Paisajes de aprendizaje: la aventura de aprender

Se acabaron las letanías recitativas en las escuelas. Estamos a las puertas del metaverso. Usemos las oportunidades que nos brinda la tecnología para diseñar experiencias inmersivas que conviertan el aprendizaje en una aventura inolvidable. Los paisajes de aprendizaje nos ayudan. ¿Quieres saber cómo?

Paisajes de aprendizaje: la aventura de aprender

¿Por qué aprendernos la lista de los reyes godos de memoria si podemos vivir una aventura con ellos cara a cara? ¿Y si en lugar de memorizar aburridas leyes físicas nos embarcamos en un viaje espacial junto a Einstein y Newton para que nos las cuenten ellos? Dicen que solo recordamos el 10% de lo que leemos y el 20% de lo que oímos. Sin embargo, seguimos empeñados en aburrir a los estudiantes recitando lecciones dentro del aula. También dicen que podemos recordar el 90% de lo que hacemos. ¿Y si cambiamos el chip y aprendemos haciendo? Los paisajes de aprendizaje llegan al rescate.

¿Qué son los Paisajes de Aprendizaje?

Los paisajes de aprendizaje son una herramienta pedagógica que nos permite crear escenarios educativos personalizados para nuestros alumnos combinando actividades de comprensión con mundos simbólicos que fomentan y aprovechan la imaginación del alumno para su aprendizaje (Inspiratics, s.f.). Mediante esta herramienta, los estudiantes pueden aprender los distintos contenidos de las materias de una forma interactiva, a través de una historia creada por el docente, que les propone una serie de actividades y retos a resolver.

Una vez planificados y diseñados, los paisajes de aprendizaje tendrían una apariencia similar a la de un entorno web, que se puede personalizar y al que se pueden ir añadiendo enlaces a webs, vídeos, podcasts y otros recursos.

Como veremos a continuación, en los paisajes de aprendizaje confluyen dos modelos pedagógicos clave: la teoría de las inteligencias múltiples y la taxonomía de Bloom.

De inteligencias múltiples y taxonomías varias

La teoría de las inteligencias múltiples, formulada por el psicólogo de Harvard Howard Gardner, identifica y define hasta ocho tipos de inteligencias distintas, necesarias para enfrentarnos a la vida: la inteligencia lógico-matemática, la inteligencia espacial, la inteligencia musical, la inteligencia corporal y

Paisajes de aprendizaje

Fuente: Hernando, A. (2016)

cinestésica, la inteligencia intrapersonal, la inteligencia interpersonal y la inteligencia naturalista. Gardner afirma que todas las personas son dueñas de cada una de las ocho clases de inteligencia, aunque cada uno destaca más en unas que en otras.

La taxonomía de Bloom (también conocida como taxonomía de los dominios de aprendizaje) fue diseñada por el psicólogo y pedagogo estadounidense Benjamin Bloom y permite jerarquizar los procesos cognitivos en varios niveles que parten de los más básicos a los más complejos. Tras algunas revisiones, hoy la taxonomía de Bloom jerarquiza los procesos cognitivos, de menor a mayor complejidad, de la siguiente manera: recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.

Los paisajes de aprendizaje son, como veremos, un cruce de estos dos modelos pedagógicos, aunque también aplican diferentes metodologías activas como el visual thinking, el aprendizaje cooperativo o el design thinking y pueden combinarse con metodologías como la gamificación, el aprendizaje cooperativo, la clase invertida o el aprendizaje basado en proyectos (González del Hierro, s.f.).

¿Por qué usar los paisajes de aprendizaje?

  • Facilita la atención individualizada del alumno. Los paisajes de aprendizaje responden a las necesidades de los alumnos proporcionándoles un entorno audiovisual, intuitivo y funcional que permite captar su atención, haciendo más atractivos los contenidos, logrando una mayor retención de los conceptos y potenciando su competencia digital.
  • Aumenta la motivación por el aprendizaje. Los paisajes de aprendizaje proporcionan un entorno que combina elementos lúdicos con un diseño instructivo adecuado con actividades que son, a la vez un reto y una motivación para los estudiantes.
  • Los alumnos son los protagonistas autónomos de su aprendizaje. Los estudiantes aprenden haciendo, guiados por el docente, que les acompaña en su viaje de exploración y descubrimiento. La flexibilidad de los paisajes de aprendizaje permite que cada alumno utilice los contenidos y resuelva los retos que se le plantean en función de su forma de aprender. Así, pasa de ser un sujeto pasivo a un agente activo de su proceso de aprendizaje.
  • Desarrolla la competencia digital del docente y del alumno. Los paisajes de aprendizaje ayudan a los estudiantes a adquirir competencias digitales como el pensamiento crítico y el comportamiento seguro y ético en el entorno digital. Por su parte, ayuda a los docentes a dar un salto cualitativo en el uso de las tecnologías en educación, contribuyendo a que lleguen a ese deseado nivel de apropiación en el que el profesor es capaz de:
    1. Planificar e integrar las tecnologías digitales en el currículo para personalizar la educación de acuerdo con las necesidades de sus estudiantes.
    2. Crear recursos digitales para compartirlos con ellos y con otros profesores e, incluso, enseñar a sus alumnos y colegas a hacerlo.

Cómo crear un paisaje de aprendizaje: 6 claves

Creatividad e imaginación. Estas son, sin duda, dos de las herramientas más importantes de los paisajes de aprendizaje. Si se quiere estimular la imaginación y la creatividad de los alumnos, los docentes también deberán hacer uso de estas cualidades. A continuación, veremos por qué.

Rutas de aprendizaje. Son la base de los paisajes de aprendizaje. El profesor deberá tener muy claro cuál es la ruta (o rutas) de aprendizaje que va a diseñar para sus alumnos. Estas rutas se componen de diversas actividades, que podrán ser obligatorias, opcionales o de refuerzo, y que estarán conectadas con el plan de estudios que se está impartiendo. ¿Cómo diseñamos estas rutas de aprendizaje? Sigue leyendo.

Paisajes de aprendizaje

Prieto Castillejo, R. (2018).

Matriz de programación. La herramienta definitiva que nos va a ayudar a programar nuestras actividades. ¿Recuerdas las inteligencias múltiples y la taxonomía de Bloom? Pues son los ejes de esta matriz o tabla en cuya parte superior colocaremos las ocho inteligencias y en cuyo lado izquierdo incluiremos los seis niveles de la taxonomía. Esto dará lugar a un documento con 48 casillas en las que convergen cada una de las inteligencias con las taxonomías. Las inteligencias orientan el estilo de la actividad y Bloom dirigirá el objetivo de estas. Estas casillas ayudarán al profesor a diseñar las actividades que quiere que realicen los estudiantes que podrán tener diferente profundidad y niveles de dificultad. Y, como ya hemos dicho, estas actividades serán obligatorias, opcionales o de refuerzo.

Narrativa. Ahora viene lo divertido. Todo esto tiene que encajar en un entorno, en una historia. Hay que inventarse una narrativa que le de coherencia a todo el conjunto. El storytelling que le dicen ahora. Una historia capaz de emocionar y motivar a los estudiantes. Esto es: el paisaje de aprendizaje propiamente dicho. Puede ser una aventura en el tiempo que nos traslade a algún periodo de la historia que queramos enseñar. O un viaje espacial que nos enseñe algunos fundamentos de la física. O una aventura, tipo Jumanji, para aprender ciencias. O un viaje alucinante a bordo de una nave microscópica por el cuerpo humano (como la película) para aprender biología. Cualquier cosa. Como ves, el límite lo ponen los intereses de los estudiantes y tu imaginación. ¿Es o no es divertido? Pues la cosa no ha acabado.

Gamificación. Esto es opcional aunque recomendable. Los retos y los juegos siempre aumentan la motivación. Insignias, tablas de puntos, retos… Se trata de gamificar la narrativa a través de personajes, retos, tramas…que además servirán para evaluar la actividad y los conocimientos adquiridos.

Digitalización. Una vez que tenemos claras nuestras rutas de aprendizaje, actividades e historia, procederemos a crear nuestro entorno virtual interactivo: seleccionaremos la imagen principal y todas las que deberán formar parte de la historia, los iconos, los vídeos, los sonidos… construimos nuestra imagen interactiva e insertamos en ella todos los elementos. Por supuesto, existen aplicaciones, como Genia.ly, que ayudan a hacer esto de forma guiada y cómoda.

Los seres humanos somos diferentes y aprendemos diferente. Cuando los modelos educativos y los planes curriculares no tienen en cuenta este principio de diversidad y se diseñan solo pensando en la media, están fallando a la sociedad (Escuelas Católicas, s.f.). Diseñemos experiencias que tengan en cuenta las diferencias y que las integren para que todos puedan acceder a la educación justa y equitativamente.

Si quieres documentarte más sobre esta herramienta educativa, aquí tienes una guía muy completa con video tutoriales y artículos que explican cómo llevarlos a la práctica dentro del aula. También existen formaciones intensivas como la que ofrece nuestro Programa Units – ProFuturo.

REFERENCIAS

** Imagen de portada: Escuelas Católicas.

Escuelas Católicas. (s.f.) paisajesdeaprendizaje.com. Página web. Consultada el 1 de ju io de 2022. http://paisajesdeaprendizaje.com/

González del Hierro, M. (s.f.). Paisajes de aprendizaje: una potente herramienta educativa. Genial.ly Blog. Consultado el 1 de junio de 2022. https://blog.genial.ly/en/learning-landscapes/

Hernando, A. (2016). Viaje a la escuela del siglo XXI. Fundacion Telefónica. Madrid.

Inspiratics. (s.f.). Paisajes de aprendizaje. Qué con y cómo implementarlos en clase. Página Web. Consultada el 30 de mayo de 2022.  https://inspiratics.org/es/recursos-educativos/recursos/paisajes-de-aprendizaje-qu%C3%A9-son-y-c%C3%B3mo-se-aplican/

Prieto Castillejo, R. (2018). Metodologías activas: paisajes de aprendizaje. Curso Tutores en Red. INTEF.

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