El pasado 29 de octubre, Fundación Telefónica y Fundación Ineco presentaron el Observatorio Iberoamericano de Neurociencias y Educación (OINE), en una jornada titulada ‘Educar con el cerebro en mente’, dirigida especialmente a la comunidad educativa y científica.
Entre sus magníficos ponentes, encontramos a Facundo Manes, reputado neurólogo clínico y neurocientífico argentino.
Una ponencia marco centrada en la relación neurociencia y aprendizaje:
Neurociencia y neurociencias cognitivas
La Neurociencia es una rama de la ciencia que estudia el sistema nervioso. Y las neurociencias cognitivas estudian los procesos mentales: cómo decidimos, cómo percibimos la realidad, la memoria, el olvido, el aprendizaje o las emociones y cómo influyen en la conducta y facilitan la toma de decisiones.
Los avances recientes en neurociencia se deben principalmente a estos 3 factores:
-Hoy hay muchos científicos investigando en este ámbito que comparten datos y trabajan en red, lo que ha supuesto un progreso muy notable al abandonarse el paradigma de investigación de laboratorio (más individual y aislado) de décadas pasadas.
-Las grandes potencias mundiales han situado en sus agendas a la neurociencia como prioridad, como por ejemplo el proyecto del “mapa del cerebro” en los Estados Unidos. En Europa, China o Japón se están realizando investigaciones en esta línea…
-Las nuevas tecnologías en el área de la genética, y en las imágenes que han aportado más sobre el funcionamiento del cerebro en las últimas dos décadas que en la historia de la humanidad.
Y a estos 3 factores debe sumarse un cuarto, no menor, como el que las enfermedades del cerebro son la principal causa de muerte del ser humano: la depresión, la ansiedad, el insomnio, el estrés, etc.
Todos estos avances en neurociencia están produciendo dilemas morales y éticos en la sociedad: hoy día se pueden leer ciertos pensamientos con tecnología, un avance muy importante para personas enfermas que están inmovilizadas y que a través de su pensamiento pueden manejar robots y expresar ideas o emociones… la sociedad deberá de involucrarse cada vez más en la neurociencia porque los dilemas a los que nos enfrentamos como colectivo ya no se pueden resolver desde un laboratorio.
Un nuevo concepto de inteligencia y habilidades
La neurociencia aporta datos contrastados respecto de que la inteligencia y las habilidades no son fijos en la persona y se mantienen inalterables. Se dice “esta persona es muy inteligente en matemáticas, en los idiomas…” y por ende se piensa que siempre fue y será así.
Pues es un grave error decir a un niño “eres muy inteligente en las matemáticas”, es un flaco favor porque lo único que conseguiremos es desincentivarlo y desmotivarlo para seguir aprendiendo.
Hoy sabemos que la clave del aprendizaje reside en estimular el propio proceso. Éste es el reto del educador, puesto que las inteligencias y las habilidades son maleables y no fijas, pueden aumentar o decrecer si no se trabajan, si no se cultivan, … por esto es tan importante favorecer la motivación en los aprendizajes.
Todo lo que hacemos se hace desde el cerebro: desde respirar hasta resolver los dilemas más complejos.
Por esto es fundamental no perder de vista en nuestra sociedad la importancia de la inteligencia colectiva. Hoy el conocimiento se genera en equipo aunque haya un motor individual, es mucho más colectivo. Wikipedia podría ser uno de los ejemplos.
Hay 3 factores que determinan el éxito de un equipo:
-Que haya altos niveles de empatía entre los miembros del equipo, pues la empatía nos permite imaginar lo que siente el otro y sentirlo.
-Que haya varias voces dominantes en el equipo, acompañadas de un líder. El rol del líder es el de imaginar el futuro, el de abandonar su zona de confort y el de representar al grupo.
-Que haya una presencia de mujeres en los equipos, pues beneficia el proceso empático y emocional para crear.
Incluso el rol del docente debe evolucionar hacia la generación del conocimiento en equipo y de forma colectiva.
Neurociencia y Educación, una relación bidireccional
“Sería un error de las neurociencias decirles a los profesores cómo tienen que educar. Lo que tienen que hacer ambos es dialogar”. ¿Qué es la educación sino un mecanismo por el que reforzamos el aprendizaje?
Lo que sabemos de cómo funciona la mente tiene que ser transmitido a los docentes desde un diálogo bidireccional porque los científicos no saben lo que sucede en el aula.
Gracias a la neurociencia ya sabemos que el contacto humano en el acto educativo es fundamental para el hecho del aprendizaje. El contacto personal genera emoción e impacto en el aprendizaje.
En mi opinión (Facundo Manes) la educación del futuro será mixta: personal y virtual, puesto que necesitamos del contacto humano porque somos seres sociales. Hemos adquirido a lo largo de nuestra evolución como especie un fuerte aprendizaje social. Y el cerebro es un órgano social pues es el único en el mundo natural que intenta entenderse a sí mismo y en un contexto colectivo.
Por esto sabemos que el bienestar humano no lo genera el bienestar del dinero sino el contacto profundo con otros seres humanos pues el aislamiento social crónico mata.
En este sentido el docente se tendrá que reinventar y la educación también porque el paradigma de la trasmisión de información ya no es válido ya que hoy la información está disponible en Internet. Lo que tiene valor en la sociedad actual es la formación en generar nueva información a partir de lo disponible: enseñar a comunicar, a trabajar en equipo, etc.
Y, a la vez, erradicar los mitos sobre el cerebro y el aprendizaje que hacen mucho daño, como por ejemplo, que solo usamos el 10% del cerebro o que hay una educación basada en el hemisferio derecho e izquierdo…
Todos tenemos la potencialidad creativa
El proceso creativo y la creatividad se pueden trabajar puesto que ya conocemos las condiciones que necesita el cerebro para cultivarla.
De esta forma se puede afirmar que el proceso creativo se desarrolla en las siguientes fases:
-Preparación: es un proceso que puede necesitar años y gira en torno a la idea de saber, conocer, estudiar un área o campo de conocimiento.
-Incubación: consiste en pensar obsesivamente en uno o varios dilemas o problemas dentro del área en la que nos hemos preparado. Correlaciona más la creatividad que el coeficiente intelectual, pues esta obsesión está muy relacionada con la pasión. Por esto hoy la ciencia no puede medir la inteligencia humana desde el coeficiente intelectual (CI) porque por ejemplo este coeficiente no correlaciona con el liderazgo.
-Relajación: cuando no hacemos nada o estamos durmiendo o adormilados, el cerebro procesa información con la red en reposo y es cuando se producen los momentos “eureka” o “ajá” que en algún momento u otro todos hemos experimentado. En este momento vienen las buenas ideas. El descanso y el sueño son importantes, porque durante el sueño se consolida la memoria.
-Estar un poco loco: siempre hay que imaginar algo más allá que lo puramente lógico o racional en el proceso creativo.
-Estar preparado para equivocarse: en este caso los “adversarios” contra los que luchar son difíciles puesto que la educación, las empresas y la sociedad, en general, sancionan el error y es un gran contrasentido pues nadie puede crear algo sin equivocarse antes. Es imposible.
-Tener o estar en un contexto creativo: es muy importante crear en un contexto en el que se piensa en querer cambiar el mundo como el caso de Silicon Valley, pues estimula y favorece mucho el proceso.
Como decía Picasso, que la creatividad me llegue trabajando, pues el azar beneficia a las mentes preparadas.
(Fuente de la foto: Fotolia)
Efecto multitarea y “aburrimiento mental”
Debemos insistir en que hoy más que nunca hay que educar en el juego y en el saber no hacer nada desde un punto de vista cerebral, para desactivar este efecto multitarea que hoy sugiere la tecnología.
Se dice que los jóvenes actúales no saben aburrirse porque continuamente están interactuando con el efecto multitarea que básicamente proponen las redes sociales y el hecho de estar permanentemente conectados: mails, twitter, instagram, whatsapp…
Pero el aburrimiento tiene un efecto positivo para la creatividad como se ha explicado… necesitamos aburrirnos pues no podemos estar permanentemente conectados ya que tenemos unos recursos cognitivos limitados.
Por esto en muchos momentos pensamos con “el piloto automático” (cuando conducimos por ejemplo) porque no siempre podemos estar gastando mentalmente estos recursos cognitivos.
Y en este sentido la conexión permanente provoca estrés en la persona. Nuestro cerebro es producto de una evolución de miles de años, la lectoescritura se creó hace más de 7.000 años y la multitarea que propone la tecnología tiene un coste productivo en nuestra mente, por lo que la tecnología es fantástica pero hay que tener cuidado y saber educar su uso en la sociedad digital.
La introducción en la escuela del mindfulness y la relajación puede favorecer el pensamiento y mitigar este estrés multitarea para mejorar la vida presente de la persona.
El cerebro crea la realidad que percibimos y de la manera que pensamos así sentimos, uno piensa mal, actúa mal y se siente mal o lo contrario… uno puede cambiar esto, se puede entrenar en los alumnos esto, hacer meditación mindfulness…. La educación es un factor de protección cerebral. La educación protege el cerebro, por esto estudiar y ejercitar la mente es bueno.
El acto educativo son dos cerebros en contacto.
La sociedad y los padres en general piensan que la educación se da en el colegio y depositan todas las energías ahí… pero esto no es así desde un punto de vista neurocientífico, pues el cerebro básicamente aprende de 3 maneras:
-Desde la Motivación
-Desde la Inspiración
-Desde el Ejemplo
Si en nuestra casa no cultivamos nada de esto con los chicos, posiblemente tendrán problemas en aprender al margen de la escuela a la que asistan. Y, sobre todo, si en casa no se da el factor del ejemplo, los niños pueden tener problemas de aprendizaje.
Para saber más:
El evento se pudo seguir en directo en la web y en redes con el hashtag #EducarConCerebro