En la era digital actual, el acceso a la tecnología y el uso de Internet son parte integral de la vida cotidiana, especialmente para los jóvenes. Sin embargo y como bien sabemos, aunque la tecnología ofrece grandes oportunidades y beneficios, también presenta desafíos y riesgos. Ciberacoso, desinformación, discursos de odio, radicalización… son algunas de las amenazas a las que niñas, niños y jóvenes se enfrentan cada vez que utilizan sus dispositivos móviles o usan internet.
Así, según datos de UNICEF, uno de cada tres jóvenes de entre 13 y 24 años asegura haber sufrido ciberacoso. Las consecuencias de la desinformación y las noticias falsas están empezando también a hacer mella en la salud mental de los más pequeños o mejor dicho de las más pequeñas porque, según datos de la organización internacional Plan International, el 46% de las niñas y adolescentes sienten depresión, tristeza, estrés, preocupación o ansiedad a causa de la información falsa en internet. Además, una de cada cuatro ha puesto en duda lo aprendido en la escuela (con los riesgos que esto conlleva para su educación), más de la mitad (55%) asegura no saber identificar contenido falso en internet y solo el 30% ha recibido formación en el ámbito educativo en este sentido.
En este contexto, la resiliencia digital se erige como un pilar fundamental en la educación del siglo XXI. Capacitar a los jóvenes para que sean ciudadanos digitales responsables y seguros no solo es una tarea educativa, sino también un imperativo social. En este artículo, exploraremos cómo las escuelas pueden implementar estrategias efectivas para fomentar la resiliencia digital entre sus estudiantes y así contribuir a un futuro digital más seguro y prometedor para las nuevas generaciones.
El concepto de resiliencia digital y sus componentes
La resiliencia digital se refiere a la capacidad de los individuos para adaptarse y responder de manera adaptativa a los desafíos y amenazas en el entorno digital. Implica tener habilidades digitales para navegar de manera segura en línea. Sin embargo, esta cualidad va mucho más allá de las habilidades técnicas. También se nutre de la autoeficacia, esto es, una confianza firme en el uso de la tecnología para defenderse a sí mismos y a otros en el vasto universo virtual. Por último hay que estar dispuestos a buscar ayuda si se enfrentan a amenazas digitales (Lee & Hancock, 2023). A continuación, entraremos en detalle en cada uno de estos componentes.
Habilidades digitales
Las habilidades digitales son fundamentales para que los jóvenes hagan un uso seguro y positivo de la tecnología. A medida que comienzan a usar dispositivos digitales desde edades tempranas, es esencial fortalecer sus habilidades y alfabetización digital en un entorno de aprendizaje seguro. Las habilidades digitales incluyen la capacidad de buscar y evaluar información en línea, comunicarse de manera respetuosa y segura en las redes sociales y proteger su privacidad.
Las intervenciones educativas que se centran en el desarrollo de habilidades digitales han demostrado mejorar la capacidad de los estudiantes para interactuar críticamente con la información en línea y mejorar su bienestar. Al proporcionarles las habilidades necesarias para navegar de manera efectiva en el mundo digital, los estudiantes estarán mejor equipados para enfrentar los desafíos y protegerse a sí mismos y a otros.
Sensación de autoeficacia para defenderse
Además de poseer habilidades digitales, es fundamental que los jóvenes desarrollen una sensación de autoeficacia en relación con el uso de la tecnología para defenderse a sí mismos y a sus compañeros. La autoeficacia se refiere a la creencia de una persona en su capacidad para ejercer control sobre su propio funcionamiento y enfrentar los eventos que afectan sus vidas.
Los estudiantes con un alto sentido de autoeficacia están protegidos contra los efectos adversos del ciberacoso, ya que son más propensos a defenderse y defender a otros. Pero, además de tener un sentido general de autoeficacia, también es importante que los estudiantes se sientan seguros en su capacidad para manejar sus experiencias con las nuevas tecnologías. De hecho, estos estudiantes son más propensos a ver Internet como una herramienta funcional que pueden utilizar para lograr sus objetivos.
Intenciones positivas
Además de defenderse a sí mismos, es esencial que los jóvenes estén dispuestos a defender a aquellos compañeros que enfrentan desafíos digitales. Alentarlos a ser upstanders, es decir, intervenir y ayudar a las personas afectadas por situaciones digitales difíciles, contribuirá al bienestar colectivo de sus comunidades en línea y fuera de línea.
Buscar ayuda
Aunque el objetivo de cultivar las habilidades digitales y la autoeficacia de los estudiantes es empoderarlos para que tengan la competencia y el sentido de agencia necesarios para navegar de manera segura y confiada en el mundo digital por sí mismos, aún pueden encontrarse con situaciones difíciles en línea, como violaciones de privacidad o ciberacoso. Cuando esto sucede, los jóvenes son significativamente menos propensos a buscar ayuda. Por lo tanto, otro aspecto fundamental de la resiliencia digital es ayudar a los estudiantes a sentirse cómodos accediendo a sistemas de apoyo cuando se enfrentan a situaciones digitales difíciles para que no tengan que enfrentar estos desafíos solos.
Cómo fomentar la resiliencia digital en las escuelas
La resiliencia digital se puede fomentar en las escuelas a través de intervenciones educativas y programas específicamente diseñados para desarrollar las habilidades, la autoeficacia y los comportamientos de búsqueda de ayuda necesarios para una ciudadanía digital positiva. Aquí hay algunas estrategias clave para lograrlo:
- Currículos de resiliencia digital. Algunas organizaciones han desarrollado currículos específicos de resiliencia digital que se integran en las escuelas para brindar a los estudiantes una educación integral sobre cómo navegar y protegerse en el mundo digital. Estos currículos suelen abordar temas como la detección de desinformación, la prevención del ciberacoso, el uso responsable de las redes sociales y la identificación de discursos de odio. Estos programas ofrecen una base sólida para que los estudiantes desarrollen habilidades y confianza en el uso seguro y positivo de la tecnología.
- Formación de profesores. La capacitación docente es fundamental para implementar con éxito programas de resiliencia digital en las escuelas. Los educadores deben estar familiarizados con los desafíos digitales que enfrentan los estudiantes y cómo abordar estos temas en el aula de manera efectiva y sensible. La formación docente también puede incluir estrategias para fomentar la comunicación abierta con los estudiantes sobre sus experiencias en línea y cómo brindar apoyo cuando sea necesario.
- Promover la comunicación abierta. Fomentar un ambiente de comunicación abierta en las escuelas donde los estudiantes se sientan seguros para hablar sobre sus experiencias digitales y pedir ayuda si es necesario. Esto puede lograrse a través de charlas, talleres y actividades grupales que normalicen la discusión de desafíos digitales.
- Talleres y sesiones interactivas. Los talleres y sesiones interactivas son una forma efectiva de enseñar a los estudiantes habilidades específicas de resiliencia digital. Estas sesiones pueden abordar temas como la identificación de noticias falsas, la protección de la privacidad en línea, la gestión del tiempo en dispositivos digitales y cómo responder al ciberacoso. Los enfoques prácticos y participativos permiten que los estudiantes adquieran habilidades prácticas y reflexionen sobre su comportamiento en línea.
- Colaboración con expertos en tecnología. La colaboración con expertos en tecnología y organizaciones dedicadas a la seguridad en línea puede enriquecer los programas de resiliencia digital. Estas asociaciones pueden proporcionar recursos, materiales educativos actualizados y herramientas tecnológicas para mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes. También pueden ofrecer una visión más profunda de las últimas tendencias en riesgos digitales y estrategias para hacer frente a ellos.
- Enfoque en la ciudadanía digital. Los programas de resiliencia digital también se enfocan en la promoción de una ciudadanía digital responsable. Esto implica no solo enseñar a los estudiantes cómo protegerse a sí mismos, sino también cómo ser ciudadanos digitales éticos y compasivos que protegen y apoyan a sus compañeros en línea. El énfasis en la empatía, la comprensión de perspectivas diferentes y el respeto por los demás son fundamentales en esta formación.
- Evaluación y seguimiento. Es esencial evaluar la efectividad de los programas de resiliencia digital para asegurarse de que están teniendo un impacto positivo en los estudiantes. La evaluación puede llevarse a cabo mediante encuestas, entrevistas y observaciones para medir los cambios en el conocimiento, las actitudes y los comportamientos de los estudiantes en línea. El seguimiento constante permite ajustar y mejorar los programas según las necesidades y los resultados obtenidos.
Los pioneros en las políticas públicas
En lo que se refiere a la implementación de políticas públicas para promover la resiliencia digital en las escuelas, son ya varios países los que han tomado medidas desde las administraciones públicas y, aunque los enfoques varían en cada país según sus necesidades y contextos específicos, la mayoría incluyen varios de los elementos enumerados en la sección anterior. A continuación, repasamos algunos de los países y sus programas.
- El Reino Unido ha sido un líder en la promoción de la resiliencia digital en las escuelas. Ha desarrollado programas educativos como Thinkuknow, que proporciona recursos para docentes, padres y alumnos sobre seguridad en línea y prevención del ciberacoso.
- En los Estados Unidos, el Gobierno ha promovido la educación en resiliencia digital a través de iniciativas como NetSmartz Workshop y Common Sense Media, que ofrecen materiales y recursos para escuelas y familias para abordar temas de seguridad en línea y ciudadanía digital.
- El Gobierno australiano ha puesto en marcha programas como eSafety Commissioner, que se enfoca en la seguridad en línea para niños y jóvenes, y Office of the eSafety Commissioner, que proporciona recursos y apoyo para las escuelas.
- En Canadá, se han implementado programas educativos sobre resiliencia digital, como MediaSmarts, que ofrece recursos y herramientas para la educación en medios digitales.
- Singapur ha implementado políticas de resiliencia digital en las escuelas, enfocándose en la enseñanza de habilidades digitales y éticas para una ciudadanía digital responsable.
- Finlandia ha sido reconocido por su enfoque innovador en educación digital y ciudadanía digital. Ha implementado varios programas que fomentan el uso responsable y seguro de la tecnología en las escuelas.
¿Qué dice la evidencia?
La evidencia sobre la efectividad de las políticas públicas y los programas diseñados para desarrollar la resiliencia digital en las escuelas es un área de investigación aún en crecimiento. En general, las investigaciones están mostrando resultados prometedores, aunque es importante tener en cuenta que la efectividad de estas políticas puede variar dependiendo de diversos factores como la duración y el contexto específico de cada programa.
Por ejemplo, el Digital Resilience Pilot, una iniciativa holandesa en colaboración entre el Institute for Strategic Dialogue (ISD) y Codename Future, proporciona un excelente ejemplo de cómo fomentar la resiliencia digital en las escuelas. A través de un currículo de resiliencia digital, el proyecto capacitó a profesores para impartir conocimientos y habilidades a estudiantes de 16 a 19 años sobre cómo enfrentar los desafíos en línea, como el grooming, la radicalización y la desinformación. La evaluación del programa demostró un impacto positivo significativo en los estudiantes, incluido un aumento en su sentido de responsabilidad hacia el bienestar de las personas en las redes sociales, un mayor conocimiento sobre temas críticos en el uso seguro de Internet y una mayor confianza en el manejo de situaciones desafiantes en línea (Reynolds & Parker, 2018).
Por su parte, otra intervención, esta vez administrada en 566 escuelas primarias en el Reino Unido. Este estudio (Lee & Hancock, 2023) muestra cómo la intervención mejoró las habilidades digitales, la autoeficacia con tecnología, las intenciones de convertirse en defensor de los demás y la disposición para pedir ayuda cuando la necesiten.
Ayudar a los jóvenes a gestionar sus experiencias digitales es particularmente importante, ya que el acceso a dispositivos y el uso de redes sociales comienza cada vez más temprano. En el entorno digital sucede que, a veces, los padres no están lo suficientemente preparados para enseñar a sus hijos a desenvolverse con responsabilidad. Por lo tanto, las intervenciones educativas que llevan lecciones sobre seguridad digital y resiliencia al aula pueden ser un camino prometedor para apoyar a los niños de diversos orígenes para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos del uso de la tecnología social (Lee & Hancock, 2023).
La colaboración entre organizaciones, instituciones educativas y expertos en resiliencia digital es clave para desarrollar programas efectivos que aborden los desafíos en línea y promuevan una ciudadanía digital positiva. Al adoptar enfoques basados en la investigación y evaluar periódicamente los resultados, podemos asegurarnos de que nuestras intervenciones sean efectivas y tengan un impacto duradero en la vida de los jóvenes.
Además, se plantea el desafío de integrar todas estas acciones en propuestas que impacten en el currículo del aula y del centro escolar mediante dinámicas de innovación educativa, como el trabajo colaborativo por proyectos u otras metodologías afines. Es importante avanzar hacia una mayor incorporación curricular de estas temáticas para asegurar su inclusión y evaluación competencial por parte del sistema educativo.
La resiliencia digital es un pilar crucial para el bienestar y el éxito de las generaciones futuras en el mundo digital en constante evolución.
Referencias
Lee, A.Y. & Hancock, J.T. 2023. Developing digital resilience: An educational intervention improves elementary students’ response to digital challenges. Computers & Education. Volume 5.
Reynolds, L., & Parker, L. (2018). Digital resilience: Stronger citizens online. Institute for Strategic Dialogue: London, UK.