Cristián comienza destacando la importancia de evitar buscar cambios inmediatos en la educación. Desde su punto de vista, un buen plan para la transformación educativa es un proyecto a 20 años, y deben abordarse tres cuestiones básicas:
- Inclusión y atención a la diversidad en el aula
- Aprender a colaborar (estudiantes, profesores, líderes, familias…)
- Usar la tecnología de la manera óptima, al servicio de la pedagogía
El enfoque de este desafío, añade Cristián, debe ser desde una perspectiva metodológica. En este sentido, ha diseñado una estrategia en la que aprender de las experiencias de personas que ya han superado este problema es uno de sus pilares fundamentales. España es el espejo ideal porque las experiencias, sin ser similares, tienen un objetivo básico común: el cambio metodológico, con el profesor como un vínculo fundamental en esta tarea.
El proyecto de Cristián es una Incubadora de Habilidades Pedagógicas Colaborativas, y sus características esenciales son las siguientes:
- Una relación entre el profesor y el modelo, en la que el producto no se impone.
- Trabajar desde una estructura de cuestionamiento en la que el producto se construye por sí mismos.
- Un cambio que tiene que venir desde dentro, y el modelo tiene que permitirles «apropiarse de él».
- La construcción de un conjunto de principios pedagógicos concretos, que emergen de los patrones que se repiten en experiencias innovadoras.
- Sensibilizar desde el principio es esencial para que el docente se acerque al nivel en el que se produce el cambio.
- Finalmente, el profesor como el vínculo fundamental en la implementación de un modelo pedagógico innovador.
Para implementar estos principios, se creó una Escuela de Profesores que se enfoca en la colaboración docente. El desarrollo del profesor dentro de esta escuela se divide en 4 etapas:
- Paradigma educativo: discutirlos para que los profesores puedan repensarlos.
- Competencias, currículo y metodologías: discutir estos temas desde el currículo oficial y las metodologías para construir secuencias didácticas.
- Concreción de proyectos: tomar esas secuencias para refinarlas con el fin de construir proyectos definitivos.
- Desarrollo de proyectos: implementar el proyecto final y evaluar su impacto.
La selección de profesores para participar en este proyecto contempla tres elementos fundamentales:
- Es voluntario; la solicitud debe venir del centro interesado.
- Debe haber masa crítica, un mínimo de 10-12 profesores.
- Los profesores no necesariamente deben ser del mismo nivel; es mejor apostar por la diversidad de perfiles.
- El liderazgo debe estar presente; dentro de esos 10-12 profesores, debe estar representado el equipo directivo.
- Se ofrece un impacto inmediato entregando cápsulas de formación que los profesores pueden usar de inmediato.
Secuencia de desarrollo del proceso de modelado
El proceso de modelado sigue una serie de patrones que lo definen:
- El trabajo se realiza en grupos de diversos tamaños, llegando a 240 profesores.
- El formador de formadores no asume un papel protagónico y las personas aprenden haciendo.
- La formación se lleva a cabo los viernes por la tarde y los sábados por la mañana.
- La Fase 2 se realiza en un periodo vacacional con la invitación de profesores que han experimentado un proceso de cambio y mejora educativa en sus escuelas.
Primeras señales de impacto
En cuanto a las primeras señales del impacto de la iniciativa, el experto señala que hay evidencia de mejora medida por el porcentaje de escuelas que mantienen el desarrollo de los proyectos diseñados en la experiencia. Desde la perspectiva opuesta, se ha encontrado que los centros que no sostienen la dinámica de cambio comparten el patrón de la ausencia de representantes en su equipo directivo.
Biografía
Cristián Infante Gaete, casado con María Elena Downey y padre de cuatro hijos, nació el 10 de mayo de 1961. Es abogado de la Universidad de Chile y Profesor de Historia en la Universidad Alberto Hurtado.
Después de catorce años de trabajo como abogado en la Compañía de Teléfonos de Chile, y tras participar en la fundación y junta directiva de la Fundación Romanos XII, una entidad que apoya 3 liceos técnicos y un Centro de Capacitación en oficios, y de FORJAR A.G., una asociación de instituciones sin fines de lucro dedicadas a la capacitación de jóvenes con recursos limitados, decidió hacer un cambio en su vida y dedicarse a tiempo completo al mundo de la educación.
Desde 1998 hasta 2004, fue Director del colegio San Francisco Javier de Huechuraba y, en 2005 y 2006, estudió una Maestría en Educación Profesional en la Saint Joseph University de Filadelfia, con una beca del Banco Mundial. Luego, desde 2007 hasta 2011, trabajó como Director del colegio San Luis Beltrán en la comuna de Pudahuel y está cursando un doctorado en el uso de tecnologías en educación en la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica.
Durante este tiempo, apoyó y/o participó en la junta directiva de varias instituciones educativas en sectores vulnerables como el colegio Enrique Alvear en Cerro Navia, el colegio Padre Arrupe en Quilicura, el liceo Valle Hermoso en Peñalolén, el liceo Erasmo Escala en Peñalolén, y presta servicios de consultoría para el Ministerio de Educación.
Enseña como Profesor Asociado en la Saint Joseph University en el Master de Gestión Educativa en la Universidad Alberto Hurtado y en los Diplomas y Maestrías de la Escuela de Educación en la Universidad Diego Portales.
En marzo de 2011 se convirtió en el Secretario Ejecutivo de la Vicaría para la Educación.
Actualidad
Actualmente, el proyecto está en sus próximas convocatorias y ya hay 22 escuelas candidatas, de las cuales 12 son repetidoras (envían otros grupos de profesores). El Ministerio de Educación de Chile clasificó 460 escuelas vulnerables para experimentar con esta metodología, y se comenzará a trabajar con 16 de estas escuelas.
