La Teoría del Cambio: visualizando la transformación educativa

¿Cómo saber si nuestras acciones están produciendo un impacto real en la educación? La Teoría del Cambio es una herramienta que nos proporciona un enfoque claro y sistemático para identificar necesidades, definir objetivos y diseñar estrategias efectivas. En este artículo vemos cómo esta metodología puede impulsar la transformación educativa.

La Teoría del Cambio: visualizando la transformación educativa

Los desafíos que enfrentan los sistemas educativos en términos de acceso, retención, aprendizajes o desarrollo de habilidades, entre otros, son grandes y numerosos. En este contexto, organizaciones públicas y privadas han volcado sus esfuerzos en crear e implementar soluciones innovadoras para mejorar la calidad de la educación, lo que se ha concretado en una creciente diversidad de programas e intervenciones escolares. Sin embargo, se sabe poco acerca del impacto real que  dichas acciones tienen en la mejora educativa. En este sentido, uno de los mayores desafíos para los equipos que implementan estas iniciativas es la identificación de estrategias de evaluación adecuadas y pertinentes que contribuyan a reconocer el tipo y la magnitud de los resultados conseguidos.

¿Cómo saber si las innovaciones que se promueven están alcanzando efectivamente el impacto esperado en las comunidades educativas? Popularizada en los años 90, la Teoría del Cambio (TdC) surge como una herramienta fundamental para representar gráficamente los procesos de intervención y evaluación de programas, proyectos y políticas. Su enfoque se centra en la exploración detallada de los diversos componentes que constituyen una intervención, con el objetivo de entender cómo funcionan y qué relaciones causales llevan al logro de los resultados esperados. No obstante, su uso es aún limitado entre las organizaciones que aspiran a la transformación educativa.

Desde SUMMA, Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe, apoyamos a los programas en la construcción y evaluación de su Teoría del Cambio. En esta publicación, compartimos algunas orientaciones para comprender esta herramienta, basándonos en la experiencia de colaboración que realizamos con ProFuturo durante 2023.


Popularizada en los años 90, la Teoría del Cambio (TdC) surge como una herramienta fundamental para representar gráficamente los procesos de intervención y evaluación de programas, proyectos y políticas.

Conceptualizando la Teoría del Cambio

 La Teoría del Cambio es un modelo lógico que describe el proceso mediante el cual un programa se estructura y persigue la consecución de sus resultados. Para ello, presenta de manera clara y esquemática el camino que debe seguir la intervención para alcanzar el impacto deseado. Para cumplir con este propósito, la teoría debe identificar y describir adecuadamente:

  • La necesidad que el programa busca satisfacer en la población (por ejemplo, el bajo rendimiento académico entre estudiantes de escuelas socioeconómicamente vulnerables).
  • Los recursos necesarios para llevar a cabo las actividades (por ejemplo, nuevos materiales pedagógicos y dispositivos tecnológicos para desarrollar una enseñanza más estimulante para los estudiantes).
  • Las acciones y actividades que se realizarán durante la intervención (por ejemplo, formación docente en el uso de nuevas pedagogías o capacitación dirigida al empleo de nuevas plataformas de aprendizaje).
  • Los cambios que el programa aspira a lograr a corto y medio plazo (por ejemplo: comunidades educativas motivadas en el uso de los nuevos recursos o docentes implementando nuevas prácticas pedagógicas en el aula).
  • Los cambios que el programa espera lograr a largo plazo, también conocidos como hipótesis de cambio (por ejemplo, los estudiantes mejoran su rendimiento académico gracias al desarrollo de nuevos conocimientos y habilidades).

De esta manera, una buena Teoría del Cambio explica el funcionamiento de un programa, detallando la secuencia completa de la intervención y las relaciones causales que sustentan la transformación esperada. La figura siguiente describe sus componentes principales.

Teoría del cambio

Fuente: elaboración propia

Como metodología, la Teoría del Cambio ofrece beneficios en los procesos de planificación y evaluación de programas educativos. Estos beneficios incluyen la identificación de actividades clave y secundarias, la determinación de los actores principales para impulsar el cambio y la organización y programación de las actividades en el tiempo, entre otros aspectos. Esta herramienta no solo contribuye a definir de manera precisa los objetivos de una intervención y los  resultados esperados, sino que también promueve la alineación y coherencia de los diversos recursos y actividades que conforman una intervención. Además, permite visualizar y entender de manera explícita las relaciones de causalidad entre las actividades realizadas y los resultados esperados.

Además, la Teoría del Cambio proporciona una  justificación consistente del qué, el cómo y el porqué de los programas. Es una herramienta de gran utilidad para  construir el relato estratégico de una intervención y obtener una comprensión profunda de la misma, lo que facilita la realización de ajustes y cambios sin desvirtuar el objetivo central de los programas.

En cuanto a su utilidad para el desarrollo de  una evaluación de impacto, este modelo lógico  facilita los procesos de medición del “éxito” de una intervención al establecer indicadores claros y medibles en cada etapa del proceso. Con ello, ayuda a explicar, mediante la priorización de acciones, los mecanismos causales, el seguimiento de productos y resultados esperados y las condiciones bajo las cuales se logran o no los cambios esperados.

“No hay mejor práctica que una buena teoría”

Durante el año 2023, SUMMA y ProFuturo establecieron una alianza estratégica para identificar áreas de mejora del programa con el fin de maximizar su impacto en América Latina. Para lograr este objetivo, se trabajó con el modelo de Teoría del Cambio y se investigaron las experiencias de diversos países de la región. Asimismo, en diciembre del 2023, SUMMA lideró un taller con el equipo global de ProFuturo, en el cual se reflexionó colaborativamente sobre la Teoría del Cambio del programa y se identificaron los aprendizajes, fortalezas y debilidades de las acciones realizadas.

Valentina Ríos, gerente del área de estrategia y evaluación de ProFuturo, compartió su perspectiva sobre la experiencia, “muy enriquecedora para nuestro equipo, ya que nos ha permitido analizar los modelos que ponemos en acción y la alineación que tienen las actividades que desarrollamos en los países. También nos hemos detenido a pensar y evaluar si estamos caminando en la dirección correcta para lograr la transformación educativa que buscamos”.

Por su parte, Dante Castillo-Canales, director de políticas y prácticas innovadoras de SUMMA, reflexionó sobre esta colaboración entre SUMMA y ProFuturo subrayando la importancia de trabajar con la Teoría del Cambio: “Trabajar con la Teoría del Cambio supone un proceso permanente y sistemático de análisis de aquellas acciones que priorizamos y los mecanismos que son clave para lograr los resultados que esperamos. Nuestro trabajo con ProFuturo ha contribuido a indagar sobre aquellos componentes esenciales de su modelo y retroalimentar su relato estratégico, como un programa que aprende de sus intervenciones y que busca la mejora para impactar en las comunidades educativas”.

Los hallazgos obtenidos en este proceso permitieron reconocer la diversidad de situaciones, desafíos y aciertos que enfrenta la implementación de un programa educativo mediado por tecnologías y de alcance global, como ProFuturo. Esto se traduce en la necesidad de  reconocer las adaptaciones de la Teoría del Cambio que se ejecutan en los países, sin perder de vista sus ingredientes y componentes principales. Por eso, la TdC, como herramienta para los programas educativos, debe ser una herramienta en constante revisión y actualización, en función de los resultados que nos entregan los procesos de evaluación de los programas. Esta complejidad subraya la necesidad de interacción y retroalimentación constante entre teoría y práctica, tal y como ya señalara el psicólogo social Kurt Levin, hacia mediados del siglo XX, con su idea de que no hay mejor práctica que una buena teoría, con la que nos invitaba a pensar en la siempre necesaria articulación entre los modelos teóricos, que guían y orientan las acciones sociales, y las prácticas concretas que ponen a prueba dichas guías y las someten al test de la realidad y sus posibilidades.

Para profundizar en este tema, invitamos a explorar los siguientes recursos:

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