En los últimos artículos, hemos analizado el pensamiento computacional desde sus múltiples dimensiones. Por ejemplo, hemos visto, entre otras cosas, qué es y cómo nació, cómo puede servir para salvar la brecha digital, adaptándolo a entornos de alta vulnerabilidad, cómo introducirlo en los diferentes currículos educativos o cómo formar a los docentes para enseñar pensamiento computacional. También hemos conversado con varios expertos que nos han contado las claves, los desafíos y las experiencias que han enfrentado a la hora de aplicarlo en sus escuelas. Teniendo en cuenta toda esta información, este artículo explica qué características pensamos que debe tener una propuesta formativa que incorpore este pensamiento en diversos contextos educativos.
Pensamiento computacional desde edades tempranas
Hasta ahora, el pensamiento computacional ha estado mayoritariamente focalizado en las etapas de Educación Secundaria; pero en la última década, gracias a los hallazgos de diversos proyectos de investigación y buenas prácticas educativas, se han puesto en evidencia los beneficios de desarrollar y trabajarlo desde edades tempranas. Trabajar el pensamiento computacional desde los primeros años de la infancia permite diseñar una propuesta progresiva que acerque las Ciencias de la Computación y la resolución de problemas a la Educación Básica Obligatoria de forma ordenada, planificada y dentro del marco curricular.
Progresiva y adaptada a los procesos cognitivos
Para diseñar una propuesta coherente, es necesario tomar como referencia las etapas evolutivas del alumnado, trabajando de forma progresiva los procesos cognitivos que requiere el desarrollo del pensamiento computacional según cada etapa y ofreciendo itinerarios desde un nivel introductorio hasta el avanzado. Igualmente, los contenidos deben diseñarse teniendo en cuenta los formatos y las prácticas con las que los estudiantes están habituados a trabajar, proponiendo una transformación progresiva hacia modelos pedagógicos activos.
Recursos educativos modulares con diversos grados de digitalización
Ya hemos visto cómo, en algunos contextos, la falta de equipamiento, conectividad o acceso a recursos digitales adicionales (placas electrónicas, robots o herramientas de fabricación digital) puede limitar el desarrollo del pensamiento computacional. Por ello, para no dejar a nadie fuera, es muy importante tener esto en consideración, al diseñar nuestras propuestas pedagógicas. Esta propuesta considera el uso de recursos digitales de forma progresiva, proponiendo desde actividades que no requieren el uso de ordenadores, hasta proyectos maker que se llevan a cabo con el apoyo de recursos de un FabLab.
Propuestas didácticas con perspectiva de género y atención a la diversidad
Trabajar desde un enfoque equitativo en la escuela es realmente importante, considerando que las propuestas realizadas deben ser inclusivas y lo suficientemente flexibles y abiertas para realizar los cambios necesarios para atender a la diversidad del aula. Esto, incluye, entre otros aspectos, seleccionar programas y dispositivos adecuados a las necesidades educativas especiales del alumnado y crear propuestas que se adapten a sus posibilidades. De la misma manera, estas propuestas educativas deben incorporar el enfoque de igualdad de género de manera transversal. Con ello, se pretende eliminar estereotipos relacionados con el género y los roles tradicionales, así como prevenir situaciones de discriminación por estas razones en el futuro.
Articulación de herramientas para el seguimiento y evaluación
Uno de los mayores retos que afronta el pensamiento computacional es la dificultad de diseñar y articular un conjunto de herramientas que permitan evidenciar los logros de aprendizaje. El análisis de la literatura existente pone de manifiesto que existen escasos instrumentos y sistemas de evaluación que abarquen la complejidad de los procesos cognitivos implementados con el pensamiento computacional. Por ello, es muy importante priorizar el diseño de herramientas e instrumentos para evaluar y realizar un acompañamiento óptimo en el marco de un programa de pensamiento computacional transversal. En este proceso, es preciso contar con prácticas y enfoques mixtos, que a su vez puedan ser integrados en plataformas digitales que permitan la puesta en marcha de propuestas de Learning Analytics. Con la aplicación de esta última, los y las docentes pueden personalizar el aprendizaje de su alumnado al tiempo que evalúan su propio rendimiento, así como conocer mejor sus fortalezas y qué deben mejorar. Asimismo, estos datos sirven para detectar las lagunas educativas y diseñar procesos de mejora continua.