Según un informe conjunto de UNICEF y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), dos tercios de los niños en edad escolar en todo el mundo, es decir, aproximadamente 1.300 millones de niños de entre 3 y 17 años, no tienen conexión a Internet en sus hogares. Esta cifra ejemplifica la magnitud de la brecha digital, y pone en evidencia cómo esta desigualdad perpetúa las barreras al acceso a una educación de calidad.
El reto de la transformación digital de la educación no radica únicamente en la falta de infraestructura, sino también en la manera en la que se han implementado las soluciones tecnológicas en el sector educativo. Durante años, las iniciativas digitales se han desarrollado de manera fragmentada y han estado guiadas por la innovación tecnológica más que por las necesidades humanas y educativas. Además, en la mayoría de los casos, estas iniciativas han ignorado cuestiones clave de equidad, sostenibilidad y relevancia cultural.
En este contexto, ¿cómo podemos garantizar que la tecnología sea una herramienta para la equidad y no un amplificador de desigualdades? Esta es la pregunta fundamental a la que intenta dar respuesta la publicación Seis Pilares para la Transformación Digital de la Educación, un marco integral, desarrollado por la UNESCO y otras organizaciones como ProFuturo, que busca redefinir la manera en que los sistemas educativos adoptan la tecnología, poniendo en el centro la equidad, la calidad y el impacto social.
Una transformación centrada en las personas
El propósito principal de los Seis Pilares para la Transformación Digital de la Educación es proporcionar a los países y a los diversos actores educativos una guía estratégica para la creación de sistemas educativos que sean más inclusivos, resilientes y sostenibles en un contexto global cada vez más digitalizado. Este marco no se limita a introducir herramientas tecnológicas en las aulas o a digitalizar procesos existentes, sino que persigue una transformación profunda que reconfigure la manera en que se enseña y se aprende, garantizando que la educación sea accesible, equitativa y pertinente en un mundo interconectado.
El marco tiene tres objetivos centrales:
- Cerrar la brecha digital: garantizar que todos los estudiantes, independientemente de su contexto, tengan acceso a oportunidades educativas digitales.
- Promover sistemas holísticos: desarrollar estrategias que consideren todas las dimensiones necesarias para una transformación sostenible: liderazgo, infraestructura, cultura, contenido, datos y sostenibilidad económica.
- Fomentar la colaboración global: establecer un “lenguaje común” que facilite la cooperación entre gobiernos, organizaciones, empresas y comunidades locales.
Los seis pilares para la transformación digital
El marco organiza la transformación digital en seis pilares esenciales. Cada uno aborda un aspecto crítico del sistema educativo y ofrece una guía para superar desafíos específicos.
Coordinación y liderazgo
¿Qué es y por qué es clave? El liderazgo efectivo es el pilar central de cualquier transformación significativa. Sin una visión estratégica clara y estructuras de gobernanza sólidas, los esfuerzos digitales corren el riesgo de ser fragmentados, costosos e ineficaces. Este pilar enfatiza la necesidad de:
- Contar con una visión y unas metas claras: Establecer un propósito a largo plazo alineado con las prioridades educativas nacionales.
- Gobernanza y regulación: crear marcos normativos que promuevan el uso ético, seguro y eficaz de la tecnología.
- Desarrollar una gestión participativa del cambio: involucrar a docentes, comunidades y actores privados para garantizar una implementación inclusiva.
Recomendaciones para desarrollar coordinación y liderazgo:
- Establecer estrategias nacionales de transformación digital con aportes multisectoriales. Es esencial que los países desarrollen planes nacionales que integren las perspectivas de diversos sectores. Esto asegura que las políticas sean inclusivas y que los recursos se utilicen de manera eficiente. La colaboración entre ministerios, organizaciones internacionales, empresas tecnológicas y comunidades locales es clave para garantizar un enfoque integral.
- Promover una cultura de toma de decisiones basada en datos y evidencia. La recolección y análisis de datos son fundamentales para guiar las estrategias de transformación digital. Los responsables de las decisiones deben tener acceso a información confiable que les permita evaluar el impacto de las iniciativas y ajustar las políticas según sea necesario. Esta cultura basada en evidencia fortalece la transparencia y la rendición de cuentas.
- Implementar mecanismos de monitoreo y evaluación para ajustar los esfuerzos continuamente. El monitoreo continuo y la evaluación regular son esenciales para medir el progreso y aprender de las experiencias. Estos mecanismos permiten identificar qué estrategias están funcionando y cuáles necesitan ajustes, asegurando que los recursos se utilicen de manera óptima y que las metas se mantengan en el centro de los esfuerzos.
Conectividad e infraestructura
¿Qué es y por qué es clave? Este pilar abarca desde el acceso a Internet y dispositivos hasta la infraestructura necesaria para integrar la tecnología en las aulas de manera sostenible. Más allá de la conectividad, se trata de garantizar que los recursos sean accesibles y equitativos. ¿De qué hablamos cuando hablamos de conectividad e infraestructura?
- Electricidad y conectividad: priorizar la electrificación y la conexión a Internet en zonas rurales y marginadas.
- Dispositivos y hardware: asegurar que todos los estudiantes y docentes tengan acceso a herramientas adecuadas.
- Diseño de espacios de aprendizaje: adaptar los entornos físicos para fomentar el aprendizaje digital y combinado.
Recomendaciones:
- Invertir en soluciones offline y de bajo ancho de banda mientras se expande la conectividad.
- Promover tecnologías sostenibles que utilicen fuentes de energía renovable.
- Priorizar la seguridad y privacidad de los usuarios en las infraestructuras digitales.
Costo y Sostenibilidad
¿Qué es y por qué es clave? La transformación digital en la educación no solo implica implementar tecnologías innovadoras, sino también garantizar que estas iniciativas sean financieramente viables y sostenibles a lo largo del tiempo. Este pilar aborda la necesidad de modelos financieros sólidos y estrategias que aseguren la continuidad, la eficiencia y la sostenibilidad ambiental de las soluciones digitales. ¿Qué aborda este pilar?
- Modelos de financiación diversificados: involucrar a actores públicos y privados para garantizar recursos a largo plazo.
- Eficiencia en el gasto: Vincular las inversiones con los resultados educativos esperados.
- Soluciones verdes: integrar prácticas sostenibles en la adquisición, uso y reciclaje de tecnologías.
Recomendaciones para mejorar el costo y la sostenibilidad:
- Realizar análisis de costo-beneficio para optimizar el uso de recursos.
- Establecer presupuestos claros vinculados a objetivos estratégicos.
- Incorporar tecnologías con menor impacto ambiental y fomentar una cultura de ciudadanía digital responsable.
Capacidad y cultura
¿Por qué es importante? El éxito de la transformación digital depende de las personas que la implementan, la utilizan y la adaptan a sus necesidades. Por eso, este pilar se centra en desarrollar las competencias digitales de todos los actores involucrados en el sistema educativo: docentes, estudiantes y comunidades. Al mismo tiempo, busca fomentar un cambio cultural que permita adoptar nuevas tecnologías de manera efectiva y sostenible, promoviendo actitudes abiertas al aprendizaje y la innovación. ¿Qué incluye este pilar?
- Habilidades del futuro: la integración de competencias digitales y críticas en los currículos educativos es esencial para preparar a los estudiantes para los retos de la sociedad digital.
- Desarrollo profesional docente: proveer formación continua para que los docentes adopten pedagogías digitales efectivas.
- Compromiso familiar y comunitario: involucrar a padres y comunidades para crear entornos de aprendizaje más sólidos.
Recomendaciones para fortalecer la capacidad y la cultura:
- Diseñar programas educativos que incluyan habilidades digitales básicas y avanzadas.
- Fomentar una cultura de innovación y aprendizaje continuo en todos los niveles educativos.
- Fortalecer alianzas con comunidades locales para apoyar la transformación digital.
Contenido y soluciones
¿Qué incluye este pilar? Este pilar se centra en garantizar que el contenido digital sea de alta calidad, inclusivo, accesible y alineado con los currículos nacionales. Además, este pilar señala la importancia de incorporar modelos pedagógicos innovadores que aprovechen las herramientas tecnológicas para personalizar el aprendizaje y atender las necesidades específicas de cada estudiante. ¿Cuáles son sus aspectos clave?
- Plataformas de aprendizaje: la implementación de soluciones tecnológicas seguras y accesibles.
- Contenido abierto: el contenido educativo debe ser adaptable, libre y culturalmente relevante. Los recursos de código abierto permiten a los docentes personalizar materiales para satisfacer las necesidades específicas de sus estudiantes, al tiempo que fomentan una cultura de colaboración y cocreación.
- Modelos pedagógicos innovadores: La integración de herramientas digitales en la pedagogía transforma la forma en que se enseña y se aprende. Modelos como el aprendizaje personalizado, la gamificación y el uso de inteligencia artificial permiten atender estilos de aprendizaje diversos y promover una enseñanza diferenciada. Estas metodologías hacen del aprendizaje una experiencia más interactiva, atractiva y centrada en el estudiante.
Recomendaciones para el desarrollo de contenidos y soluciones:
- Crear plataformas gratuitas y abiertas que faciliten el acceso a materiales educativos de calidad.
- Promover la cocreación de contenido entre docentes y estudiantes.
- Desarrollar herramientas de evaluación digitales que reconozcan y certifiquen el aprendizaje.
Datos y evidencia
¿En qué consiste? Este pilar nos recuerda la importancia del uso de datos para tomar decisiones informadas y diseñar estrategias educativas basadas en evidencia. También destaca la necesidad de de garantizar la seguridad y privacidad de los datos, promoviendo un entorno digital ético y protegido. Este pilar aborda tres elementos clave:
- Análisis de datos: Generar conocimientos prácticos para mejorar la experiencia educativa, a nivel individual y de sistema.
- Seguridad y privacidad: Proteger la información de estudiantes y docentes.
- Inteligencia Artificial: Implementar tecnologías éticas y responsables para apoyar la personalización y automatización.
Recomendaciones para fortalecer el uso de datos y evidencia:
- Diseñar sistemas de datos interoperables que faciliten la colaboración entre actores educativos.
- Capacitar a líderes y docentes en el análisis y uso de datos.
- Implementar estándares claros para garantizar la privacidad y la seguridad.
La transformación es posible
Con un enfoque basado en principios éticos, inclusivos y sostenibles, este modelo ofrece a los países la oportunidad de repensar sus sistemas educativos para hacerlos más resilientes, equitativos y adaptados a las necesidades del presente. Pero sobre todo, este marco nos recuerda que el centro de la transformación digital de la educación debe estar siempre en las personas: estudiantes, docentes, líderes y comunidades como protagonistas de un cambio que modernice y humanice los sistemas educativos para garantizar que todas las niñas y niños, en cualquier lugar del mundo, tengan acceso a una educación de calidad.
Puedes descargarte la publicación completa aquí.