¿Podemos considerar al lápiz que usamos para dibujar o escribir una tecnología? Veamos. Según la RAE, “tecnología” es el conjunto de teorías y técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. Esto es: el término «tecnología» se refiere a la aplicación de conocimientos científicos y técnicos para crear herramientas, sistemas o métodos que resuelvan problemas prácticos o mejoren la eficiencia en diversas tareas. Bajo esta definición, un lápiz es una tecnología porque es una herramienta diseñada específicamente para permitir la escritura y el dibujo de manera efectiva. Y si el lápiz es tecnología, debemos entender que la regla que usamos para medir y trazar líneas, el compás que nos sirve para trazar círculos o arcos y medir distancias sobre un plano o el libro de texto, de cuyas bondades nadie duda, también son tecnología.
Sin embargo, no escuchamos a nadie abogar furiosamente por el destierro de estas herramientas de las aulas como sucede con las nuevas tecnologías. Es cierto que su potencial distractor es un punto en su contra. Mientras un lápiz o un libro de texto tienen una funcionalidad limitada y directa, un Smartphone ofrece acceso a redes sociales, juegos y otras aplicaciones que pueden alejar al estudiante del aprendizaje. También es cierto que su potencial transformador es tan grande que desterrarlas de las aulas, como están haciendo total o parcialmente países como Francia, China, Australia o, más recientemente, Argentina, no es una opción. En este manifiesto varios profesores e investigadores defienden el uso educativo de las tecnologías digitales.
En el Observatorio hemos tratado el tema en diversos artículos. Aquí tienes algunos de ellos.
El falso debate de la tecnología en las aulas
Prohibición de pantallas a menores, revuelo en torno al uso de la IA generativa en las aulas… la tecnología y la educación se encuentran en el centro de un gran debate en el que abundan las posiciones simplistas y los mitos acerca de lo que es y lo que no es la tecnología educativa. En este artículo, abogamos por una visión más equilibrada que reconozca el potencial transformador de la tecnología en educación.
Estudiantes y pantallas. Qué dice PISA
En los últimos meses, se ha debatido hasta la saciedad y se han vertido ríos de tinta sobre el uso de pantallas y dispositivos digitales y su relación con el aprendizaje. ¿Favorece el aprendizaje? ¿Fomenta la distracción? ¿Hay que prohibir? ¿Podemos permitirnos dar la espalda a la tecnología en la escuela? ¿Qué ha dicho el último informe PISA al respecto? Lo vemos.
Educando la tecnología educativa: desafíos y oportunidades en la transformación de la educación
Vivimos en un momento paradójico y complejo, en el que las oportunidades de transformar la educación se encuentra con desafíos como la creciente pérdida de sentido de la escuela. Este artículo analiza la necesidad de redefinir ese sentido, en un ecosistema tecnológico como el actual, para avanzar hacia la transformación de la educación que el siglo XXI necesita.
Educación digital exitosa: claves de aquellos que han hecho sus deberes
Una vez superado el debate de si debemos o no utilizar tecnología en el aula, toca ver cómo lo hacemos. En este artículo analizamos las políticas y estrategias de educación digital de 10 países sobresalientes para extraer lecciones aprendidas.
Cuatro preguntas para orientar el uso de tecnología en educación
La idoneidad y el valor de la tecnología en la enseñanza deben demostrarse en relación con una visión de la educación centrada en el ser humano. Ese es el norte de la brújula que deben seguir los tomadores de decisiones a la hora de implementar la tecnología en la educación. También es la premisa fundamental de la que parte Manos Antoninis, director del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, también llamado Informe GEM, auspiciado por la Unesco. En este post, nos pone sobre la pista de las cuatro preguntas que debe hacerse todo responsable político que pretenda una política pública para introducir la tecnología en educación.