Piensa un segundo: en las últimas dos horas, ¿cuántas veces has tenido que echar mano de tus habilidades en lectoescritura? Leer un aviso en tu comunidad de vecinos, identificar una calle, leer wasaps, mensajes de texto y correos electrónicos, el prospecto de un medicamento…
Si durante el siglo XX saber leer y escribir se convirtió en una competencia esencial para la promoción social y cultural de las personas, en el siglo XXI se ha convertido en una competencia imprescindible para la vida cotidiana. Y eso independientemente de culturas, países o niveles socioeconómicos. De hecho, la Unesco ha incorporado el componente digital en su definición de alfabetización: “un medio de identificación, comprensión, interpretación, creación y comunicación en un mundo cada vez más digitalizado, basado en textos, rico en información y en rápida mutación.”
Sin embargo, hoy en día existen al menos 773 millones de jóvenes y adultos que no saben leer ni escribir, de los cuales el 63% son mujeres. Además 250 millones de niños no consiguen adquirir las capacidades básicas de lectoescritura. En 2019, el Banco Mundial utilizó el término «Pobreza en el aprendizaje» para nombrar una realidad terrible: el 53% de los niños de 10 años en los países de ingresos bajos y medios no pueden leer ni comprender un texto breve (apropiado para su edad), cifra que supera el 80% en los países más pobres.
Estos datos amenazan gravemente la previsión de alcance de los ODS, porque muchos de ellos dependen directamente del numero 4, Educación de Calidad. Las buenas noticias son que las nuevas tecnologías, que contribuyen a democratizar el conocimiento, forman parte de la solución. Una propuesta educativa digital en el ámbito de la competencia lectoescritora puede facilitar el acceso a recursos, tanto a contenidos como a planes lectores, reforzando así́ los procesos de personalización didáctica y pedagógica.
Uno de los aspectos cruciales en la implementación de propuestas digitales para el dominio de la lectoescritura son las posibilidades de personalización didáctica del proceso de aprendizaje. Así lo destaca All Children Reading en su informe Technology-Based Innovations to Improve Early Grade Reading Outcomes in Developing Countries. Al utilizar la tecnología, los docentes dan a los aprendices acceso a materiales de lectura adecuados y nivelados, y la capacidad de ser autónomos en su aprendizaje, lo que es especialmente útil en contextos en los que los maestros se enfrentan a una diversidad de niveles educativos abismal, una situación generada por los altos niveles de absentismo escolar, y el acceso tardío al sistema educativo.
Por todo ello, los nuevos entornos virtuales tienen el potencial de generar una revolución, escalable y replicable, en el desempeño de esta competencia básica central, contribuyendo a la reducción de estas estadísticas nefastas, que disminuyen las posibilidades de desarrollo e inserción sociolaboral de millones de niños y niñas.
Conviértete en un techie de la lectoescritura: 7 iniciativas
Crear un mundo de lectores con Worldreader
¿Sabías que el 61% de los niños de comunidades vulnerables no poseen ni tan siquiera un libro? Worldreader pretende ayudar a estos niños que no pueden acceder a la lectura. Y lo hace combinando su enorme biblioteca digital (con casi 6.000 libros en 52 idiomas diferentes), con tecnología (smartphones, tablets, e-readers…), a través de la cual distribuyen su catálogo, y programas de apoyo a profesores y padres. Desde 2010, más de 21 millones de personas se han beneficiado de sus lecturas en 100 países diferentes.
Tusome Early Grade Reading: Leamos en Kiswahili
Tusome, “Leamos” en Kiswahili, es un programa insignia puesto en marcha por el Ministerio de Educación del Gobierno de Kenia y la agencia estadounidense para el desarrollo internacional, USAID. Enfoca su labor en la mejora de las competencias docentes, mejorar el acceso a recursos educativos apropiados, ofrecer apoyo y supervisión en el proceso de enseñanza y mejorar la colaboración con otros actores del proceso de aprendizaje. Se aplica en casi 25.000 escuelas de primaria y beneficia a cerca de 8 millones de niños de entre seis y ocho años. Además, cuenta con una herramienta digital, Tangerine, para monitorear, evaluar y analizar el nivel de mejora de aprendizaje durante todas las fases del proyecto.
Bloom: una librería colaborativa y digital
Los proyectos de alfabetización en lenguas locales o minoritarias chocan con la falta de libros traducidos a estas lenguas para incentivar la enseñanza y la práctica que se necesita para desarrollar alfabetismo real. Bloom nació como una plataforma digital que permite que las personas de todo el mundo se involucren en la creación de una gran colección de libros en lenguas autóctonas. La plataforma tiene un editor que puede usarse para crear un libro o traducirlo y, además, funciona como repositorio de libros donde los hablantes de distintos idiomas pueden encontrar libros en su propia lengua, y los creadores de libros encontrarán libros prediseñados para traducir.
Graphogame: juego para enseñar a leer en entornos vulnerables
GraphoGame es una herramienta tecnológica basada en el juego que utiliza el reconocimiento de voz y que, a través de dispositivos móviles, ayuda a los niños a aprender a leer y escribir. El truco consiste en mantener la participación del niño a través del juego, el tiempo suficiente para que se establezca el aprendizaje. Esto se logra por la retroalimentación que ofrece la herramienta. El componente de aprendizaje de GraphoGame ha demostrado ser eficiente en la enseñanza de habilidades de alfabetización de los niños en varios idiomas y ortografías. De hecho, desde su fundación, el programa que nació en Finlandia, ha sido utilizado en muchos países e idiomas en Europa y, en 2012 se extendió a los países y lenguas africanos de Kenia (Kiswahili y Kikuyu), Namibia (Afrikaans), Tanzania (Kiswahili) y Zambia (Nyanla y Tonga).
Little thinking minds: reconectando con el árabe
Hace 17 años Lamia Tabbaa y Rama Kayyali comenzaron a preocuparse por la desconexión que los jóvenes del mundo árabe estaban experimentando con respecto a su idioma y su cultura. Para que a sus propios hijos no les sucediese esto, comenzaron a crear contenidos digitales en árabe. Querían que los pequeños crecieran hablando y amando esta lengua que, consideraban, estaba siendo relegada a un segundo plano. Hoy, Little Thinking Minds es una empresa líder en tecnología educativa que crea soluciones y recursos digitales avanzados para la alfabetización en árabe y tiene oficinas en Jordania , Arabia y Emiratos Árabes Unidos. Sus soluciones han sido probadas para funcionar en entornos de bajos recursos y ayudan también a niños refugiados con propuestas escolares de apoyo y refuerzo.
Let’s read Asia: una biblioteca digital para leer hasta en 25 lenguas locales
Las niñas y niños necesitan libros con personajes, temas y entornos que reflejen y afirmen sus vidas y les brinden oportunidades para explorar el mundo. Por eso, con el apoyo de Asia Foundation, nació en la región Let’s Read, un programa cuyo fin es crear una biblioteca digital nutrida de libros infantiles en el idioma local con libros que exploran temas cruciales para el desarrollo de las personalidades de los más pequeños y que pueden encontrarse hasta en 25 lenguas diferentes. Además los libros pueden descargarse o imprimirse sin necesidad de acceso a internet.
Odilo, lectura digital que se adapta a tu nivel
Odilo es una plataforma digital de gestión de aprendizaje con más de tres millones de títulos disponibles en varios formatos (eBooks, Audiobooks, revistas, prensa…) en 40 idiomas. Además utiliza la inteligencia artificial para medir y mejorar el proceso de aprendizaje y la comprensión lectora. Así, según el nivel, los gustos y la evolución del estudiante, ir recomendándole otros títulos para continuar. Esta tecnología facilita a padres y docentes el seguimiento y acompañamiento de las niñas y niños que usan la plataforma. Si quieres saber más sobre Odilo, aquí tenemos una pequeña entrevista con su CEO.
Claves para el éxito
¿Cómo afrontar con mayores garantías de éxito el trabajo en lectoescritura desde lo digital? Las iniciativas y análisis previos nos brindan algunas claves.
Así, en un primer nivel de análisis, se identifican factores esenciales para el diseño, desarrollo e implementación exitosa de estrategias de lectoescritura en contextos de alta vulnerabilidad:
- Encaje curricular: integrar de manera adecuada los contenidos de lectura en los currículos de las diferentes regiones donde se implementan estas estrategias.
- Alfabetización básica en TIC: priorizar la formación básica en el uso de herramientas tecnológicas para crear secuencias didácticas mediadas por tecnología.
- Análisis del contexto: realizar un análisis exhaustivo del entorno antes de iniciar, asegurándose de que la infraestructura básica sea adecuada.
- Apoyo de los agentes sociales: contar con el respaldo esencial de los actores locales involucrados en la promoción de la lectoescritura y en la intervención socioeducativa.
- Pilotaje de experiencias: Realizar pruebas piloto previas a la implementación para maximizar el impacto y resolver posibles obstáculos antes de comenzar.
Un segundo nivel de análisis revela que el enfoque óptimo de abordaje de la lectoescritura digital es aquel que se basa en un plan lector que genere una experiencia integral de lectura y escritura:
- Proporcionando a los docentes las herramientas necesarias para monitorear el progreso de los estudiantes en el desarrollo de esta competencia, permitiendo la creación de retroalimentaciones ágiles e intuitivas.
- Ofreciendo a los estudiantes un avance personalizado en su competencia a través de una secuencia didáctica estimulante, que les permita avanzar a su propio ritmo mientras resuelven diversos desafíos lectoescritores.
- Fomentando la participación de las familias en comunidades de lectores, donde no solo acompañan a sus seres queridos, sino que también participan activamente en espacios de lectura compartida o colaborativa.
- Incluyendo otros agentes que enriquezcan las oportunidades de lectoescritura,, ya sea proporcionando herramientas para una mayor inmersión o liderando desafíos lectores que estimulen la difícil tarea de fomentar el amor por la lectura.
En última instancia, el acceso equitativo a la lectoescritura en el siglo XXI es una cuestión de justicia social y desarrollo humano. Las soluciones tecnológicas podrían abrir la puerta a un futuro en el que cada individuo tenga la oportunidad de desarrollar estas habilidades vitales, sin importar su origen o contexto. Al hacerlo, no solo estamos empoderando a las personas para enfrentar los desafíos de la vida moderna, sino también construyendo una sociedad más inclusiva y equitativa.