Historias

Adriana tiene más de 15 años de experiencia como docente, pero la vocación por enseñar la trae desde su niñez. “Fue ya una vocación desde pequeña el ser docente. Mi mamá cuenta que yo sentaba a mi alrededor mis muñecas y jugaba a ser profesora”, menciona. 

Adriana Eloísa Rodríguez es la directora del Centro Escolar Caserío Costa Azul, ubicado en la zona costera del municipio de Acajutla, en el departamento de Sonsonate, en El Salvador. Adriana dirige el centro escolar desde hace 10 años, mezclando su labor docente y el liderazgo en la dirección: organiza y acompaña procesos financieros, pedagógicos y educativos del centro escolar. “Ser docente es algo que siempre quise. Con el tiempo, la emoción de trabajar en esto se hizo más grande porque es una experiencia muy bonita ver la semilla de cambio que uno siembra en los niños”.

Su cargo le ha generado un sinfín de buenas experiencias, y su personalidad amable y accesible le ha permitido ganarse a la comunidad educativa y crear lazos con todo el equipo docente, alumnos y padres de familia. Aunque no ha sido fácil, por las múltiples dificultades que tienen los estudiantes y sus familias: “Acá a la escuela vienen niños de dos comunidades distintas: niños de la Playa El Monzón, que en la mayoría sus familias son de bajos recursos económicos y cuya calidad de vida es bastante difícil; y los niños de la playa Costa Azul, que también tienen necesidades económicas pues sus padres trabajan de cuidar ranchos de playa y nadie tiene casa propia. Todos son estudiantes de escasos recursos, pero con el deseo y el ánimo de seguir adelante”.

A Adriana le encanta trabajar para su centro escolar. Y a pesar de las muchas responsabilidades educativas que posee, siempre ha demostrado el deseo de aprender y de dar el ejemplo a los demás. 

Adriana es una docente que trata de aplicar el uso de TICs en todos los procesos educativos. El año pasado, junto a todo el equipo de docentes participó en las capacitaciones que ProFuturo brindó en TICs, y luego fue invitada a ser parte de una capacitación en liderazgo para potenciar sus habilidades como líder dentro de su comunidad educativa.

En el proceso de formación junto a ProFuturo, Adriana destacó por su proactividad y compromiso. Durante el estudio de las rutas TICs e Innovación, su manera de pensar cambió en cuanto al uso de dispositivos móviles en las aulas de clase. Ahora lo visualiza como una ventaja en el proceso de enseñanza-aprendizaje: “Tal vez nos cuesta un poco al personal docente, padres y estudiantes el tener acceso a la tecnología en nuestra comunidad, pero contamos con el apoyo de ProFuturo, quienes nos han orientado en los temas de TICs y nos han colaborado de gran manera a agilizar nuestro trabajo”.

Romper la brecha digital entre los docentes fue para Adriana el primer paso para cambiar e introducir la tecnología en su centro escolar. Sus compañeros de trabajo son un grupo muy accesible y comprometidos con su trabajo, por lo que al presentarse la oportunidad de trabajar de la mano con ProFuturo todos quisieron saber más y aumentar sus habilidades. Algunos comenzaron a trabajar con WhatsApp, otros ahora realizan videos tutoriales para mejorar la calidad de la explicación que le envían los niños. 

Adriana ha logrado incorporar en su trabajo la búsqueda de contenidos online, elaboración de videos, envío de vídeos e imágenes a los alumnos y docentes, el uso de Google Classroom, WhatsApp y otras aplicaciones y herramientas que han facilitado su trabajo.“Hemos tenido que romper la brecha con los docentes, tal vez uno sabía encender y apagar la computadora o usar el WhatsApp en el teléfono, pero es diferente usar esas herramientas para las clases. Estoy sorprendida de que tenemos maestros que se han animado a hacer videos, ¡es un gran logro que él se grabe y los niños vean el trabajo del profesor! Es un logro porque pasamos de no tener un uso continuo de las herramientas tecnológicas para la educación y ahora las usamos constantemente. Tal vez nos falta mucho que conocer, porque la tecnología innova día con día, pero creo que vamos por un buen camino en el proceso de aprendizaje, y ya no sólo es lo que nos den herramientas, sino que desde nuestro lado también pedimos que nos enseñen herramientas nuevas”.

Aunque han sido meses difíciles, en especial durante el 2020 por la suspensión de clases para todos los estudiantes del país para prevenir contagios de COVID-19, el centro escolar ha aprendido a sobrellevar todas las actividades. Desde que los estudiantes no cuentan con acceso a Internet para entrar a clases, la mala señal por la zona en la que se ubican las comunidades donde viven los niños y la falta de dispositivos móviles en las familias han sido factores que han obstaculizado muchas veces.  Sin embargo, el empeño y esfuerzo del centro escolar y las familias ha sido grande para contribuir a la educación digital de los niños.

“Hemos tenido reuniones digitales con padres de familia donde el equipo de ProFuturo nos ha apoyado, y esto es algo bastante novedoso, nunca antes se había visto. Es muy bonito ver la emoción de los papás al conectarse, ver como nos mandan fotos de los niños viendo su teléfono en clases con el uniforme puesto y sus padres pendientes a la par de ellos. Nos hemos acoplado durante esta época difícil a la tecnología, a veces tenemos que hacer visitas domiciliares a los niños que no tienen dispositivos, pero en conjunto con ProFuturo, los docentes y los padres trabajamos juntos”

El éxito en el uso de las herramientas virtuales incluso ha destacado fuera de la comunidad educativa. Durante los meses de cuarentena por pandemia de COVID-19 en El Salvador, Adriana logró coordinar un acto cívico de manera online, siendo ésta su primera experiencia gestionando un acto digital, utilizando la plataforma Zoom junto a Facebook Live, para la cual ProFuturo dio acompañamiento en la realización. Su empeño y creatividad condujeron a que incluso participaran autoridades de la Dirección Departamental y la Ministra de Educación, Carla Hananía de Varela.

Adriana y su centro escolar son la muestra del impacto que tiene contar con una docente formada y comprometida con su trabajo, y que cuenta con la oportunidad de acceder a las TICs para fortalecer sus habilidades. Ahora que las aulas se han reabierto, Adriana espera continuar con la implementación de todo lo aprendido: “Impacta mucho que un docente tenga acceso a la tecnología, como le digo es poco el acceso que hemos tenido y si nosotros estamos capacitados vamos a poder dar a los niños una mejor educación”.