Precariedad laboral, falta de motivación, sensación de soledad por la falta de apoyo de los estados… estas son algunas de las razones por las que el mundo necesita, según cálculos de la Unesco, 44 millones de docentes para alcanzar las metas educativas de la Agenda 2030. Y esto es un problema grave porque para lograr una educación de calidad, todas las niñas y niños deben tener acceso a un docente cualificado.
Para ayudar a paliar este problema, la Unesco ha publicado el Informe mundial sobre el personal docente, que se publicará cada dos años y pretende ayudar a la comunidad internacional a supervisar y avanzar en su compromiso de garantizar que los docentes y educadores estén capacitados, sean debidamente contratados, reciban una buena formación, estén cualificados profesionalmente, motivados y apoyados dentro de sistemas que dispongan de recursos suficientes, que sean eficientes y que estén dirigidos de manera eficaz. En este artículo, resumimos algunos de sus principales hallazgos.
Cuántos docentes faltan y por qué
Empecemos con una buena noticia: hemos mejorado con respecto a las cifras de 2016. Hoy, la escasez global de docentes se cifra en 44 millones frente a los 69 millones que se necesitaban en 20216. Sin embargo, esta mejora no debe hacernos perder el norte: las cifras son críticas y la necesidad de abordar esta insuficiencia, tanto en cantidad como en calidad, también es acuciante. Veamos las cifras por regiones:
- África Subsahariana enfrenta la mayor escasez, con una necesidad de 15 millones más de docentes. La principal causa es el rápido crecimiento poblacional en edad escolar, agravado por limitaciones financieras.
- África del Norte y Asia Occidental y Sudoriental necesitan 4,3 millones y 4,5 millones de docentes más, respectivamente. Con sus actuales objetivos de contratación, que solo alcanzan el 70% de lo establecido en 2016, es poco probable que alcancen sus objetivos para 2030.
- Asia Oriental y Asia Meridional afrontan previsiones más optimistas, y necesitan 3,3 millones y 7,8 millones de docentes respectivamente, lo que representa aproximadamente la mitad de los objetivos de 2016. Esto sugiere que podrían alcanzar sus metas para 2030, especialmente Asia Meridional, donde la menor necesidad se debe a la combinación de los esfuerzos de contratación y la disminución de las tasas de natalidad.
- Europa y América del Norte requieren 4,8 millones de docentes, principalmente para cubrir la pérdida de personal. La región se enfrenta a tasas de fecundidad bajas.
- América Latina y el Caribe requieren de 3,2 millones de docentes, la mayoría de ellos (2,8 millones) debido a la pérdida de personal. El objetivo actual de contratación representa el 60% de los objetivos de 2016, lo que indica la necesidad de intensificar los esfuerzos.
- Oceanía y Asia Central necesitan, respectivamente, 0,3 millones y 0,7 millones de docentes, la mayoría para reemplazar a los que abandonan la profesión. Estas son las regiones con la menor necesidad de contratación.
A nivel mundial, se necesita un mayor número de docentes de secundaria (31 millones) en comparación con los de primaria (13 millones), reflejando que aproximadamente 7 de cada 10 contrataciones son necesarias para la educación secundaria.
Así las cosas, muy pocos países están en situación de alcanzar el número de docentes necesario para 2030. Con la tasa actual de crecimiento anual, solo 78 de 197 países tendrían docentes suficientes para garantizar una educación primeria universal (con Asia Oriental a la cabeza y África Subsahariana a la cola). En secundaria, la situación es peor: solo 30 países cumplirían el objetivo.
Los retos
Aunque, como hemos visto, la escasez de profesores es un reto generalizado, también es un fenómeno de naturaleza polifacética y compleja, cuyas razones varían en función del área geográfica de la que se hable. Así, por ejemplo, en el África Subsahariana, los retos tienen más que ver con la falta de recursos necesarios para ampliar el sistema educativo, mientras que en Europa y América del Norte están vinculados, sobre todo, a unas tasas de abandono más elevadas y a la falta de competitividad de la profesión docente.
Veamos cuáles son, según ha analizado el informe, los retos más generalizados.
Hacen falta más docentes cualificados
¿Qué consideramos que es un docente cualificado? Existe una gran variabilidad en cómo se define y aplica el concepto de «docente cualificado» a nivel internacional, complicando las comparaciones y el establecimiento de estándares comunes. Aunque la proporción global de docentes cualificados se mantiene estable en torno al 85% para todos los niveles educativos, existen diferencias significativas entre regiones y niveles educativos.
En general, el porcentaje de docentes cualificados tiende a ser menor en secundaria que en primaria en la mayoría de las regiones, con algunas excepciones notables de progreso en Asia Sudoriental y África del Norte. Las variaciones entre países dentro de las mismas regiones también son considerables, reflejando la complejidad del desafío para universalizar la calidad docente. La profesionalización de la enseñanza y estrategias para atraer y retener a docentes cualificados son cruciales, especialmente en áreas donde el abandono es un problema significativo.
Masificación en las aulas
La masificación de las aulas, reflejada en altas ratios de alumnos por docente, es un claro indicador de la escasez de docentes a nivel mundial, con marcadas diferencias entre países de diversos niveles económicos. A pesar de que se ha producido una reducción global de estas ratios desde el año 2000, los países de renta baja enfrentan mayores desafíos, evidenciados por ratios de alumnos por docente cualificado significativamente altas, particularmente en educación primaria, donde alcanzan 52:1, comparado con 15:1 en países de renta alta. África Subsahariana registra las mayores ratios (56:1), mientras que Europa y América del Norte presentan las más bajas (16:1). La situación en educación preescolar y secundaria varía, con mejoras notables en algunas regiones, aunque la falta de datos complica el análisis completo en preescolar. La masificación impacta negativamente tanto en la calidad educativa como en las condiciones laborales de los docentes.
Salarios insuficientes
El análisis de los salarios docentes es esencial para evaluar la competitividad de la profesión a nivel mundial, destacando la necesidad de atraer y retener talento mediante una remuneración justa. La variabilidad significativa en los salarios entre países y en comparación con otras profesiones refleja una amplia disparidad en la valoración de la labor docente. Mientras que en la educación preescolar, docentes en países como Samoa y Sierra Leona ganan significativamente menos que sus pares con cualificaciones similares, en Colombia, Togo, Benín, Luxemburgo, Ecuador, y República Dominicana, los docentes pueden obtener ingresos superiores en al menos un 50%. La situación es diversa en educación primaria y mejora en la secundaria en algunos lugares, con Togo y México, donde destacan por ofrecer salarios competitivos. Sin embargo, aún existen brechas salariales considerables en muchos países, lo que subraya la urgencia de reformar las políticas salariales docentes para hacer de la enseñanza una carrera viable y atractiva globalmente.
Los docentes abandonan la profesión
No solo los estudiantes abandonan las aulas. El abandono docente también es una creciente preocupación a nivel global. Las tasas de abandono en la educación primaria casi se han duplicado, pasando del 4,6% en 2015 al 9% en 2022, evidenciando un desafío significativo para los sistemas educativos que buscan mantener carreras docentes largas. Este fenómeno varía según el nivel educativo y la región, siendo notablemente alto en algunos países de rentas altas, especialmente en la educación secundaria. Los hombres tienden a abandonar la profesión en mayor proporción que las mujeres, con notables diferencias regionales y por motivos variados, incluyendo mayor movilidad laboral hacia otros sectores. Aunque la enseñanza es predominantemente femenina en los niveles educativos inferiores, la falta de datos impide un análisis exhaustivo de las tendencias de abandono. Los docentes nuevos, sin el apoyo adecuado, y aquellos próximos a la jubilación, presentan riesgos adicionales de abandono, exacerbando la escasez de docentes.
Distribución desigual del profesorado
La distribución desigual del profesorado, junto con la escasez de docentes, exacerba las desigualdades en el acceso a una educación de calidad, destacando un desajuste entre las cualificaciones de los docentes y las necesidades específicas. Particularmente en materias como ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), donde las oportunidades laborales alternativas con mejores condiciones hacen menos atractiva la enseñanza. Esta realidad lleva a que los docentes impartan clases fuera de su especialización, deteriorando la calidad educativa y elevando las tasas de abandono. Las áreas rurales y económicamente desfavorecidas enfrentan desafíos adicionales, incluyendo altas ratios alumno-docente y dependencia de profesionales contratados temporalmente, generando una alta rotación.
La baja permanencia de los docentes supone una pérdida en muchos frentes
El abandono y la rotación docente son perjudiciales para los sistemas educativos, pues afectan a la continuidad y calidad de la enseñanza. Mientras la rotación puede aportar beneficios como nuevas perspectivas, conlleva costos significativos relacionados con la pérdida de conocimiento institucional y la necesidad de adaptación y formación de nuevos docentes. Las razones detrás del abandono varían, e incluyen factores personales y profesionales (condiciones laborales, salud, desarrollo profesional) y factores organizativos dentro de los centros educativos. Las condiciones laborales, la carga de trabajo, y el bienestar de los docentes son fundamentales para su retención, siendo los salarios bajos o irregulares, junto con el aumento de la carga de trabajo, factores que pueden llevar al agotamiento y al abandono. El absentismo docente, vinculado a condiciones laborales deficientes o estresantes, puede exacerbar la escasez y afectar la calidad de la enseñanza. La movilidad docente internacional, tanto en forma de fuga como de captación de cerebros, refleja desafíos adicionales en la gestión de la escasez de docentes.
Distribución desigual del profesorado
La distribución desigual del profesorado, junto con la escasez de docentes, exacerba las desigualdades en el acceso a una educación de calidad, destacando un desajuste entre las cualificaciones de los docentes y las necesidades específicas. Particularmente en materias como ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), donde las oportunidades laborales alternativas con mejores condiciones hacen menos atractiva la enseñanza. Esta realidad lleva a que los docentes impartan clases fuera de su especialización, deteriorando la calidad educativa y elevando las tasas de abandono. Las áreas rurales y económicamente desfavorecidas enfrentan desafíos adicionales, incluyendo altas ratios alumno-docente y dependencia de profesionales contratados temporalmente, generando una alta rotación.
La baja permanencia de los docentes supone una pérdida en muchos frentes
El abandono y la rotación docente son perjudiciales para los sistemas educativos, pues afectan a la continuidad y calidad de la enseñanza. Mientras la rotación puede aportar beneficios como nuevas perspectivas, conlleva costos significativos relacionados con la pérdida de conocimiento institucional y la necesidad de adaptación y formación de nuevos docentes. Las razones detrás del abandono varían, e incluyen factores personales y profesionales (condiciones laborales, salud, desarrollo profesional) y factores organizativos dentro de los centros educativos. Las condiciones laborales, la carga de trabajo, y el bienestar de los docentes son fundamentales para su retención, siendo los salarios bajos o irregulares, junto con el aumento de la carga de trabajo, factores que pueden llevar al agotamiento y al abandono. El absentismo docente, vinculado a condiciones laborales deficientes o estresantes, puede exacerbar la escasez y afectar la calidad de la enseñanza. La movilidad docente internacional, tanto en forma de fuga como de captación de cerebros, refleja desafíos adicionales en la gestión de la escasez de docentes.
Soluciones propuestas
Convertir la docencia en una profesión atractiva
Esto incluye una combinación de incentivos económicos, oportunidades profesionales, buenas condiciones laborales y un entorno de trabajo colaborativo. Promover la diversidad dentro del cuerpo docente y adoptar estrategias dirigidas a diferentes colectivos son pasos esenciales para mejorar la equidad y los resultados educativos. Además, es vital equilibrar la representación de género en la docencia, desafiando los estereotipos y promoviendo un entorno seguro e inclusivo para todos. Apoyar a docentes emigrantes y de minorías, así como fomentar entornos laborales inclusivos para docentes con discapacidad, enriquece el aprendizaje y aborda la escasez. Sin embargo, el bajo estatus de la docencia puede socavar su atractivo, señalando la necesidad de mejorar la percepción pública de la profesión y asegurar condiciones laborales dignas.
Mejorar la motivación y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional
Para abordar la escasez de docentes, es fundamental que la docencia sea una profesión atractiva, ofreciendo trayectorias profesionales con oportunidades de crecimiento tanto horizontal como vertical. Estas trayectorias, vinculadas a la motivación, el progreso, la estabilidad laboral y el desarrollo, son clave para retener a los docentes. Países como Sudáfrica, Singapur y Lituania han implementado con éxito estos modelos de carrera. Sin embargo, la percepción de perspectivas limitadas puede disuadir a potenciales docentes, como se observa en Uganda y en la región de Asia-Pacífico, donde las limitadas oportunidades de desarrollo profesional reducen la satisfacción laboral. Proporcionar perspectivas de largo plazo y desarrollo continuo es esencial para mantener a los docentes motivados a lo largo de su carrera. Las políticas de carrera deben ofrecer igualdad de oportunidades para el desarrollo profesional y considerar las necesidades de docentes en diversas situaciones, como aquellos en áreas difíciles de cubrir o contratados bajo condiciones no permanentes.
Mejorar la profesionalización mediante la autonomía y el aprendizaje permanente
Necesitamos docentes con mayor autonomía, lo que incrementa su satisfacción, motivación y retención. Sin embargo, esto requiere formación y apoyo adecuados para evitar que la autonomía se perciba como una carga adicional. Es esencial proporcionar a los docentes oportunidades de desarrollo profesional, acceso a recursos de calidad y herramientas necesarias para ejercer su poder de decisión sobre aspectos clave como el contenido curricular y métodos pedagógicos. La innovación docente aumenta el atractivo de la enseñanza, transformando a los docentes en actores clave del sistema educativo. Además, la tecnología, utilizada de manera que centre el aprendizaje en el ser humano, puede superar barreras de distancia y tiempo, fomentando el aprendizaje colaborativo y el apoyo emocional entre docentes, especialmente evidenciado durante la pandemia de COVID-19 mediante comunidades virtuales de práctica.
Políticas integrales
Afrontar los factores estructurales que llevan a los docentes a abandonar la profesión requiere abordar las políticas gubernamentales, los salarios y los incentivos, las condiciones laborales, así como los sistemas de rendición de cuentas. Un ejemplo notable de cómo una política bien diseñada y aplicada puede ayudar es el de Finlandia, un país que ha logrado resultados educativos excepcionales mediante un enfoque consistente y reflexivo en el desarrollo de sus políticas educativas, y que demuestra la importancia de políticas estables y bien fundamentadas.
La escasez de docentes requiere de una respuesta multidimensional que incluya desde mejoras salariales y condiciones de trabajo hasta oportunidades de desarrollo profesional y mayor autonomía. La implementación de políticas integrales que aborden tanto los factores estructurales como los desafíos específicos de cada región es esencial para transformar la docencia en una profesión atractiva y sostenible. Solo así podrá asegurarse una educación de calidad para todas las niñas y niños, alcanzando el cumplimiento de las metas educativas globales.