá de la adquisición de conocimientos académicos y se centra en el desarrollo de habilidades y competencias emocionales, sociales y éticas que les permiten comprender y gestionar sus propias emociones, establecer relaciones saludables con los demás, tomar decisiones responsables y desarrollar empatía y resiliencia.

Cuando dedicamos tiempo a enseñar habilidades socioemocionales, el alumnado puede mejorar la motivación y el comportamiento, lo cual puede tener un efecto beneficioso para su bienestar emocional, su salud mental y su rendimiento académico. Esto cobra mayor sentido cuando ponemos el foco en el alumnado de entornos vulnerables, ya que pueden sufrir con mayor contundencia las consecuencias de no tener herramientas para manejar sus habilidades socioemocionales (Fundación La Caixa, 2023).

Por todo ello, EduCaixa y la Education Endowment Foundation han editado una guía en la que ofrecen algunas recomendaciones, escrupulosamente basadas en la evidencia, para implementar el aprendizaje socioemocional en las escuelas primarias. Aquí te resumimos lo principal para ir entrando en materia. Para saber más, descárgate aquí la guía completa.

¿Qué es el aprendizaje socioemocional?

El aprendizaje socioemocional (ASE) hace referencia al proceso a través del cual el alumnado aprende a comprender y gestionar las emociones, definir y alcanzar objetivos positivos, sentir y mostrar empatía por los demás, forjar y mantener relaciones positivas y tomar decisiones responsables.

¿Cuáles son esas habilidades? El marco CASEL (Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning) identifica cinco habilidades socioemocionales fundamentales que contribuyen al bienestar y éxito de los estudiantes. Son la autoconciencia (self-awareness), la autogestión o manejo de las emociones (self-management), la conciencia social (social awareness), las habilidades de relación (relationship skills) y la toma de decisiones responsable (responsible decisión-making).

Imagen: Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria. EduCaixa, 2023.

Hay numerosas evidencias que asocian las habilidades sociales y emocionales de la infancia con unos mejores resultados en la escuela y en la vida futura en relación con la salud física y mental, la madurez escolar y el rendimiento académico, los comportamientos delictivos, la tasa de empleo y el nivel de ingresos.

A continuación, ofrecemos, de la mano de EduCaixa y la Education Endowment Foundation, seis recomendaciones para implementar de forma exitosa el aprendizaje socioemocional en las escuelas.

Recomendación 1: Enseñar habilidades del aprendizaje socioemocional explícitamente

Esta recomendación proporciona ejemplos de estrategia que las escuelas pueden utilizar para desarrollar las habilidades sociales y emocionales mediante una docencia explícita que enseña las estrategias en sí. Según investigaciones recientes, apoyar al profesorado para desarrollar y utilizar diferentes estrategias para enseñar las habilidades socioemocionales fundamentales, es una manera eficaz de mejorar la aplicación de un programa de ASE. Veamos algunas de esas estrategias:

• Para desarrollar la autoconciencia, se requiere ampliar el vocabulario emocional del alumnado y ayudarlos a expresar las emociones, a través de cuentos, relatos, juegos o fotografías.
• En lo que se refiere a la autorregulación, enseñar al alumnado a utilizar estrategias para calmarse, como contar hasta 10 o la “técnica de la tortuga” y a mantener un diálogo interno positivo para ayudarlos a gestionar las emociones intensas.
• Para desarrollar la conciencia social, se pueden utilizar relatos para debatir acerca de las emociones y comprender las perspectivas de los demás.
• En las habilidades de relación, se pueden dramatizar situaciones para trabajar las habilidades para comunicarse bien y saber escuchar.
• En la toma de decisiones responsable se puede enseñar y practicar estrategias de resolución de problemas (como el marco WOOP, un método de consecución de objetivos basado en cuatro pilares: deseo –wish-, resultado –outcome-, obstáculo –obstacle– y plan –plan-).

Recomendación 2: Integrar y modelar habilidades del aprendizaje socioemocional en la docencia ordinaria

El objetivo final del ASE es que el alumno utilice los conocimientos y habilidades en sus interacciones diarias con compañeros y adultos. Por tanto, es probable que la enseñanza de habilidades tenga efectos más importantes y duraderos cuando se integra en las interacciones cotidianas en clase y en diferentes materias que cuando se lleva a cabo de forma aislada. ¿Cómo hacerlo?

• Modelar o demostrar comportamientos adecuados permite enseñar y mejorar las habilidades sociales y emocionales del alumnado.
• Integrar las habilidades siempre en los momentos apropiados dentro del proceso de aprendizaje. El personal de la escuela puede utilizar situaciones reales de clase o del recreo para aplicar las estrategias y habilidades del ASE en tiempo real, de modo que generen oportunidades para que los niños y niñas pongan en práctica sus nuevas habilidades.
• No esperar a que se produzcan momentos de crisis para enseñar habilidades. Aunque estas situaciones pueden ofrecer un contexto muy útil para la enseñanza y el refuerzo de las habilidades, si únicamente se debaten en estas ocasiones puede que el alumnado perciba que las habilidades solo tienen relación con evitar comportamientos inadecuados.
• Integrar la docencia del ASE en todas las materias. Enseñar habilidades del ASE en el contexto del plan de estudios general resulta estimulante y ayuda al alumnado a aplicar lo que han aprendido. Para ello, será necesario que los docentes identifiquen oportunidades para vincular e integrar las habilidades del ASE de forma complementaria a la docencia ordinaria.

Recomendación 3: Planificar minuciosamente la adopción de un programa de aprendizaje socioemocional

Mientras que las dos primeras recomendaciones se centraban en estrategias docentes flexibles, esta se enfoca en programas estructurados. Existe una amplia evidencia a nivel internacional que demuestra el impacto positivo de los programas planificados de enseñanza de ASE en diversos aspectos como la actitud de los alumnos hacia el aprendizaje, las relaciones escolares y el rendimiento académico.

Sin embargo, no todos los programas son igualmente eficaces, por lo que las escuelas deben ser cautelosas al seleccionar e implementar un enfoque que se ajuste a sus necesidades y contexto. Además, una buena planificación es fundamental para asegurar una implementación exitosa.

¿Cómo implementar un programa estructurado en la escuela?

• Análisis, preparación y adaptación cuidadosas al inicio. Llevar a cabo un análisis y una preparación minuciosos antes de adoptar un programa: la mera adopción de un programa ASE no tiene por qué ser garantía de éxito. Por eso resulta especialmente importante identificar un enfoque que se adapte a las necesidades y al contexto del centro, valorar si puede implementarse y en qué forma, y elaborar una detallada planificación para garantizar que se implementa con éxito.
• Evaluación constante. Una vez iniciado el programa, revisar periódicamente cómo se está implementando y adaptarlo con precaución.

Recomendación 4: Utilizar un plan de estudios SAFE: secuencial, activo, focalizado y explícito.

Sea cual sea el enfoque de ASE que se adopte, se obtendrán mejores resultados si nos aseguramos de que sea secuencial, activo, focalizado y explícito (SAFE). Así quedó establecido en un metaanálisis que estudiaba los resultados de 213 programas ASE. Extendámonos un poco en estos cuatro principios:

• Secuenciar las sesiones lectivas para desarrollar las habilidades de manera progresiva: La «secuenciación» se refiere al desarrollo de contenidos dentro de cada curso y también en grupos de edad.
• Utilizar formas activas de aprendizaje: Las estrategias pedagógicas que mejor funcionan para el aprendizaje socioemocional son las formas activas de aprendizaje, que incluyen juegos, simulaciones y trabajo en grupos pequeños.
• Focalizar la planificación: Aumentar el tiempo que se dedica actualmente al ASE sería muy beneficioso. Sin embargo, este aumento debe hacerse armonizando lo que es eficaz con lo que resulta viable en la práctica. Por ejemplo, existen evidencias de que una docencia frecuente es más eficaz que sesiones largas poco frecuentes; que la duración de los programas debe ser de al menos un año, y que la calidad es más importante que la cantidad.
• Ser explícito acerca de las habilidades que se quieren desarrollar: para que los programas de aprendizaje socioemocional alcancen la eficacia esperada deben definirse y explicitarse claramente las habilidades que se proponen desarrollar.

Recomendación 5: Reforzar las habilidades del aprendizaje socioemocional mediante el código de valores y las actividades en toda la escuela

La evidencia sobre el ASE nos dice que para maximizar los efectos positivos es necesario ir más allá del plan de estudios y considerar el conjunto de la escuela. Así, será conveniente establecer normas, expectativas y rutinas en toda la escuela que fomenten el desarrollo social y emocional del alumnado; alinear los códigos de conducta y contra el acoso escolar de la escuela con el programa de ASE.; buscar ideas y apoyo del personal y el alumnado sobre cómo puede mejorarse el ambiente de la escuela, e implicarse activamente con las familias para reforzar las habilidades en el entorno doméstico.

Recomendación 6: Planificar, apoyar y supervisar la implementación del aprendizaje socioemocional

Pensar detenidamente sobre la implementación del ASE es importante para obtener buenos resultados y para evitar que una mala implementación produzca efectos negativos en el ánimo de los docentes y el personal de la escuela y en la implicación de los estudiantes. ¿Cómo hacemos esto?

• Estableciendo una visión compartida sobre el ASE. La primera prioridad del equipo directivo es desarrollar una visión compartida sobre el ASE para la escuela que ayude a fomentar la participación y el compromiso entre todas las partes interesadas (docentes, estudiantes y familias). Esta visión tiene en cuenta las fortalezas propias de la escuela y comparte las esperanzas y las expectativas de toda la comunidad escolar.
• Involucrando a todo el cuerpo docente en la planificación del ASE. Aunque la tarea de dirección es esencial, si no se consulta al profesorado y a otros miembros del personal de la escuela acerca de su visión sobre el ASE, es mucho menos probable que el procedimiento de integración sea eficaz.
• Priorizando la calidad de la implementación: el nivel de preparación y de motivación del profesorado con respecto al ASE están asociados a mejores resultados.
• Ofreciendo formación y apoyo a todo el personal de la escuela para cubrir los siguientes aspectos: predisposición al cambio, desarrollo de habilidades y conocimientos, y apoyo para integrar los cambios.
• Supervisar la implementación y evaluando el efecto de los enfoques adoptados. Existen varias razones que justifican especialmente la necesidad de supervisar y evaluar la implementación de los programas de aprendizaje socioemocional. Entre estas, la flexibilidad de las estrategias, la variabilidad de los efectos o las dificultades de implementación percibidas. Por todo ello, Las escuelas deben asegurarse de que el seguimiento y la evaluación que efectúan son proporcionales a sus necesidades y su esfuerzo.

La propuesta que acabamos de revisar es un claro ejemplo de la creciente necesidad de optar por una educación más completa e integral para apoyar el aprendizaje adecuado de los niños y niñas desde muy temprana edad. Por esto, Diehl & Gómez (2020) afirman que los niños necesitan aprender a identificar y manejar sus emociones, y a tomar decisiones responsables con respecto a su salud y bienestar y a la de los demás para alcanzar una vida plena con relaciones gratificantes. Y, para lograr todo esto, es imprescindible actuar con base a las evidencias de las investigaciones que nos están demostrando que, para alcanzar estos objetivos, aprender habilidades sociales y emocionales es tan importante como desarrollar habilidades cognitivas. Esto es especialmente cuando analizamos que, en el estado actual de las cosas, el mundo necesita personas que estén comprometidos con la creación de una sociedad global mejor y un planeta más sostenible.

Referencias

Imagen de portada de Freepick.

Diehl, K. & R. Gómez. (2020). Socioemotional Development: the basics and implications. The Rise Institute. Consultado en Socioemotional-Development-the-basics-and-implications-FINAL.pdf (sientoxciento.org)

Fundación La Caixa. (2023). Cómo mejorar el aprendizaje social y emocional en las escuelas de primaria.