Si sabemos sacarle partido, la educación digital puede marcar una gran diferencia en la realidad de los 34,6 millones de niñas, niños y jóvenes que viven refugiados o desplazados fuera de sus hogares. Esta iniciativa colaborativa, promovida por una mujer que fue ella misma una niña refugiada, y que consigue unir a empresas, instituciones, organizaciones sin ánimo de lucro e individuos, está ayudando a miles de niños vulnerables a tener la educación de calidad que se merecen.
Rudayna Abdo fue una niña refugiada. Cuando tenía ocho años, una bomba destrozó su casa durante la guerra civil que asoló el Líbano durante 15 años. Así que, junto a su hermano, padres y abuelos, salió de su pueblo para tomar un barco a Chipre, en mitad de la noche. Acaba de convertirse en una niña refugiada. Durante todo este drama, sus padres solo pensaban en una cosa: que Rudayna y su hermano pudieran continuar con su educación. Ellos mismos habían sido niños refugiados palestinos y sabían muy bien que la educación es lo único que puedes llevarte contigo, vayas donde vayas.
Rudayna creció pues conociendo de primera mano las dificultades a las que deben enfrentarse las niñas y niños desplazados de sus hogares a la hora de aprender. Por eso, con el número de personas refugiadas creciendo sin parar, un día sintió que tenía que hacer algo. Así que dejó atrás una carrera profesional de 20 años y la seguridad de la vida corporativa para fundar Thaki en el año 2015.
Thaki, que significa “inteligente” en árabe, se basa en un proceso muy sencillo pero que nadie había aplicado hasta ahora: recolectan ordenadores usados, donados por empresas que ya no los necesitan, los cargan con software y contenidos educativos interactivos y multilingües de alta calidad y disponibles sin conexión y los entregan directamente a personas refugiadas para que puedan usarlos en su educación: niñas y niños, pero también estudiantes y becarios universitarios.
De esta manera, promueve la inclusión digital y contribuye a cerrar las brechas de aprendizaje entre esta población vulnerable. Thaki aporta soluciones innovadoras en educación a través de la tecnología y actúa de forma rápida y ágil, aplicando un enfoque empresarial. A través de estos dispositivos, brindan contenido educativo atractivo y facilitan la alfabetización digital para estos niños vulnerables, que de otro modo no tendrían la oportunidad de adquirir competencias digitales. Sin estas competencias, esta generación de niños está condenada a un futuro económico basado en el trabajo manual, donde las salidas laborales probablemente disminuyan con los avances de la inteligencia artificial y la automatización de procesos.
Hasta el momento, y con datos de finales de 2021, la iniciativa ha dado una nueva vida a más de 4.500 dispositivos impactando en las vidas de 15.500 estudiantes. Colabora con 87 organizaciones que utilizan estos dispositivos y sus contenidos en escuelas y centros para personas refugiadas. Según un estudio que se llevó a cabo en 2017, cada dispositivo tiene un impacto positivo en la vida de más de un niño. Las métricas generales de uso de la computadora demuestran que, en promedio, un ordenador sirve a ocho niños por una hora al día, lo que da un total de 160 horas de aprendizaje electrónico al mes. Esto equivale a un total de 1.920 horas de aprendizaje con un ordenador al año, y 5.760 horas de vida útil de un dispositivo.
Un set de herramientas digitales para profesores
Como no podía ser de otra forma, Thaki proporciona apoyo constante al proceso de aprendizaje de estas niñas y niños, a través, entre otras cosas, del acompañamiento y el soporte a los profesores. Así, en 2018, se alió con Cerego, una plataforma de aprendizaje predictivo que maximiza los resultados del aprendizaje usando la neurociencia, la inteligencia artificial y la ciencia cognitiva, para pilotar un programa de capacitación de profesores en alfabetización digital.
En 2020 también crearon un set de herramientas digitales para profesores: una plataforma bilingüe con una gran variedad de recursos y módulos de aprendizaje que ayuda a los profesores a usar mejor los contenidos de Thaki. Son recursos hechos para inspirarles y darles ideas sobre cómo integrar mejor la tecnología en sus clases y pueden adaptarse a las necesidades de los estudiantes.
Está basado en muchos años de trabajo sobre el terreno y utiliza las conclusiones de sus estudios y sus propias observaciones. El equipo de Thaki convirtió esta experiencia en un set de herramientas digitales (Digital Tool Kit), basado en las necesidades de los profesores y en su conocimiento del contenido que ellos mismos introducen en los dispositivos. El kit incluye cursos, recursos y lecciones, en árabe y en inglés, que pueden ser consultados por temas.
El modelo de intervención socioeducativa de Thaki, que ha sido reconocido por diversas organizaciones internacionales como HundrED, no solo ayuda a niñas, niños y jóvenes refugiados a tener mayores oportunidades de crecimiento personal desde la educación, sino que además, enfoca su trabajo en mejorar las acciones de los voluntarios y las alianzas estratégicas que luchan por erradicar esta problemática humanitaria, agregando valor a su trabajo educativo con los niños, sus maestros y sus familias.
Porque todos los niños se merecen tener la mejor educación posible. Porque aprender puede ser divertido y motivador. Porque la tecnología nos ayuda a avanzar en el aprendizaje. Porque todos los niños, en particular los que pasan por situaciones traumáticas, como los niños refugiados, tienen derecho a tener una infancia feliz y segura. Porque ayudar a los demás nos ayuda a vivir en paz y nos hace mejores personas.