El sonido que habito: redescubrir el mundo con el oído

El proyecto “El sonido que habito”, nació en enero de 2013, como corolario a un curso sobre Herramientas 2.0, integrado por docentes de distintas asignaturas en el IES Bergidum Flavium, un pequeño instituto de la provincia de León.

El objetivo inicial del proyecto no era otro que poner en práctica algunas de las herramientas que se habían aprendido a manejar en el curso (Google Drive, Blogger, Google Maps, SoundCloud, etc) para utilizarlas con el alumnado, pero a medida que se iba perfilando el profesorado vio la conveniencia de abrirlo a las redes sociales y hacerlo colaborativo con la idea de que pudiera ser aprovechado por todos aquellos docentes que quisieran unirse al proyecto.

Desde un principio se pensó que fuera multidisciplinar, ya que los profesores que habían realizado el curso procedían de asignaturas tan dispares como Música, Inglés, Lengua, Ciencias Sociales, Educación Plástica y Visual, Filosofía, Ciencias Naturales…

El profesorado buscaba que, al participar en el proyecto, los alumnos hicieran uso de las TIC, por supuesto, pero también de sus dispositivos móviles. Querían un proyecto que hiciera uso del aprendizaje móvil y aceptar la responsabilidad de los educadores de enseñar al alumnado a hacer buen uso de esta tecnología que les fascina y ocupa gran parte de su tiempo, fuera del centro pero, cada vez más también dentro.

El hecho de tomar el sonido como hilo conductor del proyecto llegó, por casualidad, a través del coordinador del proyecto, profesor de música, conocedor y admirador de la obra del compositor y pedagogo canadiense Murray Schaefer, que ha construido una compleja teoría del conocimiento sobre conceptos como objeto sonoro, paisaje sonoro o escucha activa a través de los cuales podemos llegar a conocer aspectos esenciales del mundo que nos rodea, que permanecerían ocultos por la simple observación, medición y análisis de los mismos.

Objetos y paisajes sonoros que ponen de manifiesto que el sonido está presente en todas las facetas de la vida, tanto en la naturaleza, como en el trabajo de los hombres, en los seres vivos y en las máquinas, en el campo y en las ciudades pues, como dice el filósofo francés Jacques Attali, en su libro Ruidos, “No ocurre nada esencial donde el ruido no esté presente”.

Por último, faltaba fijar el público objetivo al que iba dirigida la propuesta didáctica. Más allá del profesorado de todas y cada una de las áreas de conocimiento, el público final son los alumnos, estudiantes de tercer ciclo de Educación Primaria, ESO y Bachillerato aunque, a fecha de hoy, hayan participando alumnos de Escuelas de Ingeniería, Escuelas de Música, Conservatorios, etc.

Una vez que se definió el proyecto, llegó la hora de diseñar el envoltorio, el paquete en el que se iba a presentar a la comunidad educativa. Por un lado, un site o página web con toda la información necesaria para profesores colaboradores y sus alumnos participantes. Por otro lado, el blog colectivo en el que los alumnos irían publicando sus entradas, cada una de ellas constituida por un paisaje sonoro, una o varias fotografías del mismo, un mapa geolocalizándolo y una reflexión literaria, científica, periodística, etc que daría cuenta, de alguna manera, de lo que estaban escuchando.

El proyecto se inicia cuando un docente, de cualquier área de conocimiento, de centros públicos o privados de cualquier localidad, comarca o país y de alguno de los niveles educativos desde tercer ciclo de Primaria, Secundaria y Bachillerato, solicita la participación a través del formulario que se puede encontrar en el site. Poco después, el equipo le envía una invitación al grupo de Google, en la que se le da la bienvenida y que sirve como canal de comunicación entre los docentes participantes para formular dudas, proponer mejoras, informar de los progresos, participación en eventos, premios, publicaciones, ponencias… y, en definitiva, para reforzar los vínculos entre la comunidad docente implicada en este proyecto.

También se le envía una invitación para publicar en el blog colectivo y se le inscribe en la presentación pública en la que aparecen todos los docentes participantes, su especialidad docente, su centro educativo, el nivel de los alumnos con los que participa y también su twitter y su blog, si es que los tiene.

Una vez se ha suscrito al proyecto, es el docente quien decide cómo y cuándo participa con su alumnado: en un trimestre, durante todo el curso, por semanas, etc.

El trabajo del alumno consistirá en la realización de tres tareas claramente diferenciadas aunque, tras la última de ellas, quedarán ligadas entre sí. A saber:

Tarea 1: Grabación del sonido y fotografía de un “objeto sonoro” con un dispositivo móvil. Se sube a Souncloud, se ilustra con la foto y se etiqueta convenientemente.

Tarea 2: Geolocalización del objeto sonoro a través de un mapa de Google de uso compartido. Se etiqueta convenientemente y se adjunta enlace al sonido previamente subido a Soundcloud.

Tarea 3: Entrada en el Blog colectivo siempre siguiendo las orientaciones pedagógicas dadas por su profesor/a, con un enfoque científico, periodístico, sociológico, literario, poético, tecnológico, histórico, etc. Se pegan las URL o se incrustan los códigos HTML de Soundcloud y de Google Map y, si se quiere, se ilustra con alguna foto más de las que se sacaron en la Tarea 1. Se etiqueta con el nombre del centro educativo, el nivel educativo y la asignatura desde la que se participa. Se pone un título descriptivo y el nombre y apellidos del alumno/a (más twitter, opcional) al final de la entrada.

http://elsonidoquehabito.blogspot.com.es/2014/05/biodiversidad-cercana-ruisenor.html

Todas estas tareas las pueden realizar los alumnos de forma completamente autónoma o con más o menos ayuda por parte del profesorado. Lógicamente, no es lo mismo un niño de 10 años que un joven que esté cursando bachillerato.

En cualquier caso, todos ellos, por el hecho de participar, habrán desarrollado la mayoría de las competencias básicas: la lingüística, la artística, la tecnológica y digital, la social, interacción con el mundo físico, aprender a aprender, autonomía en el trabajo…

Una vez hecha la parte “obligatoria”, llega la parte voluntaria del proyecto, que incluye la presentación del trabajo realizado a los compañeros de clase, utilizando la pizarra digital, difusión a través de Twitter con el hashtag #elsonidoquehabito para alumnos mayores de 14 años, quedadas virtuales entre distintos centros participantes a través de Google Hangout, etc.

Este curso 2014-2015 el proyecto ha alcanzado la tercera edición y el balance no puede ser más positivo:

– 70 profesores y maestros inscritos,
– 21 provincias,
– 13 comunidades autónomas,
– 5 países (España, Perú, México, Colombia y Argentina)
– 48 centros educativos (privados, concertados y públicos),
– 4 niveles educativos (primaria, secundaria, bachillerato, universidad)
– 29 materias o asignaturas distintas,
– 4 idiomas, (gallego, catalán, castellano e inglés)
– más de 300 alumnos,
– 353 entradas en el blog colectivo hasta la fecha,
– Más de 300 paisajes sonoros
– Casi 200 marcas de posición geolocalizadas en un mapa común,
– 55 reseñas en medios digitales especializados (periódicos digitales, plataformas educativas, blogs…)
– 3 premios nacionales (Sello Leer.es, Sello Aulas Innovadoras y Primer premio VII Edición Espiral Edublogs)
– 2 Ponencias en encuentros o congresos educativos (Jornadas de Lectura Autonómicas de Castilla y León y en mayo de 2015 en el II Congreso de Educación Musical Con Euterpe)

Para conseguir más información sobre esta increíble experiencia, puedes ponerte en contacto con Juan Carlos de Miguel Sanz, profesor de música y director del IES Bergidum Flavium, @jcmisanz o @proyectoESQH en Twitter, o con el correo [email protected].

Proyecto Innovador FT

Éstos son los 3 ámbitos más relevantes de nuestro decálogo que destacamos en el proyecto “El sonido que habito”. ¡Muchas gracias por compartirlo!