¿Sabemos discernir contenido de publicidad? ¿Información de opinión? ¿Entendemos qué función cumplen los medios de comunicación y las redes sociales? ¿Somos capaces de identificar qué información es relevante y cuál no? ¿Conocemos nuestros derechos y deberes digitales? ¿Sabemos cómo protegernos en el entorno digital?
Estas habilidades son esenciales en el mundo actual, donde la información fluye a un ritmo vertiginoso y las fronteras entre la realidad y la desinformación son muchas veces confusas. Ya hemos visto que la alfabetización mediática y digital es una competencia que nos permite navegar de manera más segura y efectiva en el inmenso océano de datos en el que estamos inmersos, y nos capacita para participar de manera crítica y responsable en la sociedad.
Aprender y enseñar estas competencias desde la escuela se ha convertido pues en una necesidad vital. Para ello, es preciso desarrollar políticas que garanticen la inclusión sistemática y progresiva de la alfabetización mediática e informacional en todos los sistemas educativos. En esta tarea, los docentes deben tener un papel clave. Por eso, en este artículo, no solo repasamos de la mano de la UNESCO cuáles son las competencias básicas que un estudiante debe adquirir para considerarse mediática e informacionalmente alfabetizado, sino que también nos centramos en las destrezas que los educadores deben adquirir y demostrar para poder enseñar alfabetización mediática e informacional.
Qué deben aprender los estudiantes sobre alfabetización mediática
- Reconocer nuestras necesidades de información. Hoy en día, todos necesitamos información y medios digitales tanto en nuestra vida personal como en la vida comunitaria. Por ello, debemos aprender a reconocer qué tipo de contenido, medios y tecnología necesitamos para nuestras necesidades y también distinguir entre lo que necesitamos nosotros y lo que nos ofrecen los proveedores de contenido.
- Comprender la importancia de los proveedores de información. Es preciso reconocer la importancia que bibliotecas, archivos, museos, editoriales y medios digitales juegan en nuestra vida y cómo estas instituciones y empresas ayudan al desarrollo de la sociedad, especialmente en temas como la sostenibilidad y la transparencia.
- Condicionantes de los proveedores de información: La libertad de expresión y de prensa son fundamentales para el buen funcionamiento de los proveedores de información. Debemos saber qué son y cómo funcionan. También debemos entender los problemas relacionados con la propiedad de los medios de comunicación y la ética profesional, así como reconocer y contrarrestar el discurso de odio y la información falsa en línea.
- Localización y evaluación de información: Debemos aprender a buscar y evaluar aquella información que necesitamos para nuestras vidas personales, educativas, políticas, culturales, religiosas y sociales.
- Evaluación crítica: Hoy en día, es imprescindible aprender a analizar y comparar la información de los diferentes medios de comunicación para detectar desinformación y teorías conspirativas. También debemos ser capaces de evaluar críticamente a los proveedores de información para determinar su credibilidad y saber si son fiables.
- Protección en línea: Hay que ser consciente de las amenazas a la seguridad personal u aprender a protegerse de riesgos en línea, como el robo de identidad, el phishing y el acoso, así como conocer las prácticas básicas de seguridad digital para no compartir contenido dañino.
- Organización y análisis de información: Debemos ser capaces de analizar, compartir y organizar información y contenido digital usando diferentes herramientas y métodos.
- Síntesis y aplicación de ideas: Debemos ser competentes en recopilar y resumir información, y emplear esas ideas para tomar acciones basadas en la información que hemos organizado. Esta habilidad ayuda en la toma de decisiones estratégicas.
- Uso ético y comunicación: También es esencial que sepamos utilizar la información y los medios de forma ética , así como comunicar nuestras ideas de manera efectiva según las necesidades de nuestra audiencia.
- Habilidades en TIC: En la era digital, es imprescindible desarrollar habilidades para usar software, procesar información y crear contenido digital, así como para buscar, evaluar y crear información utilizando las TIC.
- Creación de valor social o comercial: Debemos ser capaces de utilizar nuestras habilidades TIC para crear productos y servicios valiosos. Esta capacidad es esencial para la innovación y la economía del conocimiento.
- Uso crítico de las TIC: Es fundamental entender más allá de uso básico de las TIC, comprendiendo su desarrollo, procesos y control. Este conocimiento nos permitirá ser usuarios más conscientes y responsables de la tecnología, evitando dependencias y mejorando la seguridad digital.
- Participación activa con proveedores de contenido: Es importante saber cómo involucrarnos activamente con instituciones y personas para promover una gobernanza digital abierta y accesible.
- Gestión de la privacidad: Debemos aprender a valorar y gestionar nuestra privacidad en línea y fuera de ella, respetando igualmente la privacidad de los demás.
- Interacción con juegos y IA: Es necesario comprender los beneficios y riesgos de los juegos, especialmente aquellos que usan inteligencia artificial, y debemos promover activamente su transparencia.
- Participación con medios de comunicación: Debemos involucrarnos con instituciones y proveedores de contenido para promover el acceso a la información, la libertad de expresión y la igualdad de género, y para combatir la discriminación y la intolerancia.
- Aplicación de AMI a otras áreas: La Alfabetización Mediática e Informacional no solo se limita a comprender y utilizar los medios de comunicación, sino que también se extiende a otras áreas vitales como la salud (nos permite, por ejemplo, interpretar datos médicos y aplicar este conocimiento para tomar decisiones informadas sobre nuestra salud) y el ámbito social (gracias a la AMI podemos entender mejor las dinámicas sociales y evaluar las políticas públicas).
- Resolución de problemas y colaboración: Es esencial entender cómo conectar con otros para resolver problemas y desarrollar ideas utilizando información y tecnología.
- Respuesta al discurso de odio: Debemos ser capaces de identificar y responder al discurso de odio y al contenido extremista, y tomar las medidas adecuadas cuando nos encontramos con él.
Qué deben saber los docentes
En este contexto, la alfabetización mediática e informacional se ha vuelto una competencia crucial para los educadores. Sin embargo, a pesar de la creciente conciencia sobre la importancia de la AMI, muchos docentes se sienten insuficientemente preparados para enseñarla de manera efectiva y expresan la necesidad de una formación más sólida y continua.
En Europa, mientras algunos países como Francia y Suecia han integrado ampliamente la AMI en sus políticas educativas, otros como Rumanía y España todavía tratan la AMI como un complemento en lugar de una prioridad central. En Estados Unidos, a pesar de los esfuerzos legislativos, muchos docentes aún carecen de los recursos necesarios para una enseñanza efectiva de la AMI.
En América Latina, la situación refleja desafíos similares. Aunque existe un consenso sobre su relevancia, la implementación práctica varía significativamente entre países. Algunos estudios indican que, en países como Brasil y México, hay avances notables, pero otros enfrentan dificultades debido a la falta de recursos y formación específica para los docentes.
¿Qué destrezas y habilidades deben adquirir los docentes para poder enseñar información mediática e informacional a sus alumnos? La UNESCO destaca las siguientes:
Política y visión. Los educadores deben entender las políticas necesarias para promover la AMI y cómo estas pueden materializarse en la educación y la sociedad. También deben comprender cómo este tipo de alfabetización contribuye a las habilidades para la vida y a un desarrollo más amplio dentro del contexto de la educación cívica y la Educación para la Ciudadanía Global.
Currículum y evaluación. Los educadores deben saber cómo integrar la alfabetización mediática e informacional en el currículum educativo. Deben ser capaces de evaluar críticamente a los proveedores de contenido y seleccionar una amplia gama de materiales de los proveedores de contenido para impartir AMI a los estudiantes.
Instituciones de información, medios e internet. Los educadores deben conocer cómo los proveedores de contenido han evolucionado a sus formas actuales. Deben desarrollar habilidades en el uso de las tecnologías disponibles para acceder a diferentes audiencias y utilizar varios recursos de contenido para fomentar el pensamiento crítico y las habilidades de resolución de problemas y extenderlos a sus estudiantes.
Organización y administración. Los educadores alfabetizados en medios e información deben tener la capacidad de estructurar y gestionar eficazmente los espacios de aprendizaje, tanto físicos como virtuales, para optimizar el uso de diversos proveedores de contenido. Esto implica diseñar estrategias pedagógicas que fomenten un aprendizaje activo y participativo, seleccionando y utilizando una amplia gama de materiales de diferentes fuentes. Además, deben crear un ambiente inclusivo y respetuoso que valore todas las perspectivas, independientemente de su origen y género. Asimismo, es esencial que estos espacios promuevan la educación cívica y el aprendizaje permanente, permitiendo a los estudiantes evaluar críticamente la información y participar en discusiones informadas sobre temas relevantes
Pedagogía. Es fundamental que los educadores adquieran las habilidades pedagógicas necesarias para enseñar AMI. Deben tener la capacidad de enseñar AMI desde la perspectiva de la buena gobernanza, el desarrollo sostenible y el diálogo intercultural. También deben entender los conceptos centrales, las herramientas de investigación y las estructuras de la disciplina de AMI para preparar a los estudiantes para su papel como ciudadanos críticos e informados.
Desarrollo profesional. Los educadores deben poseer las habilidades necesarias para usar la tecnología y relacionarse con los proveedores de contenido para acceder a la información y adquirir conocimientos temáticos y pedagógicos en apoyo de su propio desarrollo profesional.