Hack4Edu: Un hackatón muy especial

¿Qué sucede cuando la innovación educativa se encuentra con un hacker motivado por ayudar a niñas y niños en entornos vulnerables? La respuesta es Hack4Edu, un hackatón único en el mundo. Aquí te contamos por qué.

Hack4Edu: Un hackatón muy especial

La receta es la siguiente: láncese un reto al aire (en este caso, varios retos) y mezcle en un mismo equipo a hackers y a representantes de otras especialidades afines al sector educativo. Añádase una pizca de tutorización y un puñado de motivación. Déjelos macerar durante tres días con sus noches. El resultado final: un prototipo que responde al reto planteado. Es Hack4Edu, un hackatón muy especial cuyo objetivo es el planteamiento y la resolución de retos tecnológicos relacionados con los desafíos que plantea la educación digital en entornos vulnerables. En este post, uno de sus promotores, Manuel Ruiz, gerente de analítica de datos en Fundación ProFuturo, hace balance de dos ediciones de Hack4Edu y nos avanza algunas ideas sobre la próxima edición, que ya preparan.

Cuéntanos ¿cómo puede un hacker ayudar a la educación digital?

Por un lado, tenemos los retos que plantea la educación digital en entornos vulnerables que son enormes. Y, por otro lado, tenemos el perfil del hacker que es extremadamente complejo porque es una persona, que tiene una ambición grandísima sobre romper límites tecnológicos, ver cómo solucionar problemas que puedan existir. Y ahí es donde se centra, en este caso, Hack4Edu: hacer que un hacker, con una ambición increíble, se encuentre con problemas sobre los cuales no tiene conocimiento, porque lo bueno de un hacker es que “se mete en un fregado” que a lo mejor ni siquiera tiene nada que ver con su historia, pero le llama tanto la atención que entra y termina buscando soluciones a una problemática que ni ellos mismos esperaban poder solventar.

Lo maravilloso de esto es que, cuando tienes muchos hackers con el mismo problema, como sucede en un hackatón, ves que hay muchas maneras de solventar el problema y ves cómo la mente, cómo esos perfiles tan complejos, porque al final un hacker tiene un conocimiento de muchas áreas, han terminado dando soluciones totalmente diferentes a un mismo problema. El mismo reto. O sea, cómo, al final, estos perfiles tan ricos en conocimiento, son capaces de solucionarlos. En esta edición hemos visto el mismo reto solucionado por tres equipos diferentes, de manera tecnológicamente diferente. Y, de hecho, han ganado los tres. Es increíble cómo son capaces de buscar caminos diferentes y completamente nuevos.

De los hackatones de Facebook surgió el botón de “Me gusta” o el chat. ¿Que surgirá de Hack4Edu?

Nuestro objetivo principal, aunque no el único, es resolver los problemas que nos encontramos día a día en ProFuturo. Nosotros no esperamos un producto concreto de Hack4Edu. Lo que esperamos es enriquecer lo que estamos ofreciendo al mundo, pero abordándolo de manera externa, con equipos multidisciplinares que, al final, enriquecen nuestras ideas.

Nosotros, como organización, nos enfrentamos cada día a muchos retos. Y esa es, en cierta forma, nuestra razón de ser. Por cada país, por cada zona donde nos vamos a desplegar, por cada escuela, incluso, tenemos casuísticas diferentes. Esto nos obliga a tener una capacidad de adaptación que pocos proyectos pueden tener: son 40 países, cada uno en unas condiciones y con una problemática diferente. Nosotros abordamos estos retos, pero muchas veces el trabajo diario te contamina y te deja sin respuestas. Entonces, este tipo de eventos nos dan oxígeno y nos apoyan. Como ya he dicho, por la motivación, por los perfiles tan multidisciplinares que tienen, porque entre unos y otros se complementan perfectamente a la hora de abordar el proyecto, estos hackers consiguen dar solución a nuestros propios problemas.

¿Por ejemplo?

Pues, por ejemplo, tienes un equipo con ingenieros, con gente de enfermería, psicología, educación… y les

Equipo Hack4Edu

Uno de los equipos participantes en esta edición de Hack4Edu. Foto: Andrea Khalfaoui.

dices que estás buscando un reto para gamificación dentro del aula. Cómo abordar la gamificación con tecnología. Y van y te presentan un Pasapalabra, superfácil, personalizable… Que no se nos había ocurrido a ninguno. Pero es que pedagógicamente es muy útil. Y además es extrapolable a todos los sitios donde nosotros trabajamos: es pertinente porque se puede personalizar.

Y, así, con su mentalidad nueva y abierta, han solucionado el reto de una forma en la que nosotros, que estamos “contaminados” y metidos en el día a día del proyecto no habíamos podido solucionar. Podían haber ido a lo fácil: haber propuesto que les diéramos unos premios o unos puntos por hacer trabajos colaborativos, que es algo muy básico en gamificación. Pero no. Se tiran a la piscina. Y eso es lo que buscamos. Gente que se tire a la piscina, gente que sea innovadora. Y eso es lo que el Hack4Edu va a terminar siendo: proyectos tan novedosos y de innovación que rompen, tal vez, nuestra estrategia incluso de producto.

¿Qué aporta un evento como este al mundo de la innovación educativa? ¿Qué hace especial a Hack4Edu?

Todo. Lo aporta todo. Una organización puede tener 500 especialistas, pero si quiere sacar el rendimiento óptimo a un proyecto tiene que escuchar lo que otros de fuera le pueden aportar; y si, además, eres capaz de motivarlos con este tipo de eventos, pues ya lo tienes todo.

Hack4Edu cuenta, además, con dos elementos extraordinarios como son la motivación y el componente social que, combinados, aportan mucho valor al mundo de la innovación educativa. El ambiente que se genera en un hackatón es muy apropiado para sacar el máximo partido a la inquietud y a las aspiraciones de los jóvenes que participan. Es un evento en el que nuestro cerebro tiene que resolver un reto en un escenario en el que se concentran muchas emociones en muy poco tiempo. El contar con este componente de motivación “sentimental”, ese componente social extraordinario, que es saber que con tu idea vas a tener un impacto educativo en niñas y niños en entornos vulnerables, multiplica el efecto y hace que los resultados de nuestro hackatón sean muy buenos. Porque, en tan poco tiempo, concentrar a tantas personas resolviendo esos retos y que, además, salgan proyectos que se puedan abordar, me parece todo un éxito.

¿Qué camino siguen esos proyectos ganadores?

Nosotros no somos un negocio, somos una fundación y lo que buscamos es, y así viene en nuestras bases, poder tener la capacidad de seguir investigando y desarrollar los proyectos ganadores. Este año vamos a darle enlace con Campus 42, de Fundación Telefónica. Vamos a hacer unos eventos con los ganadores para que cuenten su experiencia, cómo han aplicado diferentes ideas en unos prototipos, cómo han organizado sus sesiones de trabajo que, al final, han desembocado en esos prototipos… Y con eso, motivar también a los alumnos de Escuela 42 de Fundación Telefónica. Y luego vamos a hacer un nexo de conexión de tutorización y mentorización.

No entra dentro de nuestro cometido dar financiación a estos proyectos, y yo insisto en eso. Pero sí intentar darles una continuidad. Ser catalizadores de ese cambio que necesita el prototipo para que pueda surgir una idea mayor. Hacer de sponsors para apoyarles.

¿Qué tipo de retos se han planteado este año y qué nos cuentan esos retos del mundo de la innovación educativa en entornos vulnerables?

Este año hemos tenido 32 retos oficiales. En Hack4Edu los retos son propuestos de una forma

Hack4Edu

El equipo de Words4All, responsable del proyecto de Pasapalabra y premio en la categoría Senior. Foto: Innovaspain.

abierta por personas u organizaciones de cualquier entidad. Este año se han posicionado en la inclusión dentro del aula. En la educación como medio inclusivo y en ver cómo se pueden solventar determinadas problemáticas que hoy día nos encontramos relacionadas con esto. Hubo muchos retos en esta dirección. Particularmente uno, que ha sido el mayoritario, al que se han presentado varios equipos (y de hecho han ganado tres), relacionado con niños con problemas de audición dentro del aula.

Pero encontramos otro tipo de retos muy diversos, muchos retos propios de actividades pedagógicas dentro del aula: como gamificación, analítica de datos, sociedades de educación, herramientas que permitan mejorar el proceso dentro del aula, como puede ser listados de clase… O sea, hemos encontrado una diversidad importante, pero es cierto que los temas relacionados con la inclusión dentro del aula han gozado de una sensibilización especial.

¿Qué te dicen los proyectos ganadores? ¿Qué conclusiones has sacado?

Pues nos dicen que si seguimos esta evolución, en la tercera edición los proyectos se van a salir. Este año, que hemos podido pasar a hacer una edición híbrida, el salto evolutivo que han pegado los proyectos ha sido espectacular. La edición híbrida nos ha llevado a un nivel de madurez y de profesionalización en los proyectos que, desde la organización, no pensamos en ningún momento que podíamos llegar a alcanzar. Así que lo que vemos es que estamos superando las expectativas y que necesitamos una tercera edición con un formato híbrido pero con mayor presencialidad en las sedes locales, si las condiciones lo permiten.

¿Cuáles son los criterios de la valoración a la hora de seleccionar a los ganadores? ¿Qué es lo que tenéis en mente cuando los valoráis?

Lo principal es que los retos respondan a problemas muy cercanos a ProFuturo. Problemas muy concretos y muy, muy reales, ya conocidos, y otros que veremos durante el año que viene. Y así lo vamos a enfocar en la tercera edición. Pero parte de la valoración, y lo que al final hace que nos decantemos por unos proyectos u otros en votaciones muy apretadas, es la pertinencia en las zonas vulnerables en las que trabajamos. Porque puedes tener una idea muy buena, social y educativa pero que igual no funciona en zonas desconectadas. Y, por supuesto, lo que mencionaba antes: la creatividad. El uso de tecnologías que a nadie se le ha ocurrido usar y que, además, abordan el mismo problema de maneras diferentes. Que se vea que le has dado muchas vueltas al problema y que no estás aplicando la solución obvia que aplicaría cualquiera y que tienes descrita en cualquier foro.

Que la creatividad, la motivación, el trabajo en equipo, la colaboración y la capacidad de comunicación sean, tal y como cuenta Manuel Ruiz, ingredientes fundamentales de este hackatón, no es una casualidad. Todas estas habilidades o competencias han adquirido una importancia fundamental para la sociedad digital. Porque la tecnificación de nuestra vida diaria las necesita. Solo aplicándolas podremos hacer un uso inteligente de la tecnología sacando el mejor provecho posible a la revolución digital. Y Hack4Edu es un gran ejemplo de ello.

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