¿Cómo se desarrolla una clase de matemáticas en cualquier aula de primaria del mundo? El profesor plantea un problema. Los alumnos toman nota del enunciado y, luego, se afanan en resolverlo en sus cuadernos. Ellos solos frente al mundo matemático. Armados con un lápiz y una goma plantean e intentan resolver las operaciones. Después alguien sale al encerado a resolverlo con el profesor. Si el resultado y las operaciones coinciden con las de la pizarra, lo habrán hecho bien. Y vuelta a empezar. Memoria, procedimientos que no se entienden y muchos, muchos cálculos.
¿Cómo se desarrolla una clase de matemáticas del método Singapur? El profesor plantea un problema y los alumnos debaten sobre cómo resolverlo. Aquí ya tenemos dos de las características principales de esta pedagogía: la exploración y la construcción del propio conocimiento. Los alumnos aportan sus ideas y soluciones al problema. La idea es llegar al resultado a través de diferentes caminos. Guiados por el profesor, los estudiantes exploran y debaten y, después de analizar y resolver el problema exponen sus conclusiones a los demás y reflexionan sobre ello. Y todo ello sin haber todavía pasado al cálculo de operaciones. Primero, comprender y reflexionar sobre el propio proceso de aprendizaje. Razonar antes de calcular. Involucrar a los estudiantes en todo el proceso y enseñarles a que piensen por sí mismos. Ese es el enfoque.
Contar una historia
Tradicionalmente, el debate y la narración de historias han estado muy alejadas de las clases de matemáticas pero en el método Singapur no sucede así. Como veremos, a partir de las tres fases del método, los alumnos cuentan una historia matemática, que comienza en una situación concreta inspirada en su día a día.
El método propone una adquisición secuencial del conocimiento matemático, conocido como enfoque C-P-A:
- Fase concreta: se presenta el problema de forma concreta primando la manipulación y la exploración. Los alumnos descubren las nociones matemáticas a través de la manipulación de objetos concretos, reales y cercanos.
- Fase visual o pictórica: los alumnos crean una representación gráfica de las relaciones entre cantidades o los procesos matemáticos subyacentes que resuelvan el reto o problema. Los objetos son reemplazados por imágenes. Es la modelización a través de barras.
- Fase abstracta: esta tercera etapa enlaza esos procesos con los algoritmos y formulaciones de la matemática más abstracta. Encontramos la operación matemática correspondiente.
La página web del método Singapur enumera las principales bases pedagógicas del método. Estas son:
- Currículo de progresión en espiral: frente al tradicional currículo de progresión lineal, este diseño curricular implica el refuerzo de conocimientos previos con la enseñanza de los nuevos, lo que refuerza el aprendizaje y lo contextualiza como un todo. Retomar lo aprendido y darle sentido en un contexto nuevo genera un aprendizaje significativo y comprensivo, frente a un mero aprendizaje operacional con un diseño curricular lineal.
- El modelado de barras: una de las estrategias de modelado (aunque no la única) más potente y relevante de todas, debido a su versatilidad y posibilidades de aplicación. El modelado ayuda a los alumnos a tener una mayor comprensión de conceptos como fracción, ratio o porcentaje; a establecer un plan por pasos para resolver los problemas aritméticos; a establecer comparaciones, y a involucrarse en la resolución de problemas desafiantes. Además desarrolla el pensamiento lateral y creativo del alumno.
- Pensamiento algebraico: relaciones funcionales, patrones y relaciones numéricas… siempre utilizando el currículum en espiral y presentando cada lección sobre la base y los conceptos aprendidos con anterioridad.
- Enfoque C-P-A: Concreto, Pictórico, Abstracto. Ya hemos hablado de las tres fases secuenciales del método.
- Modelo de enseñanza conectado con los objetivos de aprendizaje: los profesores del método Singapur plantean su forma de enseñar desde una variedad de influencias de psicólogos, educadores y matemáticos que combinan corrientes del conductismo y la psicología cognitiva, entre otras.
El docente en el método Singapur: motor del cambio
¿Cuál es el papel del docente en este método de enseñanza? ¿A qué desafíos se enfrenta a la hora de aplicar esta metodología tan distinta de las formas de enseñar más tradicionales?
Como hemos visto, al aplicar el método Singapur, el papel principal del docente es incentivar la participación en el debate y la colaboración entre sus alumnos. Se convierte en una especie de facilitador o facilitadora que guía a sus alumnos en el proceso de resolución del problema. Podríamos decir también que él mismo pasa a ser un aprendiz que participa de las ideas y soluciones que proponen sus alumnos. Esto puede plantear algunos desafíos a los docentes:
- Gran capacidad de adaptación: en este sentido el maestro debe dar un giro de 180 grados a sus métodos de enseñanza. Las clases magistrales en las que el profesor dicta y los estudiantes escuchan, ya no sirve. El método Singapur trabaja con los alumnos de forma colaborativa.
- Entender las propuestas del alumno: como consecuencia de lo anterior, al dejar que los chicos piensen por sí mismos la solución al problema, el docente que pretenda aplicar este método debe superar el miedo a no entender las propuestas y formas de pensar de sus alumnos.
- La inercia de la tradición: enseñamos como fuimos enseñados. Eso es un hecho. El profesor Singapur debe hacer frente a la inercia de la tradición, un bucle infinito de repetición de lo que aprendió de sus profesores en el pasado.
- Convicción profunda: para poder aplicar este método, se requiere de una comprensión y una convicción profunda, producto de una intensa reflexión sobre la naturaleza misma de la enseñanza de las matemáticas.
En resumen, este método enseña estrategias que ayudan a los estudiantes a visualizar y conceptualizar los problemas para alcanzar un mayor control de las “matemáticas mentales”, así como a fortalecer sus habilidades para resolver los problemas de forma creativa, mejorando sustancialmente, y esto es muy importante, su pasión por las matemáticas.
Este método, que forma parte de una revolución profunda de la educación y la enseñanza, ha llevado a un pequeño país, pobre y con pocas perspectivas de futuro hace tan solo 50 años, a convertirse en uno de los estados más prósperos del mundo. Un pequeño ejemplo del poder transformador de la educación.
Si quieres conocer más detalles sobre este método, visita su página web en español. También puedes informarte en la página internacional del método.