Tecnología punta para “curar” la dislexia

¿Te imaginas un videojuego que sirve para no tener faltas de ortografía? Eso y muchas cosas más es Dytective, una herramienta que, con la ayuda de la inteligencia artificial, ayuda a detectar precozmente la dislexia y a adaptar y personalizar el aprendizaje de los que sufren sus efectos.

Tecnología punta para “curar” la dislexia

La dislexia, un trastorno frecuente y aún infradiagnosticado

Dificultades para aprender a leer o para leer de forma fluida, errores ortográficos a montones o falta de comprensión lectora. ¿Sabías que, según la organización Dislexia and Literacy International, al menos el 10% de la población mundial podría padecer dislexia? Eso son, más menos 700 millones de personas en el mundo.

Sin embargo, muchos de ellos no son diagnosticados nunca y la inmensa mayoría lo son cuando ya es demasiado tarde para actuar. Esta detección tardía y la consecuente ausencia de un tratamiento adecuado aumentan el riesgo de sufrir fracaso escolar y, por supuesto, afecta de forma muy negativa a su bienestar emocional (los niños padecen las burlas de compañeros, pueden llegar a ser objeto de acoso escolar y tener daños irreparables en su autoestima).

Pero ¿qué es exactamente la dislexia? En términos sencillos, se trata de un trastorno neurobiológico del aprendizaje que afecta a la lectura y a la escritura. Las personas con dislexia tienen dificultades para procesar los sonidos del lenguaje y asociarlos a las letras, lo que repercute en la precisión, la velocidad y la comprensión lectora. No es un problema de inteligencia, ni de falta de motivación, ni de malos hábitos de estudio. Es una forma diferente de procesar la información escrita.

Y, sin embargo, este trastorno sigue siendo invisible. Estigmatizado. Mal comprendido. Muchas veces, confundido con otros problemas del desarrollo o con simple falta de esfuerzo. Por eso la detección temprana es crucial: permite intervenir a tiempo, adaptar el aprendizaje y evitar que una dificultad puntual derive en un sufrimiento prolongado.

Curar dislexia_Dytective

Los tres sueños de Luz Rello

Luz Rello fue una de esas niñas con dislexia. Hoy es licenciada en Lingüística y doctora en Informática por la Universitat Pompeu Fabra. También fueron disléxicos Steve Jobs, Pau Donés y Thomas Edison. Y lo son Steven Spielberg, Richard Branson y el fundador de Ikea. Porque, en contra de la creencia popular, los disléxicos no son, en absoluto, personas poco inteligentes. Solo tienen dificultades (solventables) con la lectoescritura.

Varios estudios han observado que muchas personas con dislexia presentan habilidades destacadas en áreas como la creatividad, la resolución de problemas o el pensamiento divergente. Cuando la lectura y la escritura suponen un desafío constante, el cerebro tiende a desarrollar estrategias alternativas, más intuitivas, visuales o innovadoras para procesar la información. De algún modo, la dificultad se convierte en motor de plasticidad cognitiva.

No es de extrañar, entonces, que tantas personas brillantes sean disléxicas. Quizá la lectura sea un obstáculo, sí, pero pensar diferente… pensar diferente puede ser un superpoder.

Pero volvamos a Luz Rello y sus tres sueños: que la dislexia deje de ser un trastorno oculto, superar las dificultades académicas derivadas de la dislexia y superar las barreras socioeconómicas para tratarla. Para cumplirlos, Luz fundó la empresa social Change Dyslexia, una empresa social con un objetivo ambicioso y profundamente humano: que ningún niño con dislexia se quede sin ayuda por falta de recursos.

Dytective: inteligencia artificial al servicio del aprendizaje

Dytective es el instrumento que está haciendo esos sueños realidad. Validada científicamente, ha resultado ser una de las herramientas más punteras en la detección y el entrenamiento de la dislexia. Su funcionamiento se estructura en tres grandes pilares:

Dytective Test: detección precoz en menos de 15 minutos

Conocido inicialmente como Dytective for Samsung, Dytective Test

es una prueba digital gratuita que analiza el desempeño del usuario en una serie de ejercicios lingüísticos y cognitivos. Dura apenas 15 minutos y trabaja con un complejo modelo de inteligencia artificial. El test utiliza machine learning, concretamente redes neuronales recurrentes, entrenadas con miles de casos reales para reconocer patrones asociados al riesgo de dislexia. No diagnostica (porque un diagnóstico completo requiere una evaluación clínica), pero sí permite un cribado fiable y rápido, algo que antes podía tardar meses.

DytectiveU: entrenamiento personalizado con más de 40.000 juegos

Para quienes ya presentan dificultades en la lectoescritura, DytectiveU ofrece un programa de entrenamiento adaptativo con más de 42.000 juegos organizados según 24 habilidades cognitivas: desde competencias lingüísticas hasta memoria de trabajo, velocidad de procesamiento o funciones ejecutivas.

Todo está diseñado como un videojuego: retos, misiones, feedback inmediato, niveles, recompensas… Los ejercicios se adaptan automáticamente, de modo que cada niño recibe exactamente la práctica que necesita. Ni más fácil, ni más difícil.

El objetivo no es que memoricen normas ortográficas, sino mejorar la base cognitiva que afecta a la lectura y la escritura. Un entrenamiento sólido, sostenido y divertido.

Becas Dytective: que nadie se quede atrás

Para derribar las barreras socioeconómicas —el tercer sueño de Luz— existen las becas Dytective, destinadas a cubrir el acceso al entrenamiento intensivo en familias con recursos limitados. Porque la dislexia no entiende de barrios, ni de clases sociales. Y el acceso a las herramientas tampoco debería hacerlo.

Detrás de la magia: la ciencia que sostiene Dytective

Aunque Dytective parece un juego, en realidad es el resultado de años de investigación interdisciplinar. Lingüística, psicología cognitiva, informática, análisis del lenguaje natural, bases de datos masivas, diseño de experiencias gamificadas… Nada está puesto al azar. Cada ejercicio, cada decisión y cada adaptación del nivel del niño están basados en años de investigación sobre cómo aprendemos a leer y escribir.

La base tecnológica de Dytective son las redes neuronales recurrentes, un tipo de inteligencia artificial que sirve para analizar secuencias. Esto significa que el sistema no mira solo lo que el niño responde, sino cómo lo hace: cuánto tarda, si duda, si repite un tipo de error o si mejora con ciertos estímulos. Esas pequeñas señales, que a veces pasan desapercibidas para un adulto, ayudan a identificar si puede existir riesgo de dislexia.

Junto con eso, Dytective utiliza procesamiento del lenguaje natural, una tecnología que permite a las máquinas entender aspectos del lenguaje humano. Gracias a ello puede analizar a la vez cómo escribe el niño (ortografía), cómo relaciona los sonidos con las letras (fonología) y si está comprendiendo lo que lee (semántica). De esta forma, no se limita a decir “esto está bien” o “esto está mal”, sino que entiende por qué se produce un error y qué tipo de ayuda puede necesitar.

Una vez que el sistema detecta qué áreas requieren apoyo, entra en juego el aprendizaje adaptativo. Esto significa que Dytective ajusta la dificultad de los ejercicios en tiempo real. Si un niño progresa rápido, los retos aumentan un poco; si le cuesta, se le ofrecen actividades más accesibles para reforzar lo que necesita. Es un entrenamiento que se acomoda a su ritmo natural, como si tuviera un profesor pendiente solo de él.

La gamificación también juega un papel importante, pero no solo para entretener. Los juegos que aparecen en Dytective no están pensados para “pasar el rato”, sino para trabajar habilidades muy concretas relacionadas con la lectura y la escritura. La diversión ayuda a mantener la motivación, pero cada actividad tiene detrás un objetivo pedagógico claro y comprobado.

Por último, todo este sistema está respaldado por validación científica. Dytective ha sido estudiado, probado y presentado en revistas especializadas y congresos internacionales. Esto asegura que su eficacia no se basa en intuiciones o tendencias de moda, sino en datos, investigaciones y resultados que se han evaluado de manera rigurosa.

Mucho más que tecnología

Hoy, Dytective ya no es solo la idea valiente de una investigadora que quiso cambiar su propia historia, sino una realidad consolidada en las aulas. La herramienta está presente en 2.213 colegios de España, acompaña a más de 35.753 niños y niñas que entrenan a diario su lectoescritura y ha permitido que más de 458.200 personas hayan realizado el test de cribado de dificultades de lectura y escritura de forma accesible.

Detrás de estas cifras hay algo más que tecnología: diagnósticos que llegan a tiempo, docentes que cuentan con datos claros para tomar decisiones, familias que por fin entienden qué le ocurre a su hijo y niños que dejan de sentirse “torpes” para empezar a verse capaces. La gran aportación de Dytective no es solo usar inteligencia artificial para detectar el riesgo de dislexia, sino demostrar que cuando la ciencia, la educación y el compromiso social se unen, la inclusión deja de ser un eslogan y se convierte en una experiencia real en el aula. Ese es, quizá, el mayor logro: haber abierto un camino en el que ningún niño debería quedarse atrás por algo que sí se puede detectar, entrenar y acompañar.

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