Imaginemos la siguiente situación. Interior día. Una periodista pregunta a ChatGPT ejemplos prácticos de cómo usar la IA para enseñar o aprender. En unos pocos segundos, la computadora le devuelve 10 ejemplos. Uno de ellos llama nuestra atención. Citamos textualmente lo que dice:
«Gracias a la IA, los estudiantes pueden ahora sumergirse en simulaciones históricas como nunca antes. Una clase de historia ya no se limita a libros de texto o videos; los alumnos pueden interactuar en tiempo real con entornos históricos generados por IA, como la Roma Antigua o la Revolución Francesa, recreando eventos clave y tomando decisiones que impactan el curso de la historia simulada.»
ChatGPT ha conseguido encender la llama de nuestra curiosidad y ha puesto en marcha nuestra imaginación, que vuela libre hacia terrenos más propios de la ciencia-ficción que de la realidad de un fresco día del mes de septiembre del año 2024. Así que seguimos preguntando a la máquina: “¿Y eso cómo se hace?”
La respuesta de nuestra inteligencia artificial nos devuelve a la realidad. La pantalla muestra una serie de pasos que, hoy por hoy, muy pocos docentes serían capaces de ejecutar. El uso de la IA para trasladarse a la Revolución Francesa o al Senado romano está tan lejos de nuestro alcance como la TARDIS del Doctor Who. La diferencia es que, mientras que meternos en una cabina para movernos por el espacio-tiempo está aún muy lejos de nuestra realidad, usar la IA en una clase de historia (o de cualquier otra materia) está solo a unos marcos competenciales de distancia.
Para acercarnos un poco más a ella, la UNESCO ha lanzado dos marcos competenciales en IA: uno para docentes y otro para estudiantes.
¿Por qué un marco específico para IA?
A diferencia de las tecnologías digitales tradicionales, la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar de manera más profunda no solo la educación, sino también la economía y las sociedades en su conjunto. Este poder transformador, que se deriva de su capacidad para emular comportamientos humanos, plantea desafíos éticos y sociales únicos.
El uso de IA puede generar problemas relacionados con la equidad (cuando existe un sesgo algorítmico en un proceso de selección asistido por IA), la transparencia (los algoritmos no siempre son transparentes ni explican las reglas que han seguido para llegar a sus conclusiones), la privacidad (los grandes volúmenes de datos que necesitan para funcionar aumenta el riesgo de violaciones de privacidad) y la rendición de cuentas (la IA puede tomar decisiones autónomas, como en el caso de los vehículos que se conducen solos, cuya responsabilidad es difícil de determinar en caso de error grave). Además, la IA plantea preguntas cruciales sobre la agencia humana, es decir, cómo los humanos mantienen control sobre las decisiones que toman estas tecnologías.
Como resultado de todo ello, la alfabetización digital tradicional ha dejado de ser suficiente. Ahora se requieren competencias específicas que aborden estos desafíos más complejos que plantea la IA. Veamos qué sugiere la UNESCO.
Marco de competencias para docentes
¿Qué competencias necesitan tener los docentes para integrar la IA en sus prácticas educativas de una manera ética, efectiva y segura?
- El ser humano por encima de todo. En primer lugar, los docentes deben desarrollar una mentalidad orientada a garantizar que las interacciones entre humanos a IA se centren en los derechos humanos, la agencia humana y el bienestar social. ¿Qué implica esto? Por ejemplo, cuando un profesor utilice una herramienta de IA para personalizar el aprendizaje de los estudiantes, deberá asegurarse de que estos entienden cómo funcionan esas recomendaciones para no depender únicamente de la tecnología (podría enseñarles a revisar manualmente sus errores y fomentar la reflexión crítica sobre las sugerencias que reciben).
- Ética de la IA. El marco aboga por que los docentes comprendan y apliquen principios éticos fundamentales relacionados con la IA, como la seguridad, la privacidad y la responsabilidad. Se espera que los profesores sean capaces de participar en la adaptación de las normas éticas para asegurar que la IA se usa de manera justa y segura en el entorno educativo. Así, un docente que utiliza una plataforma educativa impulsada por IA, que recopila datos de los estudiantes, debe asegurarse de que la privacidad de los datos de sus alumnos esté protegida. Esto implica no solo conocer las políticas de privacidad de la plataforma, sino también educar a los estudiantes sobre la importancia de su propia privacidad digital y cómo proteger sus datos personales en el entorno educativo y más allá.
- Aplicaciones de la IA en el aula. Se especifican los conocimientos conceptuales y las habilidades prácticas que los docentes deben dominar para seleccionar, adaptar y aplicar herramientas de IA en sus aulas. Esto incluye entender cómo funciona la IA, cómo se entrenan los modelos y cómo evaluar las herramientas de IA en función de las necesidades específicas del aula.
- Pedagogía de la IA. Como sucede con cualquier tipo de tecnología aplicada a la educación, Los docentes deben aprender a integrar la IA en sus estrategias pedagógicas de manera efectiva. Esto incluye seleccionar herramientas de IA que apoyen la planificación de lecciones, la enseñanza y la evaluación. A medida que los docentes avanzan, se les capacita para explorar e implementar prácticas pedagógicas innovadoras utilizando IA.
- IA para el desarrollo profesional. La IA también debe ser utilizada como una herramienta para el desarrollo profesional continuo de los docentes. Esto implica que los educadores deben aprender a usar la IA para identificar sus propias necesidades de aprendizaje y mejorar su desarrollo profesional colaborativo.
El marco está diseñado con tres niveles de progresión, que permiten a los docentes desarrollar estas competencias de manera gradual:
- En este nivel básico, los docentes desarrollan las habilidades esenciales para utilizar la IA de manera segura y ética en la educación. Se espera que comprendan los beneficios y riesgos de la IA, los principios éticos fundamentales y las aplicaciones básicas de las herramientas de IA.
- Aquí, los docentes adquieren habilidades más avanzadas para integrar la IA en la enseñanza, con un enfoque en la responsabilidad humana y el uso seguro de la tecnología. Se les capacita para evaluar críticamente las herramientas de IA y utilizarlas para enriquecer tanto la enseñanza como su propio desarrollo profesional.
- En este nivel avanzado, los docentes están preparados para utilizar la IA de manera innovadora y transformadora en el aula. Se espera que puedan diseñar soluciones personalizadas con IA, colaborar en la creación de nuevas prácticas pedagógicas y liderar la implementación de IA en sus instituciones.
Marco de competencias para estudiantes
En lo que se refiere a los estudiantes, ¿cómo los preparamos para ser ciudadanos responsables y creativos en la era de la inteligencia artificial? Estos son los principios que deben guiar la adquisición de competencias de los estudiantes-
- Necesidades humanas, justicia social y desarrollo sostenible: Promueve un enfoque crítico sobre la relación de la IA con las necesidades humanas, la justicia social y el desarrollo sostenible. La idea es que los estudiantes comprendan el impacto de la IA en la agencia humana y las responsabilidades sociales.
- Ética de la IA: Subraya la importancia de que los estudiantes comprendan y apliquen principios éticos, como la no discriminación, la sostenibilidad y la transparencia en el uso y desarrollo de IA.
- Técnicas y aplicaciones de IA: Los estudiantes deben adquirir conocimientos conceptuales y habilidades operativas relacionadas con la IA, y aprender a aplicar estos conocimientos de manera práctica.
- Diseño de sistemas de IA: Los estudiantes son preparados para entender cómo diseñar, desarrollar, probar y optimizar sistemas de IA, con un enfoque en resolver problemas reales.
Al igual que el marco de competencias docentes, el marco avanza en tres niveles de progresión.
- Entender: Todos los estudiantes deben desarrollar un conocimiento básico sobre la IA, sus conceptos fundamentales y sus implicaciones éticas.
- Aplicar: Los estudiantes deben ser capaces de aplicar sus conocimientos en IA para resolver problemas complejos, adaptando sus habilidades a nuevas situaciones.
- Crear: Los estudiantes avanzados se preparan para ser cocreadores de IA, diseñando herramientas de IA y contribuyendo al desarrollo de nuevas tecnologías con un enfoque centrado en el ser humano.
Ambos marcos cruzan los principios generales con los niveles de progresión para obtener diferentes bloques de competencias, que constituyen una guía detallada para el desarrollo de habilidades en IA que, en el caso de los docentes, les permite avanzar progresivamente, y en el caso de los estudiantes, se adapta a diferentes edades y niveles educativos.
Un paso decisivo hacia la normalización de la IA en educación
La normalización de las tecnologías de inteligencia artificial en el aula es un camino en evolución que requiere una adopción cuidadosa y progresiva de marcos de competencias. Estas herramientas transformadoras ofrecen enormes beneficios para la enseñanza y el aprendizaje, pero su integración debe estar guiada por un enfoque ético y pedagógico sólido. La necesidad de que tanto docentes como estudiantes adquieran habilidades y competencias en el uso responsable de la IA es esencial para preparar a las futuras generaciones en un mundo digitalizado. Sin embargo, este proceso no es inmediato ni lineal; requiere un esfuerzo continuo por parte de los sistemas educativos para mantenerse al día con los avances tecnológicos. Al adoptar marcos competenciales que ofrezcan una guía clara y adaptada, los países podrán asegurar que la IA se utilice de manera inclusiva, equitativa y ética en las aulas, promoviendo así una educación relevante y orientada al futuro.