Impulsado por Fundación Telefónica y Fundación ”la Caixa”, ProFuturo es un programa de educación digital para mejorar la calidad educativa, a través de herramientas digitales, en entornos vulnerables y lo hace con una estrategia doble: por un lado mejora la formación del docente a nivel tecno-pedagógico y a la vez promueve el aprendizaje significativo del estudiante, a partir de experiencias de aprendizaje digitales motivadoras.
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“Me llamo Nancy Charles Mtui y quiero ser doctora»
“Me llamo Nancy Charles Mtui. Estoy en sexto grado en la Escuela Primaria de Imani. Cuando sea mayor, me gustaría ser doctora. Estoy agradecida a la escuela por los buenos profesores que he tenido durante mis estudios y que me han ayudado a lograr mi objetivo. Cuando vi las tabletas por primera vez, me puse muy contenta porque nunca había usado una. Tenía miedo de romperla, pero vi que me sentía segura y, con un poco de práctica, enseguida me hice con ella. Aprendí a manejarla gracias a mi coordinador Mark. Ahora ya soy capaz de usarla en la mayoría de las asignaturas, como inglés, matemáticas, ciencias o suajili. Estoy muy feliz de formar parte del grupo de niños que se benefician de la clase digital. Gracias, ProFuturo. Gracias, profesores. Gracias, coordinadores. En nombre de mis compañeros, gracias”.
Estas son las palabras de agradecimiento de Nancy Charles Mtui. En Tanzania hay miles de niñas y niños que, como Nancy, se encuentran en entornos vulnerables de Dar es Salaam, Moshi, Mafinga-Iringa, Dodoma y Morogoro. Gracias a la colaboración de los Salesianos de Don Bosco, desde ProFuturo ofrecemos nuestra solución de educación digital integral con la que los alumnos se están iniciando en una educación en competencias del siglo XXI. Sin embargo, los niños de este país, como los de tantos lugares en el mundo, no lo tienen fácil. Menos aún las niñas.
La UNESCO estima que en África Subsahariana la brecha de género en materia de competencias digitales sigue siendo significativa. Según su Informe de Género 2024 La tecnología en los términos de ellas, en la región solo entre 40 y 44 mujeres poseen competencias en tablas de cálculo, por cada 100 hombres. Además, en la mayoría de los países africanos, menos de uno de cada tres graduados en STEM son mujeres. La buena noticia es que allí donde llevamos nuestra propuesta educativa se reduce el absentismo y aumenta el número de inscripciones en la escuela.

En 2024, se beneficiaron del programa 97 escuelas en este país, 31.075 alumnos y más de 1000 profesores. Aunque nuestro objetivo son los niños, la llave para su transformación educativa es la propia comunidad docente. Su capacitación, especialmente en tecnologías de la información y metodologías innovadoras de enseñanza, nos permite motivarles y formarles para la integración de la tecnología digital en sus prácticas pedagógicas.
Dado que vivimos en un mundo cada vez más digital y la mayoría de los empleos del futuro ni siquiera existen hoy en día, la educación de ProFuturo se basa en competencias y no tanto en los contenidos. Las nuevas tecnologías nos permiten llevar una educación de calidad a cualquier parte del mundo, por remota que sea. Por ello nuestra gran ilusión, nuestra aspiración y nuestro reto es que Nancy y todas las niñas y niños de Tanzania y del resto de los 30 países en los que estamos trabajando tengan acceso a la misma formación que los niños en España, Francia o Estados Unidos.




