El profesorado: la gran esperanza de la educación universal

Durante décadas dimos por hecho que la educación universal era un logro irreversible, una conquista definitiva del progreso. Hoy sabemos que no: la escuela vacila, la igualdad se erosiona y el viejo pacto ilustrado se resquebraja. En esta entrevista, Lucas Gortázar, investigador y coautor junto a Juan Manuel Moreno de La educación universal: por qué el proyecto más exitoso de la historia genera malestar y nuevas desigualdades, disecciona la crisis educativa y señala a los docentes, anónimos, frágiles, imprescindibles, como la esperanza más sólida para reconstruir el futuro de un sistema en crisis.

El profesorado: la gran esperanza de la educación universal

La educación universalDurante décadas dimos por hecho que la educación universal era un logro irreversible. Como si una vez alcanzada la alfabetización masiva, el progreso siguiera su curso por simple inercia. En la entrevista que hemos grabado con Lucas Gortázar, investigador y coautor (junto a Juan Manuel Moreno) de La educación universal: por qué el proyecto más exitoso de la historia universal genera malestar y nuevas desigualdades, descubrimos que la historia es ligeramente distinta.

Gortázar nos recuerda que la escuela, tal y como la conocemos, es fruto de una alianza improbable: la Ilustración, y sus ideas de igualdad y ciudadanía, y la Revolución industrial, y su necesidad de difundir conocimiento rápido y de forma masiva. Esa mezcla produjo lo que él llama “la mayor expansión del conocimiento de la historia de la humanidad”: en un siglo, pasamos de sociedades mayoritariamente analfabetas a un mundo donde los estudios de secundaria son prácticamente la norma. Un salto evolutivo que difícilmente habríamos imaginado hace cien años.

Pero el logro venía con letra pequeña. Porque, como explica Gortázar, lo que funcionó durante un siglo ha empezado a mostrar signos de agotamiento. La recesión de 2008 cortó de raíz la inversión en educación; más tarde, la pandemia dejó a millones de alumnos meses (y en algunos casos años) fuera de la escuela. Para rematarlo, el deterioro del orden democrático y la multiplicación de conflictos han convertido el mero acto de mantener un colegio abierto en un acto heroico en muchos países.

Como resultado de todo esto el sistema ha dejado de avanzar, producto de una crisis que, en palabras del investigador no sabemos si es “de crecimiento” o “existencial”.

En la conversación, repasa estos factores y apunta hacia un puñado de cuestiones que, según él, marcarán el futuro inmediato de la educación: qué papel puede jugar la tecnología sin agravar las brechas, cómo repensar la meritocracia en sociedades muy desiguales y, sobre todo, qué lugar deben ocupar los docentes en un sistema que les exige cada vez más y les apoya cada vez menos.

Quien quiera entender por qué la educación universal atraviesa este momento turbulento, y qué opciones reales tenemos para sostenerla, encontrará muchas pistas en esta conversación y, por supuesto, en el libro que la sustenta: una invitación a pensar con calma sobre un sistema que nos afecta a todos.

Aquí puedes ver la entrevista completa.

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