Historias

Me llamo Israel Khoza y trabajo para reducir la brecha tecnológica

Israel Khoza

Israel Khoza, coach educacional en Eswatini

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«Sueño con un mundo en el que todos utilicen la tecnología con facilidad. Ahora puedo ver ese mundo hecho realidad, ya que con ProFuturo puedo ayudar a los profesores y alumnos de entornos desfavorecidos a formar parte de ese mundo con el que sueño”.

Israel Khoza tiene 32 años y es coach de ProFuturo en Eswatini, concretamente de 8 escuelas de Siteki, una pequeña ciudad semiurbana en la región de Lubombo. 

Israel obtuvo su licenciatura en Ciencias Animales en la Universidad de Eswatini, sin embargo, siempre tuvo fascinación por el mundo de la tecnología. Tras ser profesor de matemáticas y ciencias en un instituto de Siteki de forma temporal, decidió en 2019 centrarse en lo que realmente le apasionaba. De esta forma, comenzó a estudiar en línea clases de programación, a las que a día de hoy sigue asistiendo.

La tecnología y los idiomas como pasión

A principios de 2021, Israel tuvo la oportunidad de llevar su pasión por la tecnología a otro nivel. De la mano de ProFuturo, se convirtió en coach educacional en la región de Siteki. Actualmente comparte sus conocimientos y experiencias en el mundo de la tecnología con el resto de profesores y alumnos de las escuelas.

Por otra parte, Israel también tiene especial interés en los viajes y el aprendizaje de nuevos idiomas. Debido a la cercanía de Eswatini a Mozambique, donde se habla de forma mayoritaria portugués, decidió desde 2018 aprender este idioma a través de una aplicación móvil. Además, tras su llegada al equipo de ProFuturo, sumó el español a su colección de idiomas. Israel lo tiene claro: aprender idiomas es una oportunidad para ampliar sus horizontes.

Superando obstáculos

Cuando Israel comenzó su trabajo como coach para otros 40 profesores de ProFuturo, pensó que sería mucho más sencillo enseñar a adultos, que enseñar matemáticas a niños como hacía con anterioridad. Sin embargo, comprendió que enseñar tecnología todavía es una tarea complicada, especialmente para personas que no están expuestas y tienen menos experiencia en las TIC. Israel aprendió a adaptarse a la situación y cada día trabaja para ser un mejor coach educacional. 

Otras de las dificultades de Israel en su función como coach, vinieron marcadas por la llegada de la Covid-19. Las restricciones de la pandemia y la poca disponibilidad de los profesores, la mayoría residentes en otras localidades, pusieron a prueba a Israel. «Un día intenté organizar una sesión de formación en línea mediante Google Meet con tres de mis escuelas al mismo tiempo. Sentía  que me estaba auto aislando a causa de la pandemia. Sólo dos escuelas estaban disponibles para la sesión. La otra tenía problemas de conectividad. Lo hice porque nunca se sabe cuándo se pueden cerrar las escuelas y hay que aprovechar las oportunidades que se presentan».

Aunque Israel sabe que no es un “Dios de la tecnología” y que todavía tiene muchos retos que superar, intenta inspirar y transmitir todo lo que sabe al resto de docentes y compañeros de equipo. «Sueño con un mundo en el que todos utilicen la tecnología con facilidad. Ahora puedo ver ese mundo hecho realidad, ya que con ProFuturo puedo ayudar a los profesores y alumnos de entornos desfavorecidos a formar parte de ese mundo con el que sueño”, concluye Israel.