La educación es clave para el desarrollo de la sociedad y el potencial humano. A pesar de ello, según Naciones Unidas, durante 2018, 258 millones de menores quedaron sin escolarizar. La educación es un derecho humano y por ello, facilitar el acceso de manera gratuita, ofrecer una experiencia de aprendizaje de calidad, para cualquier persona en cualquier lugar, es un imperativo.
En esta ocasión, la iniciativa que lucha contra esta necesidad nace del andamiaje y apoyo educativo que le ofreció el profesor Salman Khan a sus sobrinos en el área de las matemáticas, una disciplina de estudio en la que tenían ciertas dificultades. Khan se encontraba en Boston y sus sobrinos en Nueva Orleans, la distancia le obligó a diseñar un canal a través del cual poder dar las explicaciones relacionadas con la materia. Empleó inicialmente el teléfono y Yahoo Doodle, y del éxito de la experiencia surgieron nuevas demandas de apoyo por parte de otros familiares. El control del tiempo se convirtió en una dificultad, resulta complicado atender a tantas personas a lo largo de un día. Para solventar este inconveniente, a Khan se le ocurre la idea de grabar y publicar vídeos en Youtube, para que todos pudieran acceder a las explicaciones, sin importar el momento en el que lo hagan. Los vídeos se hicieron virales y fueron visualizados por miles de personas. Este hito supuso el nacimiento de lo que hoy conocemos como Khan Academy.
Khan Academy es una organización sin ánimo de lucro orientada a brindar una experiencia interactiva de aprendizaje, sin importar el lugar ni el momento en el que se acceda. Consiste en una formación digital a distancia, a través de contenidos audiovisuales, que dio comienzo en Estados Unidos en el año 2008, ofreciendo una oportunidad de acceso a una educación de calidad basada en el vídeo, a familias de bajos ingresos.
La iniciativa lanzó una plataforma con la que el usuario puede aprender de forma autónoma con vídeos, artículos y ejercicios. Las materias de la iniciativa de Khan Academy, no sólo contemplaron las matemáticas, que fue la disciplina del detonante inicial, sino que se incorporaron otras cuatro grandes áreas:
- Economía y finanzas
- Ciencia
- Computación
- Arte y humanidades
La propuesta formativa se configura a partir de un marco básico de competencias estándar, especialmente en Matemáticas, Ciencia y Codificación (algunas secuencias son propias de la disciplina del pensamiento computacional). El enfoque pretende fomentar el trabajo con los contenidos certificados por la institución, sin una interacción con contenidos de terceros. No obstante, el docente puede crear sus propias secuencias didácticas. Los recursos inicialmente sólo estaban disponibles en inglés, y posteriormente han sido traducidos a 59 idiomas. Desde enero de 2013, todos los materiales están disponibles en español.
Respecto a la plataforma, se trata de un LMS (Learning Management System) cerrado, a pesar de ser gratuito, cuenta con un interfaz muy intuitivo que permite al usuario acceder iniciando sesión desde su cuenta Google. En general, es ágil y resulta sencilla para los estudiantes, y también permite a los profesores crear clases, actividades, incorporar a alumnos, así como asignarles sus respectivas actividades a través de una URL que les posibilita el acceso directo al aula virtual.
Para aquellos que no tienen acceso a un ordenador, y únicamente dispongan del teléfono móvil, podrán descargarse la aplicación en IOS o Android para acceder a las tareas. Las incompletas son las primeras que aparecen y estas podrán ser resueltas por el alumno desde el dispositivo móvil. Esto les permite hacer sus actividades desde cualquier lugar a cualquier hora.
Los vídeos y contenidos de Khan Academy son gratuitos y accesibles tanto para alumnos, como para padres y docentes que buscan nuevas formas de enseñar. La plataforma se mantiene gracias a donaciones y voluntarios. Está dirigida principalmente a alumnos de educación primaria y secundaria. La aplicación ofrece una experiencia de aprendizaje interactiva, presenta a los usuarios cinco niveles de aprendizaje, desde principiante hasta experto.
Cuenta con un algoritmo que identifica dónde se equivoca el alumno, y le aconseja ver otros videos y ejercicios conforme a su nivel de aprendizaje. No todos los estudiantes reciben los mismos contenidos formativos. Se procede a una personalización del aprendizaje, en la que el docente adopta un papel fundamental. El maestro es quien orienta en el desarrollo de la experiencia, aunque existe también la posibilidad de avanzar de manera autónoma en la superación de las secuencias didácticas.
Por lo tanto, la propuesta evoluciona hacia una estructura de planes de estudio, que buscan ser claros y sencillos en el uso. También debidamente “gamificados” para ser lo suficientemente motivadores a medio plazo para sus estudiantes, a fin de mantenerles en la formación hasta que se produzca una adquisición competencial adecuada. Conforme el alumno va completando sus tareas, viendo los videos, irá incrementando sus resultados y medallas, y sus logros se sincronizarán en todos sus dispositivos.
Se dispone de un curso exclusivo para docentes, que busca dotarles de los principios elementales para aprovechar pedagógicamente los planes de estudios, y presentarles las funcionalidades tecnológicas de la herramienta. Además, ofrece pautas para una correcta implementación de la propuesta con estudiantes. Destaca que la formación docente no está vinculada con ningún marco de referencia de competencia digital docente o de desempeño didáctico. Su objetivo es básicamente que el profesor pueda aprovechar las posibilidades pedagógicas de la propia plataforma.
La herramienta permite al estudiante realizar un seguimiento del progreso en su proceso de aprendizaje. Pero a su vez, el docente o familiar tiene acceso continuo y directo a la evolución del alumno, permitiendo supervisar los conocimientos adquiridos. El estudiante gana medallas en función a su progreso, y puede ver sus puntos acumulados en su dashboard personal.
Recientemente, la entidad lanzó Khan Academy Kids, una nueva herramienta que tiene como objetivo promover el desarrollo de habilidades en los más pequeños, de 2 a 5 años. Incorpora contenidos de diversas materias correspondientes a la etapa preescolar. En principio, los contenidos están alineados con los estándares del programa educativo estadounidense Head Start. La interfaz es mucho más dinámica y limpia, y los vídeos están guiados por personajes animados. En relación con la dinámica de interacción, la herramienta es parecida a la plataforma base. Permite al usuario adaptar su ritmo de aprendizaje en función de sus necesidades. Además, con mayor énfasis si cabe, fomenta la participación de las madres y padres en las actividades a desarrollar.
Finalmente, desde el punto de vista del impacto de la iniciativa, en 2018 Khan Academy ya disponía de 72 millones de usuarios registrados en la plataforma. Aunque no solo miden sus resultados por la cantidad de usuarios dados de alta. Se pone foco en analizar mensualmente los usuarios activos, un parámetro que ofrece una mejor fotografía del impacto de la propuesta. Los datos muestran un crecimiento exponencial desde 2009 al 2018, alcanzando el millón y medio de usuarios activos.
Por otro lado, el carácter global del proyecto queda patente con el impacto geográfico que está teniendo Khan Academy. Nuevamente, este parámetro es considerado como insuficiente para medir el posicionamiento real de la propuesta en todo el mundo. Para ofrecer una mejor visión, se ha medido el número de minutos de permanencia en la plataforma por países. La suma total de minutos se encuentra cerca de los 8 billones.
Para saber más, accede a su espacio web:
¿Estás participando en algún proyecto educativo centrado en el trabajo de la competencia matemática? ¡Comparte tu iniciativa AQUÍ!
